Friday, July 28, 2006

Lunas de hiel


Una pareja británica, demasiado británica, Nigel y Fiona, disfrutan de un apacible crucero como segunda luna de miel tras siete años de feliz y aburrido matrimonio. Allí conocen a una extraña pareja que volverá su mundo del revés y cambiará sus vidas para siempre.
Oscar es un escritor americano fracasado, postrado en una silla de ruedas, y que ya sólo tiene fuerzas para narrar su mejor obra, su propia historia de amor con Mimí, una bailarina francesa que trabaja de camarera y que goza de un poder de seducción muy fuerte entre los hombres.


Nigel descubre a Mimí en la cafetería del barco y queda prendado inmediatamente de ella. Oscar al descubrirlo le dice:
-"Tú eres el oyente que estaba esperando".
Y así Nigel, y el espectador con él, descubre la fascinante y terrorífica historia de amor entre el escritor y la bailarina. Oscar, a través de flash-backs, irá desgranando todas las etapas por las que atraviesa su relación. La película se convierte entonces en un estudio psicológico sobre la pareja. Desde el romanticismo del principio (Su primer encuentro es en un autobús, Mimí no encuentra su billete y Oscar le da el suyo antes de que llegue el revisor), pasando por el amor pasional, la obsesión sexual, el sadomasoquismo, la traición, la degradación y la venganza. Todo. Nigel, muerto de curiosidad y de deseo, acude cada noche al camarote de Oscar a por su ración de relato lo que tendrá consecuencias en su matrimonio y en sus propios valores.
Es una de las películas más turbadoras que recuerdo, tremendamente morbosa, puedes pasar de reírte como un imbécil sin saber por qué, hasta el horror más absoluto. A algunos les puede molestar, parecer sórdida, incluso herir, pero al mismo tiempo es una película profundamente romántica. Yo me identifico más con el escritor y la bailarina que con el soso matrimonio británico. Polanski nos pone la miel en los labios para luego hacer un análisis brutal de cómo van deteriorándose las relaciones de pareja.

-Adoro Nueva York. Es ideal para bailar. ¿Y para escribir?
-No para mí. Yo adoro París.
-¿Escribes sobre París?
-Y de la gente.
-¿Me dejarás leer algo?
-¿Bailarás para mí?
-Si quieres...

...Nada ha superado el encanto de aquel primer despertar. Yo era Adán, aún con el sabor de la manzana en la boca. Contemplaba la belleza del mundo encarnado en un cuerpo de mujer. Y supe, con total certeza, que había encontrado lo que buscaba. Estuvimos encerrados tres días. Inseparables de día e insaciables de noche. Viviendo de amor y de croissants duros...


Y una de las escenas más románticas que he visto nunca.
El lee para ella:
-Sigue
-Ya no hay más
-¡Qué pena! Te escucharía toda la vida
-Te quiero. Me has oído.
-¿Me quieres?

Y entonces ella baila para él. Mimí se va desnudando al ritmo de una danza exótica mientras Oscar la observa. Para mí es un acto de entrega total del que ama al ser amado.


...Las estaciones pasaban. El rostro de Mimí aún encerraba mil misterios, su cuerpo, mil promesas. Pero se insinuaba en mí el temor de haber alcanzado la cumbre de nuestra relación. Ahora empezaría el declive. Entonces sucedió algo que nos situó en un plano distinto. Habíamos ido a esquiar y alquilado un chalet. Era una de esas tardes: dentro, un ambiente acogedor, fuera, caían grandes copos tras los cristales escarchados. La única luz era la de la tele. Mimí vestía tan solo una camiseta. Veía una antigua telenovela doblada al alemán. Yo la miraba aletargado, tumbado en el sofá. De pronto se levantó, fue hasta la televisión, se abrió de piernas, y meó la pantalla como para borrarla. El tiempo se paró. Me tiré del sofá, me arrastré como un loco, me tumbé boca arriba entre sus piernas. Fui engullido por una cálida cascada dorada que me salpicaba la cara, las fosas nasales y los ojos. Algo estalló en mi cerebro como una bomba de muchos megatones, un relámpago cegador desgarró mis órbitas. Fue el orgasmo más sublime de mi vida. Sentí un cuchillo de fuego. Fue mi Nilo, mi Ganges, mi fuente de juventud, mi segundo bautismo...

5 comments:

Anonymous said...

me gusta tu blogg y ovbio somos aqui y ahora
hellen

Caronte said...

me gusta tu blog, tus libros favoritos y la frase que pones bajo el título (he dicho muchas veces eso de que es inevitable ser subjetivos). Saludos!

Anonymous said...

Desde luego, me han entrado unas ganas irrefrenables de ver la película ;-)

Ahimsa Tienda said...

Excelente escritura... me gustó mushísimooooo,

Buena mano para la letra.

gracias por your visit, y nos vemos pronto...

.... Adiozzzzzzzzzzz

Sergio Contreras said...

Se me hizo muy interesante la pelicula de principio a fin.