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Wednesday, March 30, 2011

Incendies

«El territorio de “Incendies” es un campo de minas histórico: El objetivo de la obra es profundizar en el tema de la cólera y no el de generarla»
Denis Villeneuve

Cómo puedo recomendar esta película, si el mejor regalo que me hicieron fue no contarme absolutamente nada antes de verla. A pesar de que el director y todas las críticas que he leído se empeñan en afirmar que la acción se sitúa en un espacio imaginario ("para desvincular la película de cualquier idea política preconcebida"), en ningún momento tuve duda de que la historia se desarrollaba en plena Guerra Civil del Líbano (con prólogo y epílogo en Canadá). De hecho, se trata de la adaptación de una obra de teatro de Wajdi Mouawad, escritor y director de origen libanés instalado en Canadá desde los años 80. Tampoco se nota/noté su origen teatral.
Se han cambiado los nombres de lugares o personas, de ciudades: Beirut se convierte en Daresh. También es cierto que podría tratarse de cualquier país de Oriente Próximo (incluso pensé en nuestra Guerra Civil o el conflicto de las Balcanes). O, hoy mismo la situación de las mujeres libias, o, hace unos días en Bangladesh.

“Tienes que averiguar lo que pasó,
o tu espíritu jamás hallará la paz”


Poco más se puede decir de lo que cuenta el tráiler: dos hermanos gemelos, Jeanne y Simon, acuden a la lectura del testamento de su madre, el notario les entrega sendos sobres con instrucciones para encontrar a un padre que creían muerto y a un hermano del que desconocían su existencia.
Nawal Marjan es el centro de la historia: es la madre, el origen de todo; el lugar geográfico del que provienen, ella es la metáfora de un país que ha preferido olvidar sus heridas -todavía mal cicatrizadas- a afrontarlas. Mientras Jeanne desea cumplir la última voluntad de su madre, muy sorprendida con el descubrimiento, Simon prefiere no indagar en el pasado de su familia.
“A veces es mejor, quizá, no saberlo todo”

“Una historia no acaba nunca con la muerte.
Siempre quedan huellas”

Jeanne representa la memoria histórica: es la primera que vuelve al país natal de su madre, necesita conocer lo que ocultaba para completar la historia, la de su madre y la suya propia. Su hermano, que en un principio es reacio a cumplir el último deseo de Nawal, será quien termine encajando las últimas piezas del puzzle. Un viaje en el que, no sólo descubrirán sus raíces, ver las huellas del horror de la Guerra cambiará sus vidas...

El espectador se ve obligado a ir llenando los vacíos del texto, a ir dibujando un país, el que sea, en el mapa, mientras acompaña a dos hermanos “gemelos” en su periplo por ciudades de edificios agujereados y pueblos borrados de la historia...
Si en esta historia el Líbano ha perdido su nombre “es porque ha hecho todo lo posible por mantener la amnesia de su locura furiosa. Un país que amnistió globalmente, sin monumento a sus muertos, sin memorial, que ha hecho de todo para evitar enfrentarse a la verdad sobre su propia guerra (bien atribuyéndola a otros, bien ocultándola) corre el riesgo definitivo de perder incluso sus raíces, es decir el hilo de su historia”. Y ese es el silencio que retrata “Incendies”.
http://www.periodistas-es.org/cinefilos/incendies-o-cuando-la-guerra-hace-que-uno-y-uno-sumen-uno

“La infancia
es un cuchillo clavado en la garganta”

Incendies es una historia esperanzadora: sólo aquellos que corten la espiral de odio y violencia, que renuncien a la venganza y a convertirse consecuentemente en verdugos, pueden transmitir un mundo mejor a los que quedan. La fragilidad del ser humano, su triste capacidad para convertirse en una pieza deshumanizada de un puzle infernal, su facilidad para caer en el odio convive con los sentimientos más bellos. ...su propósito es digno de elogio, ...nos propone una especie de torbellino político alrededor de los personajes, para evitar el análisis fácil de víctimas y verdugos, un rol que resulta fácilmente intercambiable. Todos los actores en juego son partícipes, constructores y producto de una situación de conflictos y fanatismo permanentes.
http://reflexionesdesdeanarres.blogspot.com/2011/03/incendies.html



Incendies (Denis Villeneuve, 2011)-. tráiler.

http://www.lacasadeloshorrores.com/2011/03/critica-de-incendies-por-john-blutarsky.html
http://babel36.wordpress.com/2011/03/19/incendies-denis-villeneuve-2010/

Saturday, December 18, 2010

Las películas de la década

¡Pero cuánto daño nos ha hecho el cine!
Juanita Narboni


1. Inland Empire (David Lynch, 2007)

David Lynch.— Mullholland Drive, o, Inland Impire: Sin duda, esta última. Para mí es la película de la década. Toda una experiencia si eres de los que conectas con el universo lynchiano. Lynch es de los pocos, junto a Godard quizá, que creen que en el cine aún está todo por inventar, que el lenguaje cinematográfico sólo se ha explorado en una dirección (o dos).
http://unviajeimposible/2007/inland-empire.

¿Cuáles son TUS mejores películas de esta década?


2. 2046 (Wong Kar Wai, 2004)


Tráiler

Wong Kar Wai.— In the mood for love; o, 2046.
Gus Van Sant.— Elephant; o, Last Days.
Roman Polanski.— El pianista; o, El escritor.
Pedro Almodóvar.— Hable con ella; o, Volver.

Clint Eastwood.— Mystic River; o, Gran Torino.
Banderas de nuestros padres, o Cartas desde Iwo Jima.
Quentin Tarantino.— Kill Bill; o, Malditos Bastardos.
Stephen Daldry.— Billy Elliot; o, Las horas.
Michael Haneke.— La pianista; o, La cinta blanca.


3. Soñadores (Bernardo Bertolucci, 2003)

http://unviajeimposible.blogspot.com/2006/soñadores.

People Have The Power
El cese de Henri Langlois como director de la Cinemateca francesa fue uno de los desencadenantes de la revolución de mayo del 68'.


Grandes Autores.—
Godard.— Elogio del amor, o Film Socialisme
(que me muero por ver); vs. Chabrol.— Gracias por el chocolate, o La flor del mal; vs. Rohmer.— La inglesa y el duque.

Bernardo Bertolucci.— Soñadores.
Werner Herzog.— Grizzly Bear.
Ingmar Bergman.— Sarabanda.
Robert Altman.— Gosford Park.

Martin Scorsese.— Gangs of New York; o, Infiltrados.
Woody Allen.— Todo lo demás; o, El sueño de Cassandra.
Quien tuvo retuvo.


4. Dogville (Lars Von Trier, 2003)

Lars Von Trier.— Dogville; o, Antichrist.
Tim Burton.— Big Fish.
Sofía Coppola.— Lost in Translation.
Hnos. Coen.— No es país para viejos (No Country for Old Men).
Richard Linklater.— Antes del atardecer.
Aki Kaurismäki.— Un hombre sin pasado.

5. Children of Men (Alfonso Cuaron, 2006)


Tráiler de Hijos de los hombres

Alfonso Cuarón.— Y tu mamá también; o, Children of Men.
Alejandro González Iñarritu.— Amores perros; o, 21 gramos.
JJ.Campanella.— El hijo de la novia; o, El secreto de sus ojos.
José Luis Guerin.— En construcción; o, En la ciudad de Sylvia.
Guillermo del Toro.— Hellboy; o, El laberinto del Fauno.
Alejandro Amenábar.— Los Otros; o, Agora.
Alex de la Iglesia.—
Los crímenes de Oxford; o, Balada triste de trompeta.

España.— En la ciudad de Cesc Gay, Mi vida sin mí de Isabel Coixet, Pa negre de Agustí Villaronga, La vida que te espera de Manuel Gutiérrez Aragón, El cielo abierto de Miguel Albaladejo, Camino de Javier Fesser, Celda 211 de Daniel Monzón, También la lluvia de Icíar Bollaín.
Aita, Concursante, Héctor, Haz conmigo lo que quieras, Intacto, Ladrones, La gran final, La mujer sin piano, Las horas del día, La suerte dormida, La torre de Suso, La vergüenza, [REC], Smoking Room, Torremolinos 73, Tres días con la familia, Un frío sol de invierno.


6. Una historia de violencia (David Cronenberg, 2007)

David Cronenberg.— Spider; o, Una historia de violencia.
David Fincher.— Zodiac; o, The Social Network.
Paul T.Anderson.— Punch-Drunk-Love; o, There Will Be Blood.
Christopher Nolan.— Memento; o, El caballero oscuro. Origen.
Stephen Frears.— The Queen.
Sean Penn.— Into the Wild.

7. Eternal Sunshine of the Spotless Mind (Michael Gondry, 2004)

Michael Gondry.— ¡Olvídate de mí!; o, La ciencia del sueño.
Terry Gillliam.— Tideland; o, El imaginario del Dr.Parnassus
Spike Jonze.— Adaptation; o, Donde viven los monstruos.
Todd Solondz.— Storytelling; o La vida en tiempos de guerra.
Darren Aronofsky.— Réquiem por un sueño; o, El luchador.
Wes Anderson.— Los Tenenbaums; o, Life Aquatic.

Seu Jorge - Changes (Life Aquatic)


8. Buda explotó por vergüenza (Hana Makhmalbaf, 200i)


Buda explotó por vergüenza de Hana Makhmalbaf.
Italiano para principiantes de Lone Scherfig.
Ciudad de Dios de Fernando Mireilles.
Frozen River de Courtney Hunt.
Nothing Personal de Urszula Antoniak.
Irina Palm de Sam Garbarski.
Caramel de Nadine Labaki.

Denys Arcand.— Las invasiones bárbaras; o, La edad de la ignorancia.
Michael Moore.— Bowling for Columbine; o, Fahrenheit 9/11.
Nueve Reinas de Fabián Bielinsky; o, Plata quemada de Marcelo Piñeyro.
RAF: Facción del ejército rojo de Uli Edel; o, El libro negro de Paul Verhoeven.

Francia.— Amelie de Jean-Pierre Jeunet; Irreversible de Gaspar Noé; Un profeta de Jaques Audriard; La clase de Laurent Cantet; La Môme de Olivier Dahan; Clean de Olivier Assayas.
André Techiné.— Los testigos; o, La chica del tren.
Patrice Chéreau.— Intimidad; o, Su hermano.

Inglaterra.— V de Vendetta de James McTeigue; Quiero ser como Beckham de Gurinder Chadha; Escondidos en Brujas de Martin McDonagh; This is England de Shane Meadows; o, Neds de Peter Mullan; Ken Loach.— Buscando a Eric; vs. Mike Leigh.— Vera Drake.

Alemania.— La vida de los otros, de Florian Henckel von Donnersmark; Good Bye Lenin, de Wolfgang Becker; La ola de Dennis Gansel; Las partículas elementales de Oskar Roehler.
Fatih Akin.— Contra la pared; o, Al otro lado.

Italia.— Nanni Moretti.— La habitación del hijo; Marco Bellocchio.— Vincere; No te muevas de Sergio Castellitto; Dopo mezzanotte de Davide Ferrario; Es más fácil para un camello... de Valeria Bruni Tedeschi; Gomorra de Matteo Garrone; o, Il Divo de Paolo Sorrentino.


El Señor de los anillos (Trilogía); o, Matrix.
Moulin Rouge de Baz Luhrmann; vs. Nine de Robert Marshall.
Up; o, Wall.e.
Planet Terror; o, Death Proof.
El viaje de Chihiro de Hayao Miyazaki; o, Persépolis de Vincent Paronnaud.
Borat; o, Bruno.
Litte Miss Sunshine vs. Juno.
y...
Avatar de James Cameron.
The Host de Bong Joon-ho.
Hierro 3 de Kim Ki Duk.
o, Buried de Rodrigo Cortés...


9. Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005)

Ang Lee.— Brokeback Mountain (¿alguien se acuerda de Crash?), o Deseo, Peligro.
porque el cine gay ha salido del armario en Hollywood. Antes era un acontecimiento, hoy hay demasiada cuota rosa porque sí.
Julian Schnabel.— Antes que anochezca.
Gregg Araki.— Mysterious Skin.
Todd Haynes.— Lejos del cielo; o, I'm not there.
Desayuno en Plutón de Neil Jordan; o, Transamerica.
Capote; o, Historia de un crimen de Douglas McGrath.
L.I.E. Michael Cuesta; vs. The History Boys de Nicholas Hytner.
Miguel Albaladejo.— Cachorro.
Gus Van Sant.— Mi nombre es Harvey Milk.
Un hombre soltero de Tom Ford.
Party Monster de Fenton Bailey y Randy Barbato.
http://unviajeimposible.blogspot.com/2006/10/party-monster.

FranÇois Ozon.—
Gotas de agua sobre piedras calientes;
o, El tiempo que queda.
Ferzan Ozpetek.—
El hada ignorante; o, La ventana de enfrente.
C.R.A.Z.Y. de Jean-Marc Vallée.


C.R.A.Z.Y. de Jean-Marc Vallée, 2006.

Y, Hedwig and the Angry Inch de John Cameron Mitchell.

10. Hedwig and the Angry Inch (John Cameron Mitchell, 2001)


Todavía me quedan por ver...
Abbas Kiarostami.— Copia Certificada.
Hero de Zhang Yimou, Dolls de Takeshi Kitano, Naturaleza muerta de Jia Zhang Ke, Despedidas de Yojiro Takita.
Luz Silenciosa de Carlos Reygadas.
La última noche de Spike Lee.
Jean Pierre y Luc Dardenne.— El hijo; o El niño.
Brian de Palma.— Femme Fatale.
Los espigadores y la espigadora de Agnés Varda; o, Vete a saber de Jacques Rivette.

y todas las que me habré olvidado...

Thursday, April 02, 2009

como en una canción pop

Siempre he querido
escribir un *post
donde la historia
transcurriera en
el espacio de
una canción pop.
Ya sabéis,
tres o cuatro minutos,
condensarlo todo.



La idea gira en torno a un hombre, de acuerdo?, un hombre que está muy deprimido, porque siempre ha soñado con ser un amante, un aventurero, cruzar Sudámerica en motocicleta, cosas por el estilo. Y en lugar de eso, está sentado a una mesa, tiene trabajo, esposa... en fin, todo cuanto necesita. Pero eso no importa, porque quiere luchar por darle sentido a todo. (...)
Así que, está sentado allí y, en ese preciso instante, su hija de cinco años salta sobre la mesa. El sabe que debería hacerla bajar porque podría hacerse daño. Pero, la ve bailando al son de una canción pop, con un vestido de verano. El baja la vista, y de repente, ha vuelto a tener 16 años. Va con su novia del instituto,
le acompaña hasta su casa, acaban de perder la virginidad, la misma melodía está sonando en la radio del coche. Y ella se sube al techo del coche, y se pone a bailar. El se preocupa por ella.
Está preciosa, tiene la misma expresión que tiene su hija.
De hecho, puede que sea ésa la razón por la que le gusta tanto...


El es consciente de que no se trata de un recuerdo. Está ahí.
Está ahí, viviendo ambos momentos a la vez. Y por un instante, toda su vida se está plegando sobre sí misma, y se da cuenta de que el tiempo no existe; de que todo pasa al mismo tiempo,
y que dentro de cada momento, hay otro momento...
Bueno, esa es la idea. Más o menos...

Antes del atardecer
de Richard Linklater
con Ethan Hawke
y Julie Delpy




Moulin Rouge (Baz Luhrmann, 2001)

Monday, March 12, 2007

Inland Empire


"Inland Empire is about a woman in trouble,
and it's a mystery, and that's all
I want to say about it"

David Lynch

Aún no estoy seguro si he visto la historia de una prostituta polaca que llora mientra ve en la TV una película sobre el rodaje de una película; o la historia de Nikki Grace (la GRAN Laura Dern), una actriz de Hollywood retirada porque se casó con un millonario, y que regresa a la gran pantalla con un proyecto que es en realidad el remake de una película maldita que no llegó a terminarse porque sus protagonistas murieron en extrañas circunstancias.


Presumía de conocer bien el cine de David Lynch: Blue Velvet es una de mis películas favoritas, y no podré olvidar la impresión que me causó Carretera Perdida, y la sesión de cine-forum posterior con un amigo, lápiz y papel intentando desentrañar la estructura redonda, casi matemática, de la película. Por eso siempre estoy en desacuerdo con aquellos que dicen que su cine no hay que comprenderlo, que hay que dejarse llevar por las potentes imágenes. Me resisto a creer que en el cine de David Lynch las imágenes sean arbitrarias, gratuítas, todo tiene un sentido particular, muy personal, el de este artista visionario, pero ese sentido hay que buscarlo, hay que descifrarlo. La estructura presentación-nudo-desenlace ya no sirve para acercarse a su cine. Por esto, mi frustración de no haber entendido aún Mullholand Drive, que veo las piezas del puzzle pero soy incapaz de encajarlas.


"La comprensión es una abstración que proviene de la intuición".
"Es una obra abstracta que quiere hablar de la intuición del espectador: algo que no es sólo racional ni emotivo, pero en lo cual el intelecto y las emociones se integran recíprocamente. Además, no tenemos un camino, sino varios recorridos interiores diferentes. El filme habla de los recorridos interiores de una mujer que tiene motivos para estar preocupada"
David Lynch

El lynchamiento en esta ocasión ha sido brutal, incluso muchos seguidores han abandonado el barco: que se ha vuelto loco, que ha perdido el rumbo, que nada de lo que se ve tiene ni pies ni cabeza (de conejo). El mismo David Lynch presume de haber realizado la película como un cuadro abstracto, un trabajo experimental sin guión: el guión se cambiaba minutos antes de rodar, y luego otro tanto, en el montaje (donde pienso que como creador construye finalmente el discurso, da sentido a las imágenes captadas un poco con intención y con mucha intuición).
He de confesar que también pensé por momentos en que me estaban tomando el pelo (los maravillosos créditos finales con voz de Nina Simone son arriesgadísimos, no hay clausura del relato, si es que alguna vez lo hubo), y que definitivamente se le había ido la olla (hay suficientes ejemplos para justificarlo en espectadores no iniciados en el universo lynchiano); pero entonces, por qué hay imágenes que no se me quitan de la cabeza después de dos días, que me vienen una y otra vez, pequeñas pistas que como piezas de un puzzle buscan que alguien las ordene para dar sentido a todo lo que ví.
Desde luego es la propuesta más radical y más interesante (probablemente) que se puede encontrar en la cartelera actual. Será una película fundamental en el conjunto de su obra, tan decisiva como su obra maestra, Terciopelo Azul. Goddard puede estar tranquilo: con gente como Lynch el cine no ha muerto, la investigación en el lenguaje cinematográfico es posible y continúa. Ha nacido el cine del siglo XXI. Homenaje a Orson Welles en el plano de NO TRESSPASSING, (se ve en el tráiler), un guiño muy pertinente puesto que vamos a traspasar una frontera nueva, desconocida, trasgresora, como lo fue en su día Ciudadano Kane. De nosotros depende si queremos acompañar a Laura Dern en este fascinante viaje por ese Imperio Interior del subconsciente. La influencia de Buñuel y Hitchcock es evidente, pero David Lynch da un paso más allá intentando representar físicamente el subconsciente a lo largo de pasillos, habitaciones, escaleras, espejos... todo muy freudiano. Nietzsche, Hopper y Bacon (sus constantes referentes pictóricos), Beckett (la sitcom de los conejitos parece sacada de Esperando a Godot)... seguramente muchas otras influencias se me escapan ...si habéis reconocido otros guiños, compartidlos, por favor.

"Lynch cumple, finalmente, el sueño de los surrealistas: lograr que el inconsciente doblegue de una vez por todas a la narrativa convencional. Aquí está la primera obra maestra del poscine."
Jordi Costa, El País


David Lynch CREO que intenta reflexionar sobre qué es el cine y para qué sirve, sobre la narratividad cinematográfica (la novela decimonónica base del relato cinematográfico desde Griffith tiene sus días contados): sobre el material que se utiliza (habla maravillas de las ventajas del formato digital y usado con criterios creativos aunque sus detractores aducen un factor económico): sobre el oficio del actor, el reencuentro del actor con la génesis de su papel (rol), su desdoblamiento en la búsqueda y conflicto con el personaje que está interpretando: y al mismo tiempo, nos hace cuestionar nuestro actitud pequeño-burguesa como espectadores a la hora de ver una película. Meta metacinematográfico: tres veces metacinematográfico, o como decía aquella canción de Luis Eduardo Aute "...porque todo en la vida es cine, y los sueños cine son". Inland Empire no es para espectadores pasivos devoradores de palomitas: nos exige tomar una actitud activa ante lo que vemos y experimentamos, (en este sentido podría considerarse una vuelta a los primitivos, Lumiére, Mélies, y la re-acción de los primeros espectadores ante unas imágenes que se movían delante de una sábana blanca), continúa un camino inexplorado que abrieron Buñuel y Dalí con Un perro andaluz. Influencia que ya se apreciaba en Cabeza Borradora. Es una película que encantaría a Buñuel, a Dalí, y a los surrealistas en general, porque más que nunca el subconsciente se hace presente.
Creo que nunca me va a venir mejor el leit-motive de este blog: nada es objetivo porque no somos objetos, somos sujetos leyendo un texto cinematográfico, por lo tanto la lectura será subjetiva.


La vida es como un gran escenario donde todos somos actores. También en la vida detrás de cada puerta hay un nuevo decorado, un rol distinto que interpretar según las circunstancias, aunque mantengamos algunas características esenciales somos distintos dependiendo de los actores con los que nos inter-relacionemos. Tampoco nuestro pensamiento es líneal, todos somos un poco bipolares, con cajones independientes, recovecos, rincones oscuros, grietas.
Lynch nos anima a que nos impliquemos en las historias que se le ocurren en su calenturienta imaginación, más que nunca nos pide que recorramos nuestros propios pasillos y puertas interiores, que seamos nosotros mismos los que construyamos el sentido entablando un diálogo con nuestro subconsciente, un recorrido por nuestros deseos, nuestros sueños (pesadillas), nuestros sentimientos, nuestros miedos, nuestros tabús.


Algunas cosas que he leído en internet sobre la película que me han gustado:

"No es posible (pero tampoco prudente, ni conveniente) resumir esta historia de desdoblamientos, realidades paralelas, caídas existenciales, películas malditas, maldiciones gitanas, adulterios, putas, purgatorios, conejos beckettianos e hipnotizadores enigmáticos: Inland Empire es un viaje hacia abajo, el calvario de una Alicia descendiendo la escalera de caracol de un interminable ataque de pánico, un camino a Oz sin sendero de baldosas amarillas, una propuesta radical que demana ser experimentada antes que diseccionada (o advertida)".
Jordi Costa, Fotogramas

"La vida es redonda, como lo es la última película de David Lynch. Un mecanismo de relojería perfecto, que funciona como un compendio de muñecas rusas perfectamente separadas y que por lo tanto pueden ser perfectamente unidas. El sueño del absurdo hecho realidad en bellísimas imagenes digitales. La película se deconstruye, se niega se podría decir, para trascender hacia un universo mitológico y esférico como un disco de vinilo con un solo surco y que inevitablemente lleva hacia el ''imperio interior''(Inland Empire).
Ver Inland Empire no es sólo sentarse para ver una película como convencionalmente se conoce. El cine analógico está muriendo y Lynch lo profetiza en esta monumental obra de tres horas de duración. Su larga duración descansa. No hay argumento, no hay película. Hay ensayo del instante. No sólo hay que ver, hay que mirar. Nos encontramos ante una obra total. El tiempo será el encargado de encumbrar esta ''pequeña maravilla''. Bienvenidos al nuevo cine".

Thursday, November 16, 2006

Soñadores

El amor no existe,
sólo existen las pruebas de amor

Jean Cocteau



Soñadores, la última película de Bernardo Bertolucci hasta la fecha, supone una evocación nostálgica del París revolucionario de mayo de 1968. El director de El conformista no pretende tanto la reconstrucción de un momento histórico como reflejar el espíritu de la época: un emocionante homenaje a un tiempo en el que toda una generación despertó una mañana con la esperanza de que un mundo distinto era aún posible.
Mathew es un joven norteamericano que estudia en París y conoce a los hermanos Isabelle y Theo en la Cinemateca Francesa. Los tres son cinéfilos y entablan amistad rápidamente. Los hermanos están tan entusiasmados con él que deciden invitarlo a su casa mientras sus padres están de vacaciones. Comienza entonces una relación más intensa, un viaje de iniciación y descubrimiento que marcará definitivamente sus vidas.

Para Bertolucci fueron tres las utopías que se dieron cita en 1968: la cinematográfica, la política y la sexual. La militancia política en las universidades, la cultura rock, la cinefilia y la revolución sexual coincidieron para generar un estallido que repercutió en el mundo entero.


Por un lado, la utopía cinematográfica, era un tiempo en el que la gente vivía por y para el cine. Es la idea romántica cinéfila de que el cine lo era todo: se discutía acaloradamente, se hacían debates. De entrada, es un film que cuenta con la complicidad de los cinéfilos.
Un cineasta es como un mirón, un voyeur. Es como si la cámara fuera la cerradura del cuarto de tus padres. Los espías y te das asco, te sientes culpable. Pero no puedes dejar de mirar. Convierte a las películas en crímenes. Y a los directores en criminales.

Los tres protagonistas se retan a adivinar escenas de películas, si fallan tienen que pasar una prueba y cada vez se prestan a penitencias más atrevidas. Isabelle obliga a su hermano a masturbarse frente a una foto de Marlene Dietrich, justo después de que ésta la imitara en una de sus películas. Después llegará el turno de Isabelle...

-Escucha esto, Matthew: "La diferencia entre Keaton y Chaplin es la diferencia entre prosa y poesía, entre la aristocracia y el vagabundo, entre la excentricidad y el misticismo. Entre el hombre como máquina y el hombre como ángel". Bonito, ¿verdad?
-Está bien, pero para mí no hay comparación posible.
-¿Porque Chaplin es incomparable?
-No, porque Keaton es incomparable.
-¿Crees que Keaton es mejor que Chaplin? Estás loco.
-No puedes negar que Keaton tiene más gracia. Incluso quieto es gracioso. Y se parece a Godard. Keaton es un auténtico cineasta. Chaplin sólo piensa en su actuación. ¡En su ego!
-Eso son gilipolleces. A veces pienso que los americanos no tenéis ni idea de vuestra cultura. Por eso no entendéis a Jerry Lewis. Escucha. Cuando Chaplin quería un plano precioso sabía hacerlo. Mejor que Keaton, mejor que nadie. ¿Recuerdas el último plano de "Luces de la ciudad"? El mira a la florista, ella le mira...Y ella antes estaba ciega, así que le está viendo por primera vez. Y es como si, a través de sus ojos, lo viéramos a él por primera vez. Charlie Chaplin, Charlot, el hombre más famoso del mundo. Y es como si nunca lo hubiéramos visto.



Por otro lado, la utopía política: era un momento en que existía la convicción de que las cosas podían cambiar. En febrero de 1968, Henri Langlois, director de la Cinemateque, es despedido. Este hecho es uno de los desencadenantes de las revueltas de mayo y será el único en el que participen nuestros protagonistas, donde se conocen; pero Bertolucci les saca literalmente de la revolución, abandonan la manifestación para encerrarse en su casa al margen de lo que está ocurriendo y aislarse del mundo.

-Escucha, Matthew. Eres un cinéfilo, ¿no?
¿Por qué no piensas en Mao como en un gran director haciendo una película con millones de actores? Esos millones de guardias rojos desfilando juntos hacia el futuro con su Libro Rojo en las manos. Libros, no armas. Cultura, no violencia. ¿No ves que sería una película épica preciosa?
-Supongo, pero... Es fácil decir libros, no armas. Pero no son libros. Es sólo un libro. Un único libro.
-Cállate, pareces mi padre.
-No, escucha, los guardias rojos a los que admiras llevan todos el mismo libro, cantan todos la misma canción, repiten las mismas consignas. En esa película épica, todos son extras. Eso me da miedo, me asusta. Siento decirlo, pero para mí existe una clara contradicción.
-¿Por qué?
-Porque... si creyeras lo que dices, estarías ahí fuera.
-¿Dónde?
-En la calle.
-No te entiendo.
-Sí lo entiendes. Ahí fuera pasa algo. Algo que podría ser muy importante. Algo que podría cambiar las cosas. Hasta yo lo veo. Pero no estás ahí fuera. Estás aquí conmigo, bebiendo vino caro, hablando de cine, hablando de Maoísmo. ¿Por qué? Dime por qué.
-Ya basta.
-Pregúntate por qué. Porque no me parece que te lo creas. Compras la lámpara de Mao y cuelgas los pósters, pero no... no creo que...
-Hablas demasiado. Vale.
-Theo, escúchame. Creo que prefieres... que prefieres... que la palabra "juntos" se refiera no a un millón, sino sólo a dos. O tres.



Y llegamos a la tercera utopía, la sexual, que es donde se juega principalmente la película: el despertar sexual de tres adolescentes y la experiencia sexual como fuente de conocimiento. La obra de Bernardo Bertolucci no podría entenderse sin dos figuras claves como Marx y Freud. Al igual que en Belleza Robada, aparca momentáneamente a Marx (quizá hasta su postergado y ambicioso proyecto de la tercera parte de Novecento que contaría la Historia de Europa de la segunda mitad del siglo XX), y como en El último tango en París o La luna habría que acercarse al texto desde un punto de vista freudiano. Unos hermanos mellizos, hijos de la burguesía, necesitan a alguien que les ayude a llevar a cabo sus fantasías. Isabelle usa a Mathew porque no puede hacer el amor con Theo, pero tampoco puede estar sin él. La escena de la bañera en que sus imágenes se muestran intercambiadas apunta en esa dirección. Isabelle tiene miedo de estar enamorada de Theo, pero también tiene miedo de separarse de él.
Es aquí donde la utopía sexual adquiere todo su protagonismo. La experiencia sexual como método de autoconocimiento y crecimiento. Por esta razón, el final de la película supone en cierta forma un triunfo: con la experiencia sexual consiguen romper ciertos tabúes como el incesto o la bisexualidad, y según Bertolucci, ya consiguen ser maduros. Al ser sorprendidos por sus padres (la Ley) Isabelle intenta suicidarse, pero el intento de suicidio, que también es un invento burgués,
es frustrado por una piedra que rompe uno de los cristales. Cuando los padres salen por la puerta la revolución entra por la ventana. Salen a la calle, los manifestantes cargan contra la policía y ésta contra aquellos. Theo se une a los cabecillas, Mathew intenta retener a Isabelle, pero se une a Theo, mientras Mathew se gira y da la espalda a la manifestación. Nuestros protagonistas culminan el viaje, han aprendido algo acerca de ellos pero también saben que es el final de esta relación a tres bandas.


Mi película favorita de aquel año. Un gran Bertolucci.

Saturday, October 14, 2006

Party Monster

Michael Alig

El post anterior sobre la historia de Joe Orton y Kenneth Halliwell me han hecho recordar otro trágico final similar que conmocionó a New York en 1996. Uno de los capítulos más siniestros del movimiento que se conoce hoy como clubbing.
Michael Alig era un joven solitario y tímido de un pueblecito de Indiana que era objeto de burla por parte de los estudiantes e ignorado por las chicas por ser distinto. Al graduarse se fue a Nueva York y allí se encuentra con James St. James, un conocedor de la escena underground neoyorkina que le introdujo en los clubs de moda de la ciudad. La popularidad de Michael fue creciendo y su afán de protagonismo le convirtió en alguién fundamental de la noche neoyorkina. Tanto, que eclipsó a James, que pasó a convertirse de mentor a objeto de sus burlas. Clubs de mala muerte como el Limelight, que antes había sido una iglesia, le daban carta blanca para organizar sus locas fiestas orgiásticas, con disfraces, maquillaje y abundantes sustancias, lo que convertía inmediatamente al local en un sitio de moda. Michael Alig y sus amigos eran capaces de montar una fiesta ilegal en una estación de metro, en un camión, o en una hamburguesería.

Seth Green y Macaulay Culkin

La fama de los Club Kids fue en aumento: les llamaban para organizar todo tipo de fiestas, empezaron a aparecer en las noticias y en talk-shows de TV, como en el de Joan Rivers; Michael, DJ Keoki, su novio, y su amigo James cogían aviones privados para pinchar en Clubs de ambas costas de los Estados Unidos. Todo el mundo quería asistir a sus fiestas. Todos le adoraban. Le llamaban para promocionar discotecas, sus fiestas Blood Feast eran solicitadísimas. Pero del mismo modo que su fama creció rápidamente su caída fue fulminante, los 15 minutos de gloria del famoso Andy Warhol hechos realidad.
El español Manuel Toledano que en esa época estudiaba cinematografía en Nueva York y asiduo a este tipo de clubs contó con los Club Kids para una inclasificable película producida por el serio de Elías Querejeta, Cuernos de espuma, que el único interés que tiene es que anticipaba premonitoriamente el final de Michael Alig y sus amigos: a los pocos meses de realizar la película y antes de su estreno los nombres de los Club Kids se hicieron mundialmente famosos por el asesinato del colombiano Ángel Meléndez, un camello que proveía de todo tipo de sustancias al grupo. Ángel llevaba plataformas, sombrero de marinero, gafas de aviador y unas enormes alas; fue una creación de Michael aunque nunca le gustó porque creyó que era un advenedizo que sólo quería unirse al club. Michael se había convertido en adicto a la heroína y Angel fue a reclamarle una deuda por drogas que alcanzaba ya varios miles de dólares. Michael Alig empezó a estrangularle, Ángel empezó a golpearle contra una pared, y entonces Robert "Freeze" Rich, compañero de piso de Michael, y otro miembro de los Club Kids, golpeó varias veces la cabeza de Ángel con un martillo.
Lo que hicieron con el cadáver y cómo se desembarazaron de él puede verse en un documental que se hicieron sobre estos hechos titulado Party Monster de 1998, y que volvieron a ser recreados en el 2003 en una película titulada también Party Monster, dirigida por Fenton Bailey y Randy Barbato. La película está protagonizada por Macaulay Culkin (el niño de "Sólo en casa") como Michael Alig. Aunque había dicho que no volvería a hacer cine salvo si le daban un buen personaje, Macaulay aceptó este arriesgado personaje en una peli con muy pocos medios en un papel que le viene como anillo al dedo. Y que sugiere maquiavélicas identificaciones. Seth Green está espléndido como James St. James. Y cuenta con la colaboración especial de Chloé Sevigny (esta chica tienes un post, se apunta a todo proyecto radikal que encuentra) y de Marilyn Manson que es Cristina, una travesti drogadicta, sólo apto para incondicionales. La película podía haber sido más arriesgada para contar lo que ocurría en los clubs de Nueva York en los primeros 90, pero se limita a ser un biopic sobre Michael Alig. A pesar de todo tiene cierto interés.
Michael Alig está cumpliendo en prisión una condena de 20 años. En estos momentos está trabajando en su autobiografía titulada Alig-ula.


Macaulay Culkin en Party Monster

Monday, May 15, 2006

2046 de Wong Kar-Wai


Poco a poco empezó a dudar de sí mismo.
La razón por la que ella no le contestaba no era sólo que tenía reacciones de efectos retardados, sino sencillamente que no le amaba. Al final, él lo comprendió.
Es algo que estaba fuera de su control.
Lo único que podía hacer era claudicar.


...no miró hacia atrás, era como si se hubiera subido a un tren muy largo rumbo a un futuro somnoliento a través de la insondable noche...