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Wednesday, September 30, 2009

No somos Putas, Somos Princesas

Novecento (B.Bertolucci, 1976)
«Los pobres son príncipes
que tienen que reconquistar su reino»
Victoria Abril en
Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto

1.- Liza Minnelli & Joel Grey - Money, money (Cabaret, 1972)
Sally Bowles es sin duda alguna mi personaje favorito de toda la Historia del Cine: una "sofisticada" cantante americana, con enormes pestañas postizas, lunar y las uñas pintadas de verde, que trabaja en un cabaret de tercera del Berlín de entreguerras. Sally Bowles nació en las páginas de la novela de Christopher Isherwood, Adiós a Berlín, de la que surgen sendas adaptaciones para teatro y cine, con el título de Soy una cámara. Y más tarde, reaparece en el musical Cabaret con la cara de Jill Haworth, junto a Joel Grey, que ya formaba parte del reparto original de Broadway. La gran Judi Dench también fue Sally en los escenarios ingleses. Pero Liza Minelli la hizo inmortal en el Cabaret de Bob Fosse: es su auténtica reencarnación. Sally Bowles es el ejemplo más representativo del tipo de meretrices que están en este negocio mientras esperan que aparezca otra cosa, unas veces la fama, y otras muchas, casi siempre, el amor... Truman Capote se inspiró en este personaje para crear su Holly Golightly de Desayuno en Tiffany's, tan vital como Sally, pero sin su enorme corazón. Holly tuvo la cara de Audrey Hepburn en la versión cinematográfica de Blake Edwards, Desayuno con diamantes. A este grupo también pertenecerían la Ilya de Nunca en Domingo: Melina Mercouri cantando Los chicos del Pireo; la tierna Sweet Charity Hope Valentine de la primera película de (otra vez) Fosse: Shirley MacLaine interpreta un personaje inspirado en el que hiciera Giulietta Massina en Las noches de Cabiria de Federico Fellini; Cabiria era una prostituta romana, feusca e ingenua, casi infantil, que aparecía ya en El jeque blanco, la primera película de Fellini.
...o Nana, Anna Karina, otra de mis debilidades.
2.- Vivre Sa Vie (Jean Luc Godard, 1962)
Nana es una joven idealista que se traslada a París con la intención de ser actriz, pero el dinero no le alcanza y tiene que ejercer la prostitución para poder pagar el alquiler. La novedad de Vivir su vida, film contado en 12 actos, reside en contar esta historia con absoluta normalidad, sin excusas ni justificaciones, sin caer tampoco en el melodrama social. Nana es ante todo una cinéfila que decide prostituirse: lo ha visto en el cine, pero cuando está con su primer cliente éste intenta besarla, llega el miedo, la angustia: ha dejado de ser un juego, una mera representación. En ese mismo momento, Godard concluye el plano y la escena... Pasamos al siguiente acto.
-Tenemos que decidir quién se presenta a puta, quiénes a adúlteras, si hay alguna que quiera meterse a monja o ser marimacho. primero: ¿quién se presenta a puta? ¿te animas otra vez. Mercedes? -A mí me da igual. Llevo ya tres ejercicios, pero si nadie quiere el relevo... Amanece que no es poco
3.- Anna Magnani en Mamma Roma (P.P.Pasolini, 1962)
Mamma Roma es una prostituta curtida en la calle que desea salir del mundo de la prostitución: ha encontrado un oficio decente, y ha conseguido con sus ahorros comprar una casa en los suburbios de Roma con la intención de comenzar una vida nueva con su hijo Ettore, pero le va a resultar imposible huir de su pasado. Mamma Roma es mi Pasolini favorito, y Anna Magnani, un milagro. Sofía Loren es mi otra gran "puta madre" de la Historia del Cine. En Matrimonio a la italiana, Filomena Marturano está empeñada en conseguir un padre para sus hijos. Bigas Luna nos enseñó en Jamón, jamón a diferenciar entre la madre puta y la puta madre. Anna Galiena interpreta a la puta, la puta madre: "...es más buena, la mejor madre del mundo", decía Penélope Cruz, la hija de puta. Recuerdo también a Jo Van Fleet, la madre de James Dean en Al este del Edén, o la madre de Marnie, la ladrona, que son prostitutas también, pero del tipo "madre puta" (...de las que hacen putadas).
Shirley MacLaine merece un capítulo para ella sola entre las grandes fulanas del cine. Además de Sweet Charity, repetía rol en Como un torrente, y en Dos mulas y una mujer, donde interpretaba a una monja, la hermana Sara, que termina siendo una famosa prostituta. Y, por encima de todas ellas, la inolvidable Irma la dulce, aunque quizá la puta de esta película sea realmente Jack Lemmon. Irma es muy popular en los bajos fondos parisinos. Una noche es detenida en una redada por Patou, un ingenuo gendarme que la ve como a cualquier otra chica, que no la etiqueta de prostituta. Ella, que nunca había sido mirada de ese modo, lo convierte rápidamente en su nuevo protector. En realidad, tan sólo es una tierna historia de amor; incluso en El apartamento, con la misma pareja protagonista, indaga más (podría decirse) en otro tipo de prostituciones... Y es que Billy Wilder, aunque parezca imposible, fue "gigoló" antes de director de cine, y es un tema muy frecuente en su filmografía.
«El amor es que alguien vaya a recogerte a la salida del trabajo, lo demás es una mierda» Candela Peña en Princesas.
4.- Kim Novak en Bésame tonto
«La última vez que cogí un trabajo parecido fue el 4 de julio. Una de esas fiestas de solteros con fuegos artificiales. Luego me subastaron. Me adjudicaron en 83 dólares. Sólo que al día siguiente resultó ser un cheque sin fondos y lo único que saqué de todo eso fue una serie de cardenales».
Kiss Me Stupid (Billy Wilder, 1964)
Bésame tonto es su gran película sobre la prostitución (y los celos). Polly the pistol vive en un aburrido pueblo que tiene el sugerente nombre de Climax, en el desierto de Nevada. Vive en una caravana, es camarera, y se saca un sobresueldo para salir cuanto antes de allí. Está harta "de ser algo que recomienda el barman". Dos músicos fracasados le ofrecerán un extraño trabajo: hacerse pasar por la esposa de uno de ellos, y seducir a Dino, un cantante con fama de donjuan que se queda tirado con el coche cuando se dirigía a Las Vegas. Y no cuento más, porque ésta sí que os la recomiendo vehementemente. Si no fuera porque de 25 películas que hizo Billy Wilder, 20 son obras maestras, podría decir que es mi favorita. ...junto a El crepúsculo de los dioses.
Poderosa Afrodita (Woody Allen, 1995)
«Trabajé de camarera y en un salón de masajes. Me hacía algún cliente para sacar pasta. Y un día mi amiga Susi me propuso hacer una película, La vulva alegre, y le dije que sí. Y ahí me tienes, el primer día en el plató, con uno follándome por detrás y dos tíos enormes dentro de mi boca a la vez. Y recuerdo que pensé: 'Me gusta esto de ser actriz'».
Mira Sorvino en Poderosa Afrodita.
Woody Allen es otro de los directores con una filmografía repleta de prostitutas inolvidables: Olive, la chica del gánster en Balas sobre Broadway, Jennifer Tilly fue nominada al Oscar; Hazelle Goodman, Cookie en Desmontando a Harry; Lily Tomlin, la prostituta de Sombras y Niebla; y sobre todo Dianne Weist como Emma, una de las chicas de La rosa púrpura del Cairo. Tom, el personaje que harto de repetir y repetir su papel, sale de la pantalla del cine de un pueblo en busca de su libertad, como buen aventurero, será también quien anime al resto de personajes a ser ellos mismos, que no se dejen aplastar por los roles im-puestos por la sociedad: como con Cecilia, la sumisa esposa, o las prostitutas. Tom no sabe qué significa eso, él sólo ve mujeres a cuyo personaje llaman “prostituta”.
"Sí, trabajar en Hollywood da una cierta experiencia en el campo de la prostitución". Jane Fonda
Una mujer marcada (Butterfield 8, 1960)
El papel de prostituta es un auténtico bombón para cualquier actriz. No todas las Grandes se han atrevido, y eso que Hollywood, siempre "tan sensible", ha sabido redimir a muchas de ellas con el tío Oscar. Además de Mira Sorvino, muchas actrices se han llevado la estatuilla a casa por hacer de putas: Susan Hayward llevaba años tras el Oscar, y lo consiguió en su quinta nominación con ¡Quiero vivir!, había sido alcohólica, había tenido cáncer, pero hasta que no interpretó a una prostituta, adicta a las drogas, fuera de la Ley, y condenada a la cámara de gas por estar involucrada en un crimen, la Academia no se rindió ante ella. Elizabeth Taylor consiguió el segundo por Una mujer marcada. Y, Judy Holliday en Nacida ayer, Jane Fonda por Klute, el merecidísimo de Liza Minelli por Cabaret, Charlize Theron en Monster; Kim Bassinger en L.A.Confidential, Shirley Jones por El fuego y la palabra, o Jo Van Fleet por Al Este del Edén. Seguro que se me olvidan algunas, y si añadiéramos las actrices nominadas la lista sería larguísima.
El ángel azul
5.- El ángel azul (Josef von Sternberg, 1930)
"Estoy hecha para el amor, de la cabeza a los pies"
Marlene Dietrich
Lola-Lola, ...es el deseo, el pecado. Marlene Dietrich me llevó a Greta Garbo, La dama de las camelias, ...y de Margarita Gautier a Satine, Nicole Kidman. ...que, al menos coinciden en una cosa.
Moulin Rouge (Baz Luhrmann, 2001)
Sera: (Elisabeth Shue en Leaving Las Vegas): «Saco lo mejor de los hombres que follan conmigo. No es fácil, pero yo soy muy buena. (...) Por 500 dólares puedes hacerme lo que quieras. Puedes darme por el culo. Puedes correrte en mi cara. Cualquier cosa. Pero el pelo no lo toques. Acabo de lavármelo». Lysiane: (Jeanne Moreau en Querelle): «Each man kills the thing he loves». Es la madame del burdel de Brest, la única mujer del film, sola, aislada en un universo de hombres. Querelle está más interesado en su marido, pero se acostará con ella porque también es la amante de su hermano.
Jeanne Moreau en Querelle (R.W. Fassbinder, 1982)
«-Mira lo que he encontrado. No es un látigo, pero duele igual o más. -Es que yo quería un escena de sadismo tópico. -Pero es que tú no eres un sádico de verdad.»
¿Qué he hecho yo para merecer esto?
Catherine Denueve en Belle de Jour (Luis Buñuel, 1967)
«¿Sabes lo que te pasa?. No tienes valor. Tienes miedo. Miedo de enfrentarte contigo misma y decir: Está bien, la vida es una realidad, las personas se pertenecen las unas a las otras, porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. Tú te consideras un espíritu libre, un ser salvaje, te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno nena, ya estás en una jaula. Tú misma la has construido, y en ella seguirás vayas a donde vayas, porque no importa a dónde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma».
George Peppard a la Hepburn, Desayuno con diamantes.
«No temas al infierno: ya estás en él»
Ultima Salida: Brooklyn (Uli Edel, 1989)
¡Y cómo olvidar a la preciosa Tralala!, preciosa y autodestructiva, la mujer más deseada del Brooklyn más marginal de los años cincuenta, que va a rechazar la que parece su última oportunidad de encontrar el amor para lanzarse de lleno a la prostitución más sórdida. La sobrecogedora interpretación de Jenniffer Jason Leigh es un regalo, estremece. Quien haya visto la película no habrá podido olvidar la escena en la que es violada repetidamente por multitud de hombres. El alemán Uli Edel también es el resonsable de Yo, Christiane F., retrato de otra autodestrucción, la de una joven enganchada a la heroína, fan de Bowie, que se prostituye en Berlín para poder pagarse la droga.
«las putas forzosas sólo tienen derecho a ser jodidas o protejodidas» Antonio Gala
(*) Otras menores.- Jodie Foster, en Taxi Driver es Iris. Sólo es una niña, pero al mismo tiempo, una perversa prostituta de trece años sin necesidad alguna de que Travis la salve: «Tú eres una niña. Deberías estar en casa, bien vestida, saliendo con chicos, estudiando. Ya sabes ese tipo de cosas...» «Dios, qué anticuado eres. ¿No has oído hablar de la liberación de la mujer?». Consigue una nominación al Oscar. Ese mismo año interpreta a otra "niña" puta en Bugsy Malone, donde cantaba «My name is Tallulah». Violet: Brooke Shields es Pretty Baby, una niña de 12 años que vive con su madre Hattie (Susan Sarandon) en un prostíbulo de Storyville. Un mundo de adultos visto a través de la mirada de una niña. Estamos en 1917, la prostitución aún es legal en New Orleans. A casa de Madame Neil llega un fotógrafo que se dedica a retratar a las chicas del burdel en su tiempo de descanso. El personaje de Keith Carradine está basado libremente en la vida de un personaje real: Ernest J. Bellocq, El misterioso fotógrafo de las prostitutas de Nueva Orleans. Hattie se marcha a St. Louis para casarse, y deja a Violet con sus compañeras. La Madame aprovecha la ocasión para subastar entre la clientela su virginidad. Antes de que esto ocurra, el fotógrafo se casa con ella y se la lleva de allí. (*) No sabía si incluir estos últimos ejemplos. La prostitución infantil es un drama tan terrible que sobrepasa ampliamente las intenciones de este post. Recomiendo, por mala conciencia seguro, Salaam Bombay de Mira Nair, una película muy dura que refleja la situación precaria en la que viven los niños de las calles de Bombay, donde las niñas son secuestradas y obligadas a prostituirse.
La balada de Cable Hogue (Sam Peckinpah, 1970)
En el western y el cine negro, que son los géneros fuertes del cine, las mujeres sólo podían cumplir dos roles, tres a lo sumo: madre, esposa, ...y puta. A pesar de todo esto, los grandes héroes de estas películas, siempre las trataron como las auténticas señoras que eran. Como John Wayne con Dallas en La Diligencia, Clark Gable con Belle en Lo que el viento se llevó. Las chicas del western crepuscular: Angie Dickinson en Río Rojo, otra vez Wayne, y, en La balada de Cable Hogue es Jason Robards quien trata como una reina a Stella Stevens. Más: la Vienna de Johnny Guitar. Marilyn Monroe, se vende por 'One Silver Dollar' en Río sin Retorno. Denise Darcel, una de las integrantes de la Caravana de mujeres, o las chicas de El club social de Cheyenne. En el cine negro es muy probable que haya una chica buena, pero siempre tiene que haber una chica mala: la femme fatale, que, o se dedica a "ello", o ha tenido un pasado. Sabéis que nunca pierdo la oportunidad de citar a Gloria Grahame en Los sobornados, además de Rita Gilda Hayworth y Jane Greer en Retorno del pasado.
«Hay un día, ya verás, un día que es la ostia. Ese día todo es bueno, ves a la gente que quieres ver, comes la comida que más te gusta, y todo lo que te pasa ese día es lo que tú quieres que te pase, es como un desvío, como cuando vas por la carretera y hay un desvío hacia otro sitio, pues ese día es lo mismo, y es muy importante, porque puedes elegir por donde va a seguir todo. Por eso tenemos que estar muy atentos. Para que no se nos pase».
Princesas
«¡Y no molesten más a las putas!»
Clint Eastwood en Sin Perdón.
Glitter Klinik feat. Bianca Fox - Lonely Julia Grandes Putas del Cine. Blog Armarios Abiertos. Prostíbulos y burdeles, la ficción sexual. Blog de Kane. Hookers with a heart of gold. El fotógrafo de las prostitutas de Nueva Orleáns. Diario La Nación.

Thursday, June 04, 2009

Hal Hartley

Trust, 1990

Hal Hartley fue descubierto por el Sundance Institute de Robert Redford, con The Unbelievable Truth, cuando aún era una plataforma donde poder mostrar el último "cine independiente" americano, y no tan sólo un trampolín-atajo para instalarse en la industria con esa etiqueta. Pero él no estaba interesado en Hollywood, prefería contar sus historias de perdedores desde Long Island, con la mirada puesta en el cine europeo, y en su venerado Godard. Cuando en 1992 presenta en Cannes Simple Men, ya era un director de culto: Cahiers du Cinema le había dedicado ya varios reportajes que le auparon como el cineasta independiente americano de moda, el Festival de cine de Rotterdam le había dedicado una retrospectiva, y en España sus tres primeras películas se estrenaron casi seguidas. Me gustan mucho las tres, pero Trust, -quizá porque fue la primera que vi- me pareció maravillosa, el encuentro de dos náufragos en busca de su tabla de salvación: María, una adolescente que, al anunciar su embarazo a su familia, su padre muere de un infarto, su madre la echa de casa y su novio rompe con ella; y Matthew, un inadaptado que odia su trabajo, tiene dificultad para las relaciones personales, con un padre que también le expulsa de casa cuando conoce a María, a quien desaprueba para él.
Después llegarían Amateur y Flirt. Con Henry Fool consiguió en Cannes el premio al mejor guión. A partir de ahí le pierdo la pista. Vivió en Francia, donde sus películas se estrenan con normalidad, y fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. Desde 2005 vive en Berlín. Allí rodó su última película hasta la fecha, Fay Grim, continuación diez años después de Henry Fool. Está preparando Moving the Arts, película colectiva junto a Atom Egoyan y Julio Medem, entre otros...


Trust (Hal Hartley, 1990)

Siempre acostumbra trabajar con los mismos actores: Martin Donovan es el protagonista de muchas de sus películas. Isabel Coixet también le eligió para Cosas que nunca te dije, una película que no disimula su influencia, incluso se cita. (como a Sarah Polley, otra actriz Hartley). Adrienne Shelly, la inolvidable protagonista de sus dos primeras películas, que fue asesinada por un ruidoso vecino después de que Adrienne le llamara la atención.




Isabelle Huppert, fascinada por su cine, le escribió una carta para trabajar en Amateur, una película más compleja, donde interpretaba a una ex-monja que se dedica a escribir relatos pornográficos. En 1996 se casa con Miho Nikaido, su pareja desde Flirt, y protagonista de algunas de sus películas posteriores. Además, los Simple Men, Robert John Burke y Bill Sage. La rumana Elina Löwensohn. O Parker Posey, Karen Sillas, Erica Gimpel...

Simple Men, 1992

Simple Men es la historia de dos hermanos en búsqueda de un padre que les abandonó hace años. El encuentro no resolverá nada, seguirán siendo unos supervivientes de esta realidad -la mayoría de las veces- hostil e incomprensible, pero coinciden por un instante con otros náufragos solitarios en un lugar perdido de la América profunda. Algunas imágenes nos recuerdan a cuadros de Hopper, también han hablado de la influencia de Nicholas Ray, pero es Godard su principal referencia, y en esta película donde me parece más evidente.



Escena homenaje, al mismo tiempo, a Bande à part y Vivre sa vie:
cuando Anna Karina baila alrededor de una mesa de billar.
Con el montaje y la composición dentro del propio plano,
del mismo que hizo Godard en El desprecio,
para separar los mundos de los dos hermanos.


Simple Men (Hal Hartley, 1992)


Nouvelle Vague – Dance with me from özGür oL on Vimeo.

imágenes de Bande à part.
La canción es de los franceses Nouvelle Vague incluido en el álbum de versiones Bande à Part de 2006.
Hal Hartley. página web oficial-.

Wednesday, May 27, 2009

Las chicas de la Nouvelle Vague

Y Dios creó la mujer (Roger Vadim, 1956)

Y Roger Vadim creó a Brigitte Bardot, el animal más erótico del mundo, una mujer que no tenía reparos en mostrar su cuerpo y disfrutar de él. A pesar de la intención de Vadim, resultaba demasiado joven, demasiado inocente y con muchas ganas de divertirse como para ser una auténtica femme fatale. Fue como una bocanada de aire fresco para el cine francés. En Estados Unidos la adoraban, sólo su nombre llenaba los cines, sus películas -caso raro- se doblaban al inglés: mencionar el tándem Bardot-Vadim era sinónimo de «nouvelle vague» cuando poco o nada tenían que ver con este movimiento. No obstante, protagonizó una de las películas más emblemáticas del primer Godard, El desprecio. Su fama era tal, que fue elegida la primera Marianne de rostro conocido, el símbolo por excelencia de la República francesa. Abandona el cine en 1974, y a partir de entonces se ha dedicado a la defensa de los derechos de los animales, es una de las activistas más enérgicas en la protección de las focas, pero su apoyo público a Le Pen le ha debido pasar factura.


Viva Maria (Louis Malle, 1965)

Los amantes (Louis Malle, 1958)

Jeanne Moreau no era una recién llegada, tenía detrás una larga serie de películas y prestigio teatral. Pero fue Louis Malle, su amante en aquella época, quien la convirtió en la presencia irresistible que es, una mujer sensual, pero a diferencia de Bardot, inteligente y compleja. Malle las reunió en ¡Viva María!, un fracaso comercial que no llegó a alcanzar todas las expectativas. Las grandes películas que hicieron juntos son Ascensor para el cadalso, Los amantes, y Fuego Fatuo. Malle convirtió a la Moreau en una estrella.
Con Truffaut, rodó otro de los títulos claves de la «nouvelle vague», Jules et Jim, y La novia vestía de negro. Con Moderato cantabile gana la Palma en Cannes. Se sentía más cómoda con estos jóvenes directores, a quienes admiraba, que en grandes producciones. Una de las más Grandes: La noche, Eva, Campanadas a medianoche, Diario de una camarera, Querelle, Hasta el fin del mundo, y El tiempo que queda.




-LOS DIRECTORES
Y SUS MUSAS-.


Anna Karina
y Fanny Ardant.




Anna Karina

Anna Karina era una modelo y cantante danesa, a la que Jean-Luc Godard convirtió en su musa y esposa, y en la estrella más chic de la «nouvelle vague». Se casaron durante el rodaje de la película Una mujer es una mujer, que es prácticamente un homenaje a ella y una muestra de su amor. Con este film ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín. Hasta que duró su matrimonio, fue la protagonista de muchos de sus proyectos: Vivir su vida, El soldadito, Banda aparte, Pierrot el loco, Lemmy contra Alphaville, Made in Usa y La chinoise: los mejores y más recordados de la carrera de ambos.
Además, trabajó con Varda, Cléo de 5 à 7, con Rivette, en La religiosa o Suzanne Simonin, o con Visconti en El Extranjero. Rohmer, Fassbinder y la Justine de Cukor, junto a Anouk Aimée y Dirk Bogarde.



«Enseguida reconocí y aprecié en Fanny Ardant las cualidades que yo busco normalmente en los protagonistas de mis películas: vitalidad, valentía, entusiasmo, humor, intensidad y,
al mismo tiempo, el gusto por lo secreto, un aspecto arisco,
una pizca de salvajismo y, por encima de todo, algo vibrante».

Vivamente el domingo (François Truffaut, 1983)

Fanny Ardant procedía del ambiente teatral cuando conoció a François Truffaut, que la convirtió en su esposa, y musa de sus dos últimas películas: La mujer de al lado, con Gérard Depardieu, y junto a Jean-Louis Trintignant, en Vivamente el domingo. Desaparecido el impulso de Truffaut, ha ido haciéndose una más que estimable filmografía: en tres ocasiones con Alain Resnais, La vida es una novela, Muerte al Amor y Mélo, en todas junto a Sabine Azéma, chica Resnais. Un amor de Swann, de Volker Schlöndorff, La Familia, de Ettore Scola, Más allá de las nubes, la peli conjunta de Wenders y Antonioni, Agnés Varda, Margarethe von Trotta, Costa-Gavras, Sydney Pollack. Después de dos nominaciones por las películas de Truffaut, en 1996 gana el César con la comedia gay Todos están locas. De sus últimos trabajos hay que señalar el Ridícule, de Patrice Leconte, fue una de las 8 mujeres de François Ozon, y María Callas en la película de Franco Zeffirelli.


Fanny Ardant - A quoi sert de vivre libre
(8 femmes, François Ozon)


La sirena del Mississippi (François Truffaut, 1969)

Catherine Deneuve también es descubierta por Roger Vadim, consagrada por Jacques Demy en Los paraguas de Cherburgo, y amante de Truffaut, con quien rodó La sirena del Mississippi y El último metro. Es otro de los grandes nombres lanzados por la «nouvelle vague» y, junto a la Moreau, la que mayor éxito ha tenido internacionalmente. Repulsión con Polanski, con Buñuel, Belle de jour y Tristana; una carrera muy larga, difícil de resumir: El ansia, Indochina, Bailando en la oscuridad, y 8 mujeres, donde la amante se encuentra con la viuda, la Ardant. Su imagen fría y distante, a mí, me deja frío y distante...


Las hermanas Dorléac, Françoise y Catherine Deneuve,
en Las señoritas de Rochefort.


Françoise Dorléac, fue una de las primeras musas de la «nouvelle vague», pero su prometedora carrera se vio truncada trágicamente en 1967, al fallecer en accidente de coche. Vadim, Truffaut... Con Jacques Demy hizo su última película, Las señoritas de Rochefort, la única vez que trabajó con su hermana Catherine Deneuve. Debió ser ella quien le presentara a Polanski, con el que rodó Cul de Sac.



Anouk Aimée

Anouk Aimée fue la actriz favorita de Jacques Demy y Claude Lelouch. Cuando Demy la llamó para Lola llevaba diez años haciendo películas, pero fue toda una revelación. Era una película pensada para ella. La fama internacional le llegó con Un hombre y una mujer, el exitazo de taquilla de Lelouch, lo que hizo que Hollywood se fijara en ella para la adaptación de la novela Justine, dirigida por George Cukor. La hemos visto también en La dolce vita y , de Federico Fellini, La tragedia de un hombre ridículo, de Bernardo Bertolucci, o Prêt-à-Porter, de Robert Altman.

Justine (George Cukor, 1969)



Stéphane Audran

Stéphane Audran estuvo casada con Claude Chabrol, actriz habitual de muchos de sus films como Pollo al vinagre, El escándalo, La ruptura, Relaciones sangrientas, Locuras burguesas, La mujer infiel. También eran de Chabrol: Las ciervas, con la que ganó el Oso en Berlín, y El carnicero, Concha de Oro en San Sebastián. En España rodó Hay que matar a B. de José Luis Borau.
Con El discreto encanto de la burguesía de Luis Buñuel y Al anochecer, otra vez Chabrol, ganó el BAFTA británico; y el César francés con Violette Nozière, donde coincidía con una joven Isabelle Huppert, que se convertiría en la musa de la última época de Chabrol. Para los fans de Retorno a Brideshead, que sé que sois muchos, era Cara, la amante de Laurence Olivier en Venecia.



Hiroshima Mon Amour (Alain Resnais, 1959)

Emmanuelle Riva, actriz de teatro que debutó en el cine con esta película de Alain Resnais, se convirtió en otra de las actrices favoritas de los directores de la«nouvelle vague», a destacar también Thérèse y León Morin, padre, donde interpretaba a una joven viuda amargada que al entrar en una iglesia, a pesar de ser judía, comunista, y puede que lesbiana, se siente atraída inmediatamente por el joven sacerdote del pueblo (claro, era Jean-Paul Belmondo). La hemos visto también en pequeños papeles en Azul o Venús, Salón de belleza.

Delphine Seyrig en
El año pasado en Marienbad (Alain Resnais, 1961)

Delphine Seyrig era la chica más cosmopolita de toda la «nouvellevague».Nace en Líbano Hija de un famoso arqueólogo, creador del Instituto Francés de Arqueología en Beirut, y de la aventurera Hermine Saussure, de los Saussure de toda la vida. Su familia, representando al gobierno francés en el exilio, se trasladó en 1942 a Nueva York. Buñuel cuenta en su autobiografía que la tuvo sentada en las rodillas cuando tenía diez años. Al terminar la guerra fue a estudiar a Francia, pero años después regresaría para asistir al Actor's Studio. Aún era una actriz desconocida cuando Resnais le propuso interpretar la mujer de El año pasado en Marienbad, sin embargo le había dado réplica al mismo Jack Kerouac en Pull my daisy, un film que ahora está considerado como un manifiesto de los Beats.
Con Muriel se llevó la Copa Volpi de Venecia como mejor actriz, pero tuvo después una carrera irregular. Estaba acostumbrada a interpretar pequeños papeles, que afrontaba con el rigor del "método", apariciones estelares memorables: como la mujer casada que seduce a Antoine Doinel en Besos Robados, un viejo amor de Bogarde en Accidente, una vampira en El rojo en los labios. Con Buñuel fue la anfitriona de El discreto encanto de la burguesía, y una prostituta en La vía láctea. Marguerite Duras la convirtió en la protagonista de La música, e Indian Song. En los últimos años se había pasado a la dirección, y fue un miembro clave durante los 80 del grupo de cineastas feministas francesas más militantes. Murió en 1990 con 58 años.

decían que era La Garbo de la «nouvelle vague»
(entonces... ¿La Moreau es La Dietrich?)

aunque me hubiera quedado mucho más cinéfilo un fragmento de El año pasado en Marienbad, no he podido evitarlo...

Mr. Freedom (William Klein, 1969)



Sabine Azema es la compañera de Alain Resnais desde los años 80. Actriz habitual de sus films. De sus siete nominaciones a los César (lo ha ganado en dos ocasiones), 4 eran películas de Alain Resnais: La vie est un roman, Smoking/No Smoking, Meló, y On connaît la chanson. También es la protagonista de su último trabajo, Les herbes folles, que acaba de recibir el Gran Premio del Jurado en el reciente Festival de cine de Cannes, 50 años después de que recibiera otro similar por Hiroshima mon amour.

Les herbes folles (Alain Resnais, 2009)

ellas fueron cambiando...
ellos son siempre los mismos.


Céline y Julie van en barco (Jacques Rivette, 1974)
Juliet Berto y Dominique Labourier


Le pont du Nord (Jacques Rivette, 1981)
Bulle Ogier y Pascale Ogier


Marie Rivière en El rayo verde (Eric Rohmer, 1986)

Sandrine Bonnaire e Isabelle Huppert
en La ceremonia (Claude Chabrol, 1995)