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Thursday, February 16, 2012

Cary Grant y Randolph Scott for Freedom

Sí, Quiero...


Ni un paso atrás.
Ni para tomar impulso.

Friday, January 18, 2008

Cary Grant: mi actor favorito

Cary Grant (18.ene.1904-29.nov.1986)

"podría actuar con un huevo podrido en la cara
y seguir pareciendo tan fascinante como siempre"

Alfred Hitchcok


Si hay una película esencial en mi más tierna infancia, culpable de mi irremediable cinefilia, esa es La fiera de mi niña. Con Katherine Hepburn, el flechazo fue inmediato, y permanece intacto hasta hoy. Con Cary Grant fue poco a poco, película a película, (porque le fui infiel con muchos otros), pero seguramente es el actor que mejor me lo ha hecho pasar de toda la historia del cine. El más carismático, divertido, irónico... Sin él la comedia americana hubiera sido otra cosa. Guapo, más que atlético, con una sonrisa pícara. Además, considerado por todos como el hombre más elegante que ha dado la gran pantalla. Era un seductor, gustaba lo mismo a mujeres como hombres. Su descubridora Mae West decía que compaginaba la virilidad masculina con el aura de un caballero. Para Ian Fleming era el James Bond perfecto, escribió su famoso personaje teniendo la imagen de Grant en mente; incluso se lo ofrecieron en 1962, pero lo rechazó porque se veía muy mayor para el papel.
Sin embargo, nadie podría imaginar que la infancia de este poderoso dandy fuera más propia de un cuento de Dickens que de una estrella de Hollywood. Archie Alexander Leach nació en un barrio humilde de Inglaterra. Con sólo 9 años, un hecho marcaría su infancia, su madre fue recluida en un psiquiátrico; y aunque se lo ocultaron y no fue consciente hasta años después, creció pensando que su madre le había abandonado.
Con 14 años abandona el colegio y a su familia y se une a una compañía de music-hall, con 16 años viaja con ellos de gira por los Estados Unidos, y al regresar la compañía, él se queda para probar fortuna en el mundo del espectáculo. Su primer trabajo fue como bufón en el hipódromo de Nueva York, después hombre anuncio, acróbata sobre zancos, acompañante de damas adineradas (con las que aprendió a ser elegante y perder su fuerte acento), y otros trabajos esporádicos hasta que le llegó una oportunidad en Broadway. Allí cantó, bailó, hizo acrobacias, hasta que se presentó a un casting de la Paramount que buscaba caras nuevas que le cambió la vida.

"Traíganme a ese bombón que desperdiciaron
en la película de Marlene, Cary no-sé-qué.
Lo voy a hacer famoso y ganaremos unos miles"

Mae West


En 1931 se instala en Hollywood. La Paramount lo contrata por cinco años. Allí comienza a hacer sus primeros papeles y cambia su nombre por el más artístico de Cary Grant. Marlene Dietrich se fijó en él para La Venus Rubia, pero fue la otra gran femme fatale de la época, Mae West, la que supo ver las enormes posibilidades que tenía este chico de rostro tan masculino. Juntos filmaron Lady Lou y No soy un ángel, con las que empezó a hacerse un nombre en Hollywood.


"I just went gay all of a sudden"
Bringing Up Baby (1938)

Su primera gran pareja cinematográfica fue Katherine Hepburn, con la que haría su primera película importante, La gran aventura de Sylvia. Mención especial merece La pícara puritana, con Irene Dunne, película que estuvo a punto de no rodar porque no encontraba sentido al argumento. A partir de aquí empezarían a ofrecerle papeles protagonistas, convirtiéndose en el galán de comedias de moda, y su carrera desde este momento es imparable. Con la gran Hepburn hizo además dos comedias inolvidables, Historias de Filadelfia, ganadora del Oscar de 1940, y la ya citada, La fiera de mi niña.
Como curiosidad, en La fiera de mi niña es la primera vez que se utiliza en el cine la palabra gay con el significado de homosexual, en una escena divertidísima en la que Cary Grant aparece vestido con una bata de volantes. No sería la única vez: también se vestiría con ropa de mujer en el film I Was a Male War Bride.
En la década de los 40, ya toda una estrella, se convirtió en el actor predilecto de grandes directores como Hawks, Hitchcok, o Stanley Donen, con quien al final de su carrera formó productora y rodaron juntos tres películas. Tiene interpretaciones inolvidables: siempre impecable, se agradece su sola presencia en la pantalla. Además de las ya citadas, destacaría al piloto de Sólo los ángeles tienes alas, el periodista de Luna Nueva, la espléndida Arsénico por compasión, Los Blandings ya tienen casa (en la foto, ...la cito porque, aunque menor, es deliciosa, es como Esta casa es una ruina, pero en buena). Y al final de su carrera, repite con Ingrid Bergman en Indiscreta; y Charada, también de Donen, con Audrey Hepburn.
Con Hitchcock rodó cuatro películas: Sospecha, Encadenados, en la década de los 40; y en los 50, Atrapa a un ladrón, donde sir Alfred consciente del magnetismo que desprendían juntos Cary Grant y Grace Kelly les dejaba improvisar, como en la famosa escena por las carreteras de Mónaco, donde años después moría en accidente su íntima amiga. Y Con la muerte en los talones, que supone su mayor éxito en taquilla. Tiene 56 años, pero sigue resultando muy atractivo: la actriz que hacía de su madre tenía un año menos que él.
A pesar de ser el mejor actor de la época dorada de Hollywood, tan sólo fue nominado al Oscar en dos ocasiones. La Academia, al darse cuenta de su injusticia, quiso paliar el error otorgándole uno honorífico en 1970 por el conjunto de su carrera. Una de las razones, por tener fama de ideas izquierdosas, tan sólo por el hecho de haber dado su apoyo público a Chaplin y apoyar a su gran amiga Ingrid Bergman, cuando ésta fue repudiada por Hollywood por su relación con el director Roberto Rossellini. Tampoco le perdonaron nunca que intentara mantener en todo momento el control sobre su carrera y su independencia.




En cuanto a su vida privada, se casó cinco veces, no se sabe muy bien si por presiones de los estudios, por acallar los continuos rumores de su sexualidad o por propia voluntad, pero hoy nadie parece poner en duda que el amor más importante de su vida fue el actor Randolph Scott, otro actor emergente protegido del magnate Howard Hughes. A pesar de que ambos negaron siempre haber mantenido relaciones homosexuales. Aunque se dice que Scott lo admitió en la intimidad a algunas personas.
Como suele suceder con otras parejas de Hollywood, intimaron en la primera película que coincidieron, Hot Saturday. Ninguno de los dos vivía en Hollywood, y decidieron alquilar juntos esta casa en la playa (conocida como "Bachelor Hall") en Santa Mónica. El Hollywood puritano e hipócrita de los años 30 no podía tolerar una historia de amor homosexual entre dos estrellas ascendentes, y en mi opinión, se tuvieron que conformar con una historia al más puro estilo Brokeback Mountain, con muchas interrupciones a lo largo de sus vidas.
Entre matrimonios y divorcios vivieron juntos en esa casa casi doce años. Cada vez que uno de los dos contraía matrimonio se separaban temporalmente, pero tras el divorcio volvían al "pisito" de solteros que tenían en común. Así pasaría con su primera mujer, la actriz Virginia Cherrill, la florista ciega de Luces de la ciudad, con quien se casó en 1934, y se divorció poco más de un año después, regresando a "Bachelor Hall". De hecho fue Virginia quien le abandonó, llegando a decir que "Archibald es muy monótono", y que prefería pasar más tiempo con su "amigo" Randolph que con ella misma. En 1936 sería Randolph Scott quien se casaría con la millonaria Marion Dupont, de quien terminaría divorciándose en 1939.
Le costó mucho aceptar rodar Mi mujer favorita, la secuela de La pícara purítana, de nuevo con Irene Dunne y, esta vez, con su amigo Randolph Scott, impuesto por el propio Grant a los estudios. (Scott estaba especializado en westerns de serie B, de los que destacan los que rodó con Budd Boetticher). En realidad, era que Grant lo extrañaba y quería verlo. Durante el rodaje, pasaron varias noches juntos en la casa de la playa, y hablaron de la posibilidad de volver a estar juntos. Otras versiones dicen que para Grant suponía el final: intentaba hacer algunos cambios en su vida privada y, tras este breve encuentro con Scott, se fue de la casa al finalizar el rodaje. Y ya nunca volvería a ella.
Aparece en su vida la rica heredera Barbara Hutton, y se casan en 1942. Tras la boda le vende su mitad de la famosa vivienda común. Aunque era más guapo que Scott, mejor actor y más famoso, con este matrimonio -como si de una competición se tratase- tenía la posibilidad de ganarle también en esto: Barbara Hutton era una mujer ultra-millonaria, aún más rica que la de Scott. Se divorciaron en 1945, pero siguieron siendo buenos amigos.
Si nos atenemos a todo lo que han dicho de él, nos encontraríamos con un personaje enigmático y contradictorio. Todas sus esposas ofrecen testimonios totalmente opuestos entre sí. Mientras la primera cuestionaba su sexualidad, su tercera esposa, la actriz Betsy Drake, dijo que: "No tenía tiempo para pensar acerca de su homosexualidad, estábamos demasiado ocupados follando". Este fue su matrimonio más largo. Y con ella empezó a consumir LSD -para solucionar sus problemas con el alcohol- del que se convirtió en un gran defensor en los últimos años de su vida.
Su cuarto matrimonio fue con la actriz Dyan Cannon, 33 años más joven, duró 18 meses y tuvo a su única hija, con 62 años, con disputas sonadas sobre su custodia. Por último, se casa en 1981 con Barbara Harris, 47 años menor, matrimonio que dura hasta su muerte.
Randolph Scott, por otro lado, se casó en 1944 con Patricia Stillman, con quien vivió hasta el día de su muerte en 1987. No obstante, mantuvieron una estrecha amistad hasta el día que murió Grant, un año antes que Scott. Cuando se enteró de la noticia de la muerte de su viejo amigo, dicen que empezó a llorar con la cabeza puesta entre las manos.




Este reportaje fotográfico fue encargado por la Paramount (otras fuentes dicen que fueron ellos mismos) para zanjar los interminables chismorreos sobre la supuesta relación de dos de sus estrellas de una forma divertida y paródica. Una relación homosexual abierta en el moralista Hollywood de los años 30 hubiera acabado con sus carreras inmediatamente. Pero les salió el tiro por la culata. Donde se supone debía verse una amistad masculina entre dos jóvenes actores con éxito, se mostraban una serie de fotos en las que se les veía cocinar, desayunando, o en el gimnasio, que sólo sirvieron para acrecentar el rumor. Junto a la famosa foto de la piscina, se decía que "la casa había adquirido justa fama por las fiestas nocturnas", que la productora se encargaba de llenar de jovencitas aspirantes a actrices; pero más parecía el típico reportaje para el Hola tipo Los Preysler nos enseñan su hogar.
El libro Hollywood Babilonia sacó a la luz de nuevo este reportaje, y a partir de este momento, hay una ola de testimonios que ratifican que la relación existió, que otros califican como rumores. La historia que más me gusta, sea cierta o no, es que Grant y Scott fueron vistos besarse en un parking público cuando acudieron a una función social, y fue en 1960, casi 20 años después de dejar de vivir juntos. Es sorprendente lo que dice el fotógrafo Jerome Zerbe, que los fotografió y pasó mucho tiempo con ellos, según cuenta participaban ocasionalmente en la escena gay del Hollywood de la época. Más de fiar son las declaraciones de George Cukor que, en el libro Hollywood Gays, hace las siguientes declaraciones acerca de la supuesta relación homosexual entre ambos: "Oh, Cary nunca hablaría de ello. A lo sumo, le dirán que hicieron algunas maravillosas fotos juntos. Pero sé que Randolph se lo contó a algún amigo".



«Todos los hombres quisieran ser Cary Grant»,
«Yo también», respondió él.



En la actualidad ninguna biografía o libro que aborde el tema con seriedad niega la bisexualidad del actor. Aunque es difícil saber si son ciertos todos los rumores que corren sobre su vida privada. Cuando tenía 17 años vivía en un cutre apartamento de Nueva York, con Jack Nelly, un diseñador abiertamente homosexual, y Charlie Sprangels, un transformista de un popular club nocturno frecuentado por gays. fuente.
Entre los rumores sin confirmar se dice que tuvo un encuentro homosexual con Marlon Brando, y más de uno con Howard Hugues. Tenía muchos amigos que entendían (George Cukor, el actor William Haines, y el diseñador Orry-Kelly con quien también mantuvo una relación). Se dice que frecuentaba ambientes y fiestas gay. Sin embargo, el bueno de Grant jamás se identificó a sí mismo como homosexual, ni bisexual tampoco. Tenía una imagen que mantener. Todas las biografías cuentan que se enamoró de Sofía Loren (y que tuvieron un affaire, ja!) mientras rodaban en España Orgullo y Pasión, sin embargo las malas lenguas dicen también que se quedó prendado de la galanura de Carlos Larrañaga, y que triunfó...
Rechazó el papel de Humbert en Lolita de Stanley Kubrick por considerarla depravada, y en Charada, dejó bien claro antes de rodar que, el personaje de Audrey Hepburn era el que debía estar atraído por su personaje, y no al revés, debido a la gran diferencia de edad que había entre ambos. Esto explica mucho de lo prisionero que era Archie de Cary Grant, personaje que hasta torpe debía rozar la perfección. En 1980, en una entrevista de TV, el cómico Chevy Chase bromeó acerca de la supuesta homosexualidad de Grant, y éste quiso demandarle ante los tribunales. En un libro de Peter Bogdanovich también se queja de este incidente, e insiste en que él no era gay, “No tengo nada contra los homosexuales, simplemente no soy uno de ellos”.
Su afición al LSD al final de su vida, hablaba de sus bondades a quien quisiera escucharle, y su empeño en conocer a Aldous Huxley, es otro de los aspectos fascinantes de su biografía que ahora mismo empiezo a investigar.

Wednesday, July 04, 2007

cine trans-género

Helmut Berger en La caída de los dioses, 1969

El trasvestismo, ya sea masculino o femenino, se ha utilizado como recurso cómico en la trama de algunas películas desde los mismos orígenes del cine. No es díficil encontrar hombres vestidos con ropa de mujer, y viceversa, con la idea de crear confusión entre roles sexuales: un recurso prestado del cabaret y el burlesque, con los que comparte la paradoja de transgredir los valores sociales, para crear hilaridad, y al mismo tiempo reordenar el orden social establecido y reforzar finalmente el status quo.
Charles Chaplin probablemente es el primero que utilizó este recurso, y lo utilizó en varias ocasiones. Desde Chaplin la mayoría de los cómicos del cine mudo, y también del sonoro, han recurrido al travestismo, entre ellos: Buster Keaton, Harpo Marx, Roscoe "Fatty" Arbuckle, Bob Hope, o Jerry Lewis. Más recientemente Robin Williams o Eddie Murphy.


Es singular el caso del cómico Julian Eltinge. Se especializó en la representación de personajes femeninos. Podemos considerarlo el primer transformista de la historia del cine. Imitó y parodió regularmente a mujeres en el teatro y en el cine entre 1917 y 1927. Fue una de las novias de Las siete ocasiones (una de las películas más fascinantes, y freudianas, de Buster Keaton).

Tootsie. Sydney Pollack, 1982

En las primeras décadas hubo una gran variedad de personajes travestidos con una libertad considerable en su tratamiento. Pero la aparición del cine sonoro y el moralista Código Hays hicieron que prácticamente desaparecieran este tipo de personajes, limitándolos al género de la comedia siempre que no representen "cualquier insinuación de perversión o sexualidad".
El primer actor "no cómico" que recuerdo trasvestido (seguramente habrá otros anteriores) es santo Cary Grant en La novia era él de Howard Hawks. En este caso de nuevo se trastocan los roles sexuales al presentar a un hombre travestido manejado por una mujer dominante obsesionada con el ejército. Pero de nuevo sin salirnos de la comedia. Los filmes de "roles invertidos" parecen rebelarse contra el orden social, militar o económico, pero se resuelve dentro de las convenciones sociales de la época y tienden a reforzar los prejuicios existentes. A este grupo pertenecerían los inolvidables Jack Lemmon y Tony Curtis en Con faldas y a lo loco. Y en los 80 Dustin Hoffmann en Tootsie interpreta a un actor en paro que tendrá que pasarse por mujer para conseguir trabajo y tener éxito.

Víctor o Victoria. Blake Edwards, 1982.

Y también podemos incluir en este mismo grupo a las mujeres que han tenido que disfrazarse y hacerse pasar por hombres: o bien para estudiar como Barbra Streissand en Yentl, o bien para poder cantar como Julie Andrews en Víctor o Victoria. No es tanto una cuestión de trasvestismo como que la sexualidad femenina quede oculta bajo el disfraz de hombre. Aunque en el cine hay menos mujeres que se hayan travestido como hombres, no quiero olvidarme de mencionar a las pioneras: Marlene Dietrich en Morocco y El ángel azul, Greta Garbo en Reina Cristina de Suecia, o Katherine Hepburn en La gran aventura de Sylvia.


P.Swayze, W.Snipes y J.Leguizamo de chicos duros a reinas del tacón

Me está quedando un post larguísimo y sólo he hablado de aquellos films donde aparecen personajes que se trans-visten para conseguir algo, esconderse de alguien, o simplemente como divertimento con la consiguiente confusión entre géneros y roles sexuales, pero donde aún no se quiere mostrar una opción sexual distinta o una identidad trans-género determinada.

¿Raquel Welch es un hombre?

La película más antigua que recuerdo en la que se aborde la transexualidad es Myra Breckinridge, basada en una novela de Gore Vidal y con un transexual bellísimo e imposible encarnado por Raquel Welch. Pensé en Anthony Perkins en Psicosis, pero definitivamente aquello es otra cosa. En el cine underground, como Trash de Paul Morrisey o en las primeras pelis de John Waters, empiezan a aparecer personajes trans-género, como las que hizo con Divine, alguien realmente transgresor que rompió tabúes de género y sexuales.
A partir de la década de los 70 cada vez son más frecuentes ejemplos en el cine comercial, pero habrá que esperar a los años 90 para que la transexualidad sea un tema que aparezca con normalidad. Patrick Swayze, Wesley Snipes y John Leguizamo en A Wong Foo, gracias por todo Julie Newmar, Quentin Crisp como la Reina Isabel I en Orlando, de Sally Potter, John Lone en M. Butterfly, Terence Stamp (Teorema), Hugo Weaving (V de Vendetta) y Guy Pearce (Memento) en Priscilla Reina del Desierto, Hilary Swank en Boys don't cry, o Felicity Huffmann en Transamérica.


-Películas esenciales y algunas debilidades-


1. Ma vie en rose. Alain Berliner, 1997.Una película que debería ser de visión obligatoria en los colegios. Es la Obra Maestra del género. La que muestra de manera más esclarecedora lo dañino de los prejuicios de una sociedad ante lo que teme o desconoce. Ludovico es el único que parece comprender que es una niña atrapada en un cuerpo de niño, que se trata de un error o una travesura de Dios. Una familia en principio tolerante que rápidamente irá sintiendo la transfobia de la sociedad, primero en la escuela, luego el rechazo en el vecindario. Una película sencilla, necesaria, y deliciosa.

2. La ley del deseo.
Pedro Almodóvar, 1987.

Un clásico del cine gay español, y por muchas razones, mi película favorita de Pedro Almodóvar. Se aborda la homosexualidad de manera explícita con una naturalidad inaudita para el cine español hasta ese momento. Y aprendimos que se podía ser transexual y homosexual al mismo tiempo: la primera vez que oí hablar de la homotransexualidad. Carmen Maura es Tina -en la mejor interpretación de su carrera-, un hombre que se cambia de sexo porque su padre se lo pide para poder mantener relaciones sexuales y que en la actualidad es lesbiana "porque los dos hombres más importantes de su vida, su padre y su director espiritual le han abandonado".

3. Divine, Harris Glenn Milstead, en las primeras películas de John Waters, hasta Hairspray.

* escena gore de Pink Flamingos
...y no es la escena de la caca de perro

4. The Crying Game.
Neil Jordan, 1993.
El transexual Jaye Davidson interpretaba a Dil, la novia transexual de un policía negro asesinado por un terrorista del IRA. Mucho mejor que la reciente Desayuno en Plutón, también del mismo director. Y con una canción ya mítica que luego popularizó Boy George: http://www.youtube.com/watch?v=xF59nPVCUsw

5. Trilogía de Nueva York.
Paul Bogart, 1988.
Es una adaptación de la obra de teatro de Harvey Fierstein, muy autobiográfica, escrita e interpretada por él mismo. Fierstein es otro actor que se hizo conocido por sus interpretaciones de drag en el off-off Broadway. Además, en 1983 adaptó para Broadway la historia de La Cage aux Folles (La jaula de las locas) y en el 2003 la adaptación teatral de Hairspray, recibiendo un Tony por el personaje que hiciera Divine en la película de John Waters. Además es columnista ocasional sobre cuestiones gays.

6. The Rocky Horror Picture Show. Jim Sharman, 1975.


Tim Curry en Rocky Horror Picture Show, 1975

La escena de Sweet Transvestite en Rocky Horror Picture Show, una de mis favoritas, con una jovencísima Susan Sarandon.

7. Las aventuras de Priscilla, Reina del Desierto.
Stephan Elliot, 1994.

I Will Survive. Priscilla y sus amigas ensayan su espectáculo en el desierto.

8. Johnny Depp en Before Night Falls (Antes que anochezca).
Julian Schnabel, 2000.
Bon-Bon, con doble vida como militar y como mulero (transporter) con gran capacidad anal. Siempre tan actractivo, tanto de chico como de drag. De cómo los gobiernos persiguen y reprimen cualquier expresión disidente con las ideas del poder: artística, cultural o sexual.
http://www.youtube.com/watch?v=LnPXrFI2r_I


9. Mi querida señorita.
Jaime de Armiñán, 1972.
Mucho antes que Boys don't cry, la transexualidad masculina durante el franquismo, con una interpretación sublime de José Luis López Vázquez. Aunque no se habla de transexualidad en ningún momento, se puede tratar de un caso de hermafroditismo o una malformación genética al nacer, pero lo que la película trata de poner en evidencia es que ante todo somos educación y siglos de cultura. Un señor que ha vivido y ha sido educado como mujer desde que nació y los consiguientes problemas que tiene al reasignarse el género, y tener que empezar a vivir como hombre (con roles que consideramos masculinos).

10. Hedwig and the Angry Inch.
John Cameron Mitchell, 2001.
Película de culto con multitud de fanáticos, entre los que me encuentro. También es una adaptación de un fenómeno teatral que los mismos John Cameron Mitchell y Stephen Trask pusieron en pie en el off-off Broadway. La historia te atrapa desde el comienzo, tanto en el teatro como en el cine mucha gente se ha identificado con la historia de este transexual de la Alemania oriental anclado en el glam-rock que quiere encontrar su otra mitad para acabar encontrándose a sí misma. Música punk grabada en directo mientras se rodaba (condición que consideraban necesaria) por el grupo de Hedwig, The Angry Inch, "La Pulgada Irritada" (en realidad, la banda de Stephen Trask), que hace referencia a lo que le queda a Hedwig entre las piernas después de una fallida operación de cambio de sexo. Las canciones del filme son maravillosas, las letras son esenciales en la trama del film, es el modo que tiene Hedwig para explicarse y explicarnos cómo ha llegado a ser quien es.
Me gustaría acabar este post con unas declaraciones de los artífices de Hedwig. Para Stephen Trask, autor de toda la música y de las letras, "la búsqueda de la otra mitad del propio yo, la búsqueda de aquello que le completa a uno, de la conformidad con uno mismo, la búsqueda de algo parecido a la paz interior o la aceptación del yo no es sólo una experiencia personal, es una experiencia universal. Es algo que puede llegar al corazón de cualquier persona, sea cual sea su sexo, raza, religión o entorno. Es algo que traspasa fronteras y barreras y que hasta puede tender puentes".
Para John Cameron Mitchell "todo lo que hace Hedwig tiene por objeto completarse a sí misma. Y creo que todos los personajes de su grupo también piensan que algo falta en sus vidas; una esposa, un amante, un dios, la realización musical. Todo el mundo busca algo, todo el mundo intenta completar su todo, Hedwig, por supuesto, pero también Tommy Gnosis, Phyllis, Yitzhak y los demás miembros del grupo. Es algo con lo que todos nos identificamos".


Wig in a box. Hedwig acierta con una peluca estilo Farrah Fawcett

* Web Oficial del film.
* The Origin Of Love. (vídeo y letra)
* Hedwig in a Box — Club de Fans Oficial de Hedwig