Friday, April 26, 2013

Drôle de Félix


Félix es un joven de origen magrebí, en paro y seropositivo, que vive con su novio en Dieppe, ciudad costera del Norte de Francia, junto al Canal de la Mancha. Al fallecer su madre, ordenando entre sus cosas, descubre una carta con remite desde Marsella de su verdadero padre, a quien nunca ha conocido y quiere conocer.
Entonces, emprende viaje hacia Marsella, tan sólo con su medicación y una cometa de colores arcoíris como único equipaje, y con el firme propósito de atravesar el país de punta a punta en autostop sin pasar por ninguna de las regiones en las que haya ganado las elecciones la extrema derecha, rodeándolas si hiciera falta, aunque ello le lleve mucho más tiempo. En Rouen, su primera parada, es testigo de un ataque xenófobo que no se atreverá a denunciar.
Por el camino irá encontrándose con diferentes personajes a los que se les presenta como su hermano, su primo, su abuela... una especie de familia ideal que Félix irá formando y eligiendo él mismo durante esta aventura vital: un estudiante de Arte, la mujer con tres hijos de tres padres diferentes, el viejo pesacador...


su hermano

su primo

Dirigida por Olivier Ducastel y su pareja Jacques Martineau.
A Sami Bouajila también le vimos en Los testigos de André Téchiné, por la que ganó un César como mejor actor de reparto.
René Magritte

liberté 

egalité 

fraternité



Scènes de lit (The Virgins) (François Ozon, 1998)
Con Jérémie Elkaïm y Sébastien Charles

Tuesday, April 23, 2013

La Sonrisa Etrusca


—¿Por qué reían de esa manera tan..., bueno, así?
¡Y encima de su tumba, además!

—¿Quiénes?
—¡Quiénes van a ser! ¡Los etruscos, hombre, los del sepulcro!
¿En qué estabas pensando?

—¡Vaya por Dios, los etruscos!...
¿Cómo puedo saberlo? Además, no reían.

—¡Oh, ya lo creo que reían! ¡Y de todo, se reían! ¿No lo viste?... ¡De una manera...! Con los labios juntos, pero reían... ¡Y qué bocas! Ella, sobre todo, como... —se interrumpe para callar un nombre (Salvinia) impetuosamente recordado.
El hijo se irrita. «¡Qué manía!
¿Acaso la enfermedad está ya afectándole al cerebro?»

—No reían, padre. Sólo una sonrisa. Una sonrisa de beatitud.
—¿Beatitud? ¿Qué es eso?
—Como los santos en las estampas, cuando contemplan a Dios.
El viejo suelta la carcajada.
—¿Santos? ¿Contemplando a Dios? ¿Ellos, los etruscos? ¡Ni hablar!
Su convicción no admite réplica. (...) «Este hijo mío...», piensa el viejo. «¿Cuándo llegará a saber de la vida?»
—Los etruscos reían, te lo digo yo. Gozaban hasta encima de su tumba, ¿no te diste cuenta?... ¡Vaya gente!

La sonrisa etrusca


La mente del viejo se queda en suspenso, cavilando: acaba de decir una verdad que nunca antes se le había ocurrido. Cuando sobrevenía una muerte la casa parecía decirles en su silencio: «No os apuréis, aquí quedo yo en pie, siempre, para que sigáis viviendo vosotros.» Eso decía, sí, y además, además...
«¿Sabes, angelote mío? Ahora descubro que nuestras casas no chochean como yo te decía; es que nos hablan de los demás para que sepamos vivir juntos y hacernos todos compañeros, como partisanos en esta guerra que es la vida, porque un hombre sólo no es nada... Eso nos enseñan ellas y por eso, en estas casas muertas de Milán, no se aprende a vivir juntos... ¡Esos rascacielos que le gustan a la Andrea, llenos de gente sin conocerse, sin hablarse, como reñidos! Si hay un fuego, ¿qué?, pues ¡salvese quien pueda!... ¡Así resultan todos: medio hombres, medio mujeres!»
El viejo se asombra de su inesperado descubrimiento y se arrodilla junto a la cuna. Entonces, en su impulso, sí que llega a mover los labios, susurrando audiblemente:
—¡Ahora lo veo claro, niño mío a lo que vengo cada noche!, a hacer aquí una casa nuestra dentro de ésta, a vivir juntos tú y yo, compañeros de partida... Si esta gente no sabe vivir, tú si lo sabrás, porque yo sé... Es a eso, pero nunca se me había ocurrido, sólo ahora, justo a tu lado... Es que a tu lado aprendo, compañero, ¡que cosa!, yo también de ti. No sé cómo, pero me enseñas... ¡Ay, Brunetino mío, milagro mio!
José Luis Sampedro

Friday, April 19, 2013


Keith Carradine — I'm easy
Nashville (Robert Altman, 1975)

Thursday, April 11, 2013

5 Bigas 5













Las edades de Bigas Luna


Jamón, jamón, 1992.—
Puede que no sea una obra maestra, pero se le parece bastante. Abre así su Trilogía ibérica, con la que logra fusionar sus dos pasiones: el sexo y la gastronomía, y da rienda suelta a su particular inventario de algunos de los iconos y símbolos patrios: el jamón y la tortilla de patata, la paella y los huevos fritos. La corrupción urbanística, Julio Iglesias, el flamenco y los toros a la luz de La teta y la luna. Nunca le agradeceremos lo suficiente que descubriera el talento para el cine de Javier Bardem y Penélope Cruz. Con la maravillosa Anna Galiena, como regalo. Es su peli más aplaudida.



Bilbao, 1978.—
Para Roman Gubern, gurú de la cosa esta del Cine, “La deslumbrante irrupción de Bilbao en el paisaje cinematográfico español supuso una saludable conmoción en los días turbulentos de la transición política española hacia la democracia”. Angel Jové, el que fuera su actor fetiche en la primera época, está obsesionado con la prostituta Bilbao, interpretada por Isabel Pisano. Su posesivo amor es el que le lleva, igual que en ¡Atame!, a secuestrarla y atarla. Rodada en 16 mm, sin apenas presupuesto, casi se queda olvidada en el cajón. Gracias a Marco Ferreri, gran defensor del film, Bilbao se presentó en Cannes'78, y pudo estrenarse en Italia. De ella, dijo El País: “Experimento visceral y violento empeñado en alcanzar el límite”.



Lola, 1986.—
La primera película que vi de Bigas Luna. Lola es una chica de pueblo que trabaja en una fábrica de zapatos, le gustan los melocotones, y mantiene una relación insana, casi animal, con Mario. Huye a Barcelona, rehace su vida, pero el pasado siempre vuelve, y a ella le va la marcha... Una fascinante Angela Molina, con la que estuvo a punto de repetir en Las edades de Lulú, pero al francés de su marido no le gustó nada el alto contenido sexual del guión. Feodor Atkine da mucho miedo, la complicidad de la entonces pareja Patrick Bauchau y Assumpta Serna, y Ariadna Gil en su primerísima película. Hay que reconocer que tenía una habilidad especial para descubrir caras nuevas. Además de los ya citados, Jordi Mollà, Verónica Echegui, Francesca Neri o Biel Durán.



Angustia, 1987.—
Con Angustia cierra la Trilogía negra, que conformarían Bilbao, Caniche, y ésta. Una película que trata de un psicópata que ve una película sobre un psicópata que vive dominado por su madre, la poseedora de la mayor colección de ojos de la ciudad. Cine dentro del cine, una experiencia hipnótica, películas que caben dentro de otras, como muñecas rusas. Se intentó que Bette Davis interpretara a la madre, pero finalmente lo hizo Zelda Rubinstein, la conocida medium de Poltergeist. Un lujo para el cine español. También dirigió, entre otros, a Dennis Hopper, Benicio del Toro, Anita Ekberg o Stefanía Sandrelli.



La camarera del Titanic, 1997.—
Segunda película de la inacabada Trilogía italiana, que inicia con Bámbola (aunque yo las encuentro las más diferentes). Casi pasó desapercibida, nos muestra un Bigas elegante, en un film de época, alejado bastante de sus excesos habituales. Un obrero gana una carrera cuyo premio es una noche de hotel para poder asistir a la botadura del Titanic y verlo zarpar. Allí, pasará la noche con una misteriosa joven que dice ser una camarera del Titanic, no tiene alojamiento, y debe embarcar en unas horas. Tengo especial cariño a esta peli, no sólo por Olivier Martínez, que también, sino por dos de los momentos más bellos de toda su obra: la carrera del principio, y el final, con una botella de champán, fálica, como no podía ser de otro modo en el cine de Bigas Luna. Marca de la casa.

Tuesday, April 02, 2013

Siete


Siete, el número perfecto. Un número mágico: siete notas musicales, los colores del arco iris. Religioso: las siete virtudes contra los siete pecados capitales, los siete cielos musulmanes y las siete puertas del infierno. Un candelabro de siete brazos. Siete días le llevó a Dios la Creación (seis, porque en el séptimo descansó). Los Chakras del cuerpo humano. Siete son los días de la semana. Creo que podría contar mi vida por septenios. Las Siete Calles de Bilbao. Siete mares, siete planetas (ocho, con la Tierra). Siete Maravillas del Mundo. Los Siete Sabios de Grecia, los siete reyes de Roma, ciudad de las siete colinas. Los enanitos de Blancanieves. Siete novias para siete hermanos, Los siete magníficos, Los siete samuráis, Siete mujeres de Ford, o Se7en: el Cine es el séptimo arte.
Celebramos siete añitos ya de un viaje imposible. Me gusta el 7. Siete vidas tiene un gato, seis vidas ya he quemado, y esta última, la quiero vivir a tu lado.


Fleetwood Mac — Seven Wonders