
A diferencia de las guerras y de los actos violentos, la paz no estalla. No hace ruido, ni se manifiesta de manera estruendosa, salvo que alguien decida celebrarla de esa forma, con fuegos de artificio, cánticos o desfiles. No es complicado darse cuenta de que la paz es, en realidad, el fin de una anormalidad, de un desorden moral y cívico, de una monstruosa aberración por la que algunas personas se creen con el derecho a destrozar vidas ajenas. Una anormalidad que es el resultado de una posición ideológica insostenible, por la que se pretenden defender planteamientos legítimos que dejan de serlo en el momento mismo en que se recurre a la violencia. Esta paz que nos llega ahora es también de naturaleza silenciosa, porque tiene una parte de alegría y otra de tristeza, y quizás no haya que festejarla ni hacer de ella una bandera, pero es hermosa...
...estaba ayer en Bilbao, paseando por calles repletas de personas. No había nada parecido a fuegos artificiales o a un día festivo. Simplemente la normalidad de la gente que sale del trabajo o va al trabajo, que camina apresuradamente. Todo normal, como hubiéramos querido que fuera siempre y como esperamos que sea a partir de ahora.
Que mi pie te despierte, sombra a sombra
he bajado hasta el fondo de la patria.
Hoja a hoja, hasta dar con la raíz
amarga de mi patria.
Que mi fe te levante, sima a sima
he salido a la luz de la esperanza.
Hombro a hombro, hasta ver un pueblo en pie
de paz, izando un alba.
Que mi voz brille libre, letra a letra
restregué contra el aire las palabras.
Ah, las palabras. Alguien heló
los labios -bajo el sol- de España.Blas de Otero

1.— Desocupación de la esfera, Bilbao.2.— Construcción Vacía, Donostia.HABLO DE NOSOTROS
(no sé si es un poema),
hablo de nosotros que no somos sencillos,
pero sí vulgares (como se comprende).
Hablo sin tristeza (y no porque esté alegre),
sin resentimiento (mi odio es de agua fría);
hablo de nosotros y alguien debe entenderme.
Hablo serenamente.
Necesito muy poco
(por ejemplo, mi tiempo);
necesito gastar dinero sin pensarlo,
besar dos o tres bocas (sin comprometerme).
Necesito lo justo (superfluo si calculo),
un delirio alegre (razonable en el fondo);
necesito lo poco que nadie quiere darme,
lo mucho que es un hombre.
Pero soy blando y tonto
(¿quién al fin no llora?);
soy de fango informe que dulcemente arrastra,
de tierra que a ti me une.
Soy de miseria pura (o de amor infinito),
soy de nada, del todo que al mirarte comprendo,
¡oh pequeño, pequeño, pegajoso, tan tierno,
tan igual a mi!
Gabriel Celaya
Mikel Erentxun & Amaia Montero — Lau Teilatufrom debolex films on Vimeoeta berriz izango gara zoriontsu
edozein herriko jaixetan
y de nuevo seremos felices
en las fiestas de cualquier pueblo