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Friday, October 08, 2010

El cuerpo HOMO erótico en los 50


es que... esta noche me duele la cabeza


¿otra veeez?


¡¡¡...?...!!!

«Creo que la razón primordial por la que existimos, por la que vivimos en este mundo, es el descubrimiento»
James Dean


Si algo debemos agradecer al ejército norteamericano es el cambio cultural que se produjo respecto al cuerpo masculino después de la Segunda Guerra Mundial. Las fuerzas armadas, en un intento desesperado por mantener su tropa y animar a otros a reclutarse, empezaron a promover la publicación de fotos de marines atléticos y saludables (de raza blanca); en revistas como Life y similares se mostraban soldados sin camisa o en bañador, luciendo cuerpos musculados. Nace el pin-up masculino. Desde entonces, la cultura popular a través de la publicidad, la música, y particularmente a través del Cine, ha ido construyendo una imagen consciente de “lo masculino”. Y Hollywood impuso ese ideal al mundo: un hombre fuerte, viril e íntegro. Frente a los códigos del “macho”, p.e. “el vaquero” Wayne, “el duro” Bogart, o “el héroe” Cooper, aparece un joven de su tiempo, con nuevos valores e ideales, rebelde pero sensible, en lucha consigo mismo y contra el sistema. Los actores que surgen durante la década de los 50, además de guapos guapísimos, destacan por su formación teatral, todos ellos pasaron por el Actor's Studio. Marlon Brando, James Dean, Montgomery Clift y Paul Newman: son los antihéroes del cine moderno, y ayudaron a toda una generación a eliminar algunos tabués de la sociedad de su época.
Dentro de este contexto, me gustaría subrayar en este post el entusiasmo con el que gays (las lesbianas aún eran invisibles) se apropiaban de la mínima referencia a la homosexualidad en la pantalla, por muy ambigua que sea, aunque venga de un personaje de reparto y esté muy muy escondida. Y hoy seguimos haciéndolo, al menos con el cine clásico. Me centraré en estos ejemplos, porque puedo terminar hablando del vaquero de Marlboro o, de Schwarzzie y su Terminator.

* * * * *



Rebelde sin causa (Elia Kazan, 1955)

Sal Mineo, igual que en la vida real, era "amigo" de Dean más allá de la admiración, del mismo modo que Platón le idolatraba en Rebelde sin causa. Jimmy era como su protector. En su primer encuentro en la comisaría le dice: «¿Quiéres mi chaqueta?, ¿está calentita?». La ausencia de una figura paterna camufla un deseo homosexual, patente en las miradas constantes que le lanza. «¿Quiéres venir a mi casa? Estoy solo. Podríamos charlar, desayunar. ...como hacía con mi padre. ¡Ojalá hubieras sido tú mi padre!». Natalie Wood también repara en ello: «Deberías haberle escuchado, hablaba de ti como si fueras el héroe del Mar de China».
En la última escena Jim le sube la cremallera de su chaqueta porque Platón siempre tenía frío... Sal Mineo repite el mismo rol en Crime in the streets, pero esta vez su objeto de deseo es John Casavettes, a quien tampoco puede evitar mirar fascinado. Es muy interesante también el rol de Mark Rydell, director de La Rosa y En el estanque dorado, aunque no se dice que sea homosexual, su personaje es muy amanerado; y un sádico en sus actos, pero esto daría para otro post.


Crime in the streets (Don Siegel, 1956)




«Su homosexualidad
era algo más que James tenía que llevar consigo desde niño,
no lo gritaba a los cuatro vientos, ni sentía vergüenza por ello,
pero nunca lo dijo en público, solo lo sabían sus amigos más íntimos,
las personas con las que convivió o trabajó,
y la disfrazaba con un cinismo festivo»
Elizabeth Taylor
«Lo único que Monty deseaba
era que representáramos todo el día Té y Simpatía»


Un lugar en el sol (George Stevens, 1951).

«No soy ni un joven rebelde, ni un viejo rebelde, ni siquiera un rebelde cansado, sino simplemente un actor que trata de hacer su trabajo con el máximo de convicción y sinceridad»
Monty

Montgomery Clift fue el más atormentado de todos ellos por su sexualidad, tanto que nunca pudo ser feliz en su vida personal. Al contrario que sus compañeros poseía una educación exquisita. Al morir su madre, empezó a salir con mujeres mayores buscando protección femenina, pero siempre tuvo amantes masculinos más o menos duraderos. El miedo a reconocer su homosexualidad le hizo sufrir toda la vida, la no-aceptación fue el origen de muchos de sus problemas: una excesiva afición al alcohol, los fármacos y otras drogas, un trágico accidente que le desfiguró la cara, estuvo a punto de morir en un incendio, y poco después fallecía de un ataque al corazón con 45 años. Con su buena amiga Liz Taylor sólo mantuvo una relación materno-filial, a pesar de que ella tenía 17 y él casi 30 cuando se conocieron. Gracias a ella pudo incorporarse al rodaje de El árbol de la vida, y consiguió imponerle en los repartos de De repente, el útimo verano y Reflejos en un ojo dorado, que finalmente interpretó Brando al fallecer Monty.
Y protagoniza una de las escenas homoeróticas más famosas del Western en Río Rojo de Howard Hawks. Durante el rodaje sufrió las burlas de John Wayne y Walter Brennan ("demasiado" educado para ellos, tampoco Monty soportaba sus rudos modales ni su conservadurismo). Solamente John Ireland parecía ocuparse de él.


Río Rojo (Howard Hawks, 1948)
Cherry (John Ireland): Es una pistola muy bonita esa que llevas, ¿puedo verla?...
Matt (Montgomery Clift se extraña con la proposición, se rasca la nariz, mete la mano en la funda, saca el arma, y se la pone en su mano).
Cherry: A lo mejor te gustaría ver la mía.
(Intercambian sus armas. Matt no parece prestar mucha atención a la pistola de su compañero, pero Cherry alaba su revólver).
Cherry: Bonita, muy bonita... Sólo hay dos cosas más hermosas que un arma: un reloj suizo y una mujer ...no importa de dónde. ¿Alguna vez has tenido un buen reloj suizo?
Matt no contesta. Empiezan a disparar sobre unas latas vacías.
Ambos elogian la puntería del otro:


Cherry: Sí, ahora sé quien eres. Eres Matthew Garth, ¿verdad?
Matt: Sí, así es.
C.: Eres tan bueno como dicen que eres. Quizás tan bueno como yo.
M.: Yo dejaría espacio para un tercero.
C.: ¿Sí? ¿Quién? ¿Es tan bueno?
M.: Dunson. Él me enseñó.


* * * * *

«La gente me decía que me comportaba como Brando incluso antes de saber quien era Brando. No me molesta la comparación, pero tampoco me halaga»
James Dean














Un tranvía llamado deseo (Elia Kazan, 1951)

Marlon Brando aúna en sí mismo varios iconos culturales, la camiseta sudada, la mantequilla y la chaqueta de cuero, un elemento más que indispensable en el uniforme de los leathers.






















Johnny,

I love you


Siempre había sospechado que había algo homoerótico en la brutal rivalidad entre los personajes de Johnny (Marlon Brando) y Chino (Lee Marvin) en El Salvaje. ¡Esa violencia! no es normal! El look de Brando sigue vigente como arquetipo gay, muy recurrente en particular en el ambiente leather. Me ha costado encontrar información sobre ello. Pero tenía razón.
http://www.filmforno.com/ The Wild One.


El Salvaje (László Benedek, 1953)





Picnic (Joshua Logan, 1955)

El pecho desnudo de William Holden fue un enorme escándalo cuando se estrenó Picnic en Estados Unidos. Los subtextos gays de las películas de Charlton Heston le sacaban de quicio. No entendía nada.


Ben-Hur (William Wyler, 1959)



Ostras y Caracoles...








Spartacus (Stanley Kubrick, 1960)

Craso (Laurence Olivier):
¿Robas, Antonino?

Antonino (Tony Curtis):
No, Amo.

— ¿Mientes?
— No, si puedo evitarlo.
— ¿Has deshonrado alguna vez a los dioses?
— No, Amo.
— ¿Te reprimes de todo vicio para respetar las virtudes morales?
— Sí, Amo.
— ¿Comes ostras?
— Cuando las tengo, Amo.
— ¿Comes caracoles?
— No, Amo.
— ¿Consideras moral comer ostras e inmoral comer caracoles?
— No, Amo. Claro que no.
— Cuestión de gustos, ¿no?
— Sí, Amo.
— Y el gusto no es lo mismo que el apetito, y por tanto no se trata de una cuestión de moralidad, ¿no es así?
— Podría verse de esa manera, Amo.
— Es suficiente. Mi toga, Antonino.
Mi gusto incluye... tanto los caracoles como las ostras.


Tony Curtis falleció el pasado 29 de septiembre. En Trapecio estaba mono, pero me van más tipo Burt Lancaster. Al lado de Kirk Douglas pasa desapercibido en Espartaco y Los Vikingos. Mi favorita de las suyas es Con faldas y a lo loco, pero aquí también me quedo con Jack Lemmon. Un día después moría Arthur Penn: El zurdo, El milagro de Ana Sullivan, La jauría humana o Bonnie & Clyde. Uno de los Grandes.



El zurdo (Arthur Penn, 1958)

Hay dos films de Arthur Penn que sirven para este análisis: El zurdo es un extraño western que muestra a un ambiguo Billy el Niño, un adolescente inadaptado que acabará como criminal. Paul Newman vino a llenar el hueco dejado por las prematuras muertes de Monty Clift y Jimmy Dean. Citar también La gata sobre el tejado de zinc, donde volvía a interpretar a un joven homosexual de un modo mucho más explícito.

Y Bonnie and Clyde. Fue Warren Beaty quien le propuso a Penn la reconstrucción de la biografía de los famosos atracadores Bonnie Parker y Clyde Barrow. En este film la homosexualidad es sustituida por la impotencia. Sea como fuere, Bonnie sin poder llevárselo a la cama... Como ya hiciera en El zurdo, muestra tan sólo unos personajes que son el reflejo de la sociedad en la que viven.





* * * * *

El caso Wilson.
(Continuará...)
* * * * *


YO QUIERO SER UN MACHO MAN: La representación camp de la masculinidad en la identidad gay-leather. Alfonso Ceballos Muñoz.
Bob and the Beefcake Boys. Hunk du jour.
http://elsolonline.com/ Rock Hudson: el príncipe valiente.
Montgomery Clift: la homosexualidad como una losa. Joaquín de las Heras.

Thursday, September 30, 2010

James Dean

(8.feb.1931 – 30.sept.1955)

«Vivió airadamente, toreando día a día al riesgo, y murió como si hubiese elegido personalmente la forma de abandonar el falso mundo que le rodeaba. Quizás le había tocado jugar un papel el del adolescente introvertido que el mundo del cine había sublimado, haciendo de él un arquetipo. Pero en el fondo, todo el tinglado de la farsa no hacía sino agudizar su tristeza, su desesperada soledad, el vacío de una existencia que luchaba por encontrar su lugar al sol».
Las estrellas: Historia del cine en sus mitos.


James Dean murió con tan sólo 24 años, sin saber el ídolo que llegaría a ser. Después de 55 años, y solamente con tres películas, el mito aún sigue vivo, intacto. Tras un primer intento fallido en Hollywood, se trasladó a Nueva York al Actor’s Studio. Su gran carisma hizo que Arthur Kennedy le eligiera como compañero en See The Jaguar, donde torturaba a Jimmy y le encerraba en una jaula.
En su siguiente trabajo, The Inmoralist, adaptación de una obra de André Gidé, sorprendió con su interpretación de un árabe homosexual. Elia Kazan se fijó en su talento y le llamó para interpretar a Cal Trask, el protagonista de Al Este del Edén. Nacía el mito.











Al Este del Edén (Elia Kazan, 1955)

«En James Dean se ve reflejada la juventud actual, menos por las razones que se suelen citar, violencia, sadismo, frenesí, pesimismo y crueldad, que por otras más simples y cotidianas: pudor de sentimientos, fantasía vital, rigurosa pureza moral, embriaguez, orgullo y pesar por sentirse fuera de la sociedad»
François Truffaut.

En un principio se pensó en Marlon Brando y Montgomery Clift (la pareja tampoco hubiera estado nada mal) para los hermanos rivales Cal y Aaron —adaptación de la novela de John Steinbeck que actualiza el mito de Caín, Abel y el paraíso perdido—, pero Kazan quería que ambos papeles recayesen en actores desconocidos. Para el hermano mayor ya tenía un candidato fijo: Richard Davalos, una joven promesa que nunca llegó a cuajar. Para el personaje de Cal, el favorito parecía ser Paul Newman. Ambos hicieron la prueba juntos. Paul lucía pajarita y un cigarro en la oreja: representaba lo que Hollywood entendía por un adolescente. Jimmy sin embargo era la adolescencia misma: no hubo discusiones, el papel fue suyo. Paul Newman se quedó hundido tras no conseguir el papel, pero pronto alcanzaría al estrellato; es más, con la muerte de Dean pudo heredar dos filmes especialmente escritos para éste: Marcado por el odio y El zurdo, del recién fallecido Arthur Penn.


Casting para Al Este del Edén



En Al Este del Edén, James Dean mostraba —por primera vez en el cine— el retrato de un verdadero adolescente: un joven con dudas y complejos, siempre a la defensiva, atormentado, pero seguro de sí mismo, sensible y violento al mismo tiempo. Un paso más allá del hasta entonces arquetipo de la época. Personaje que luego prolongaría en sus dos siguientes películas. Nicholas Ray, nada más verlo, supo que había encontrado al único actor que podía dar vida a Jim Stark, el protagonista de Rebelde sin causa.








Rebelde sin causa (Nicholas Ray, 1955)

Rebelde sin causa es la historia de tres adolescentes problemáticos que se sienten incomprendidos por sus padres. Película mítica de Nicholas Ray, que da nombre a un quasi género, que supuso el debut de una nueva generación de actores. Además del trío protagonista: James Dean, Natalie Wood y Sal Mineo —que, curiosamente, los tres murieron jóvenes y en trágicas circunstancias— debutaban otros, como Dennis Hopper o Corey Allen, el antagonista de Jim Trask.

«Ni siquiera pretendo ser 'el mejor'. Quiero volar tan alto que nadie pueda alcanzarme. No para demostrar nada, sólo quiero llegar a donde se debe llegar cuando entregas tu vida entera y todo lo que eres a una única cosa»
James Dean


Casting para Rebelde sin causa

Nicholas Ray tuvo claro que ellos serían los elegidos para dar vida a esta especie de 'familia alternativa' que conforman Jim, Judy y Platón, desde que vio la química que surgió entre los tres en las pruebas de selección. Sal Mineo y Natalie Wood fueron nominados como mejores actores de reparto. Nicholas Ray sólo fue nominado como guionista. Ni como director, ni la película, ni James Dean, que fue nominado ese mismo año por el protagonista de Al Este del Edén. Natalie Wood perdió el Oscar en favor de Jo Van Fleet, que era la madre ausente de Jimmy en el film de Kazan.

Mama Kate: Hoy vienes tú con la pretensión de que te dé 5000$ para devolver a tu padre lo que ha perdido. Tiene gracia.
Cal: Bueno, él no se enteraría nunca de dónde salieron.
Por supuesto, pero no deja de tener gracia. Tu padre, el hombre más digno que existe, tan digno que creyó que me bastaba con su pureza, y ahora te doy cinco mil dólares que vienen de donde vienen parar salvar esa pureza. Si no crees que tiene gracia es mejor que dejes de estudiar. En fin.



En Gigante, de George Stevens, volvía a coincidir con Sal Mineo y Dennis Hopper. Allí conoció a su íntima amiga, la mariliendres Elizabeth Taylor, a Rock Hudson (sólo ella sabe lo que hubo entre ambos), y a Mercedes McCambridge, para completar el ambiente queer del rodaje.







Gigante (George Stevens, 1956)

«Vive rápido, muere joven y deja
un bonito cadáver."

Siempre suele atribuirse a James Dean esta frase, erróneamente, porque nunca debió pronunciarla. Tampoco aseguraría yo que dijera alguna vez: «Hay que vivir deprisa, la muerte llega pronto», o «la única grandeza del hombre es la inmortalidad», pero quedan tan bien para su biografía. Yo me quedo con ésta: si no la dijo, debiera ser suya: «Sueña como si fueras a vivir para siempre. Vive como si fueras a morir hoy».

«Sea lo que sea lo que llevo dentro que me hace lo que soy, es como una película. Las películas sólo funcionan en la oscuridad, si las abres del todo y dejas que entre la luz, las matas».




http://www.jamesdean.com/
http://bajoelsignodelibra.blogspot.com/el-boulevard-de-los-suenos-rotos.

Sunday, March 23, 2008

La pasión según James Dean










Elizabeth Taylor y James Dean: de santas y dioses

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James Brown - It's A Man's Man's World (1966)