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Monday, September 23, 2013

¿Qué he hecho yo para merecer el Premio Donostia?


Tigres de papel (Fernando Colomo, 1977)


¿Qué he hecho yo para merecer esto? (Pedro Almodóvar, 1984)


Extramuros (Miguel Picazo, 1985)


La ley del deseo (Pedro Almodóvar, 1987)


Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar, 1988)


¡Ay, Carmela! (Carlos Saura, 1990)


Sombras en una batalla (Mario Camus, 1993)


La alegría esta en el campo (Étienne Chatiliez, 1995)


La Comunidad (Alex de la Iglesia, 2000)


Carta a Eva (Agustí Villaronga, 2012)


¡Nena, Tú vales mucho!



La ley del deseo (Pedro Almodóvar, 1987)

Wednesday, August 29, 2012

homenaje a Ingrid Bergman

(29.ago.1915 - 29.ago.1982)

«A veces, cuando estoy despierta por la noche,
me pregunto si no he vivido.
Y me pregunto si le pasa también a todo el mundo.
O si hay gente que tiene más talento para vivir que otros.
O si hay gente que nunca vive, sino que sólo existe.

Entonces soy presa de la ansiedad.
Veo una fea imagen de mí misma. Nunca he crecido. Mi cara y mi cuerpo han envejecido. Estoy acumulando recuerdos y experiencias. Pero, dentro de todo, ni siquiera he nacido».
Sonata de Otoño

Gordon Parks
...durante el rodaje de Stromboli (1950), de Roberto Rossellini.

Monday, February 27, 2012

Meryl Streep


¡Por fin! anoche Meryl Streep subía al escenario del teatro antes conocido como Kodak para recoger su tercera estatuilla —con todo el patio de butacas puesto en pie— por su incontestable recreación de Margaret Thatcher, La Dama de Hierro. Fue el momento de la noche, lo deseaba desde su inolvidable Francesca de Los puentes de Madison. Después de 17 nominaciones uno puede pensar que lo ha ganado muchas veces, pero han pasado casi 30 años desde que se lo llevara por La decisión de Sophie, considerada como una de las mejores interpretaciones de todos los tiempos. Su primer Oscar, que se olvidó en el retrete, lo había ganado tres años antes como actriz de reparto por Kramer contra Kramer.

La decisión de Sophie (Alan J. Pakula, 1982)

Truman Capote decía de ella que tenía "cara de pollo". Katherine Hepburn la detestaba: era la actriz joven que menos le gustaba, y eso, sin saber siquiera que iba a pulverizar su récord de nominaciones a los Oscar. Bette Davis en cambio le envió una carta al principio de su carrera para decirle que la consideraba su sucesora. Debutó en Julia junto a Jane Fonda, apenas dos escenas: yo la conocí en la serie de TV Holocausto. Con éxito desde el principio: El cazador con Cimino, Manhattan con Woody Allen. Venerada y detestada por todos a partes iguales, pero nunca indiferente: yo la amé en Silkwood, Enamorarse o La mujer del teniente francés (El año de Memorias de Africa mi favorita era Whoopi Goldberg, ganó Geraldine Page). Pero también he tenido épocas que no la soportaba: la odié en Un grito en la oscuridad y, especialmente, en La casa de los espíritus donde coincidía con Glenn Close, su eterna amiga-rival. Reina del melodrama, ha sabido reírse de sí misma: La muerte os sienta tan bien, Vida y amores de una diablesa. Y sólo con su presencia se han conseguido salvar los muebles en productos como El diablo viste de Prada o Mamma Mía!.

Los puentes de Madison (Clint Eastwood, 1995)

Ninguna otra actriz puede decir que el período más largo que ha transcurrido sin ser nominada a los Oscar, desde su primera candidatura en 1978, ha sido de cinco años (fue en los 90, desde la amable Postales desde el filo hasta la lacrimógena Los puentes de Madison). La película de Clint Eastwood supuso mi reconciliación incondicional con ella (no puedo evitar llorar siempre en la escena que todos imagináis). Tampoco quiero olvidarme de Adaptation (El ladrón de orquídeas), ni de Las horas, la réplica perfecta a los personajes que bordan Nicholas Cage y Ed Harris respectivamente.

La Dama de Hierro (Phyllida Lloyd, 2011)

Con éste su tercer premio de la Academia, Meryl Streep alcanza a Ingrid Bergman, Jack Nicholson y Walter Brennan, los únicos que tienen tres Oscars, únicamente superados por Katharine Hepburn, que tiene cuatro, todos ellos como protagonista. (Glenn Close, para quien Albert Nobbs era su sexta candidatura, acompañará desde ahora a Thelma Ritter y Deborah Kerr en el grupo de las actrices más nominadas sin Oscar). En los Globos de Oro tampoco tiene rival (de 26 nominaciones, 8 premios).

Algunos de sus mejores momentos:



filmografía.-

Sunday, January 16, 2011

Sunday Girl 3: las chicas del western crepuscular

Angie Dickinson

Empezó su carrera en TV, en series del oeste o policiacas, dobló a Sara Montiel en Yuma(!), y realizó varios westerns sin importancia hasta que Hawks le dio su gran oportunidad en Río Bravo: Feathers, una jugadora de poker compulsiva que John Wayne no sabe si encarcelar o besarla: con este personaje se gana el respeto como actriz y un lugar en la Historia del Cine y del Western. Hizo sus grandes películas durante los 60: La cuadrilla de los once (Ocean's Eleven), y por esto, miembro del Rat Pack; participó en La jauría humana de Arthur Penn, junto a Brando o Redford; y en las imprescindibles Código del Hampa (The Killers) de Don Siegel, y A quemarropa (Point Blank) de John Boorman, ambas junto a Lee Marvin.
De femme fatale en los 60 a La mujer policía más famosa de los años 70. La Sargento Pepper, icono de los 70, es probablemente su personaje más recordado. Recibió todos los premios posibles, hasta la misma Policía de Los Angeles: en todo el país se multiplicaban las solicitudes de mujeres que querían emularla. En 1980 regresa a la pantalla grande con Vestida para matar, el homenaje de Brian De Palma al maestro Hitchcock. La persecución a la Dickinson es lo mejor de la película, nos trae ecos de la Kim Novak de Vértigo o Janet Leigh en Psicosis. Desde que rechazó protagonizar Dinastía -papel que finalmente fue a parar a manos de Linda Evans-, no ha trabajado mucho. La última vez que la vi fue en Cadena de favores, como la madre indigente y alcohólica de Helen Hunt.

Angie Dickinson y Stella Stevens compartieron belleza y un Globo de Oro
a las recién llegadas más prometedoras de 1960.


Stella Stevens

Fue modelo, actriz, directora y productora. Portada de Playboy en 1960, 1965 y 1968: y la revista la consideró entre las 100 actrices más sexys del siglo XX (la n.23; Angie, la 42). Protagonizó Girls! Girls! Girls! con Elvis Presley, y, El profesor chiflado, junto a Jerry Lewis, ambas de 1962. Otros trabajos importantes suyos: La aventura del Poseidón, Nickelodeon, y la serie Flamingo Road...
Nunca estuvo tan maravillosa como en La balada de Cable Hogue de Peckinpah. Interpreta a Hildy, una atractiva prostituta que quiere dejar de serlo y sueña con poder marcharse a San Francisco. Jason Robards es Cable Hogue, un viejo vaquero que encuentra agua en el desierto, y cuyo deseo es establecerse allí con Hildy, de la que se ha enamorado.

De dulce pin-up a la odiosa suegra de Sabrina, el Angel de Charlie

Andrew Stevens

No sé si alguien más recordará El bastardo, la serie de TV con la que triunfó el hijo de Stella Stevens en nuestro país. Los fanáticos de Los Angeles de Charlie le conocíamos ya como marido de Kate Jackson.


Butterfly Mornings and Wild Flower Afternoons
— Stella Stevens & Jason Robards

Friday, January 29, 2010

Jean Simmons

(31.enero.1929 - 22.enero de 2010)

Aunque tarde, y después de los estupendos homenajes que habéis dedicado muchos de vosotros a Jean Simmons, yo también quería recordarla en el blog. Si bien nunca fue una rutilante estrella de Hollywood, pertenece por derecho propio, junto a Deborah Kerr, Maureen O'Hara, Gene Tierney, Janet Leigh, incluso Jane Wymann, a un grupo de destacadas actrices que siempre jugaron en la Primera División. Tenía 80 años.
De sus inicios como actriz en Inglaterra destacan dos nombres: David Lean, que le dio su primera gran oportunidad en la adaptación del clásico de Dickens Great Expectations, y Laurence Olivier, que contó con ella para ser Ofelia en la versión cinematográfica de Hamlet, con la que consiguió su primera nominación al Oscar. En 1949, como una anécdota curiosa, interpretó en La isla perdida (The Blue Lagoon) el mismo personaje que hiciera famoso Brooke Shields en El lago azul 30 años después.


1950 es un año fundamental. Se casa con Stewart Granger. Rodaron cuatro películas juntos, de las que la más conocida probablemente sea La reina virgen. Además conoce al magnate Howard Hughes: la contrata para la RKO, y se instala definitivamente en Hollywood, se dice que fueron amantes. A él se debe Cara de ángel, de Otto Preminger donde trabaja por primera vez con Robert Mitchum. Hasta cuatro veces coincide con Victor Mature: en la popular La túnica sagrada tiene que elegir entre el esclavo cristiano y el soldado romano que interpretaba Richard Burton. Y Horizontes de grandeza con Gregory Peck, y con Spencer Tracy en La actriz, una de sus películas favoritas.

La Sargento Sarah Brown en Ellos y ellas

Fue amante de un Napoleón con la cara de Marlon Brando en Desirée. La química entre ellos fue tan grande que les volvieron a llamar para la adaptación cinematográfica del musical Guys and Dolls, donde ella hace de la Sargento Sarah Brown, una joven moralista del Ejército de Salvación que se resiste a los encantos del chico malo.

Varinia en Spartacus

En 1960 interpreta a los dos personajes por los que pasará en mi opinión a la Historia del Cine: es Varinia, la compañera perfecta de Kirk Douglas en el clásico de Stanley Kubrick, y la inolvidable Hermana Sharon, enamorada del charlatán y atractivo Elmer Gantry, o Burt Lancaster en El fuego y la palabra. El film fue dirigido por Richard Brooks, que se convertiría en su segundo marido, con el que también rodó Con los ojos cerrados, su segunda nominación al Oscar.
En TV la recordamos sobre todo como la matriarca de El pájaro espino. También formó parte del amplísimo reparto de Norte y Sur.

La Hermana Sharon en El fuego y la palabra


Ellos y Ellas (Guys and Dolls, 1955) de Joseph L. Mankiewicz

Wednesday, September 16, 2009

Lauren Bacall: 85 años

La Bacall
"Nací cuando ella me besó, morí el día que me abandonó, y viví el tiempo que me amó"
Humphrey Bogart, En Un Lugar Solitario.

Trabajaron juntos hasta en 4 ocasiones. Bogart también la quería como compañera de reparto en el film de Nicholas Ray, pero finalmente la hizo junto a Gloria Grahame.
Se conocieron en Tener y no tener, ella tenía 19 años, se casaron al año siguiente, y sólo les separó la muerte. Y en El sueño eterno, Senda tenebrosa y Cayo Largo. Después, se volvió a casar con Jason Robards, pero siempre será la viuda de Bogart.

De todos los cafés del mundo...
tuvo que elegir el mío.
Bogart en Casablanca.


Hoy cumple 85 años, y es una de las pocas leyendas vivas del cine clásico que aún sigue en activo. Con Lars Von Trier trabajó en Dogville y Manderlay.
En la próxima edición de los Oscar le van a entregar un óscar honorífico por toda su carrera.

Su filmografía completa.


Anybody got a match?

"Conmigo no tienes que fingir, Steve.
No tienes que decir nada. No tienes que hacer nada.
Si me necesitas, sólo tienes que silbar.
Sabes como silbar, ¿verdad, Steve?
Sólo tienes que juntar los labios y soplar."


Tener y no tener (Howard Hawks, 1944)

Thursday, February 12, 2009

pequeños papeles, Grandes Actrices

The Women, George Cukor, 1939

Desperdigados por los rincones de la acción, perdidos a veces en una esquina del fotograma, protagonistas de algunos planos ocasionales o interlocutores privilegiados de la estrella en secuencias de tránsito, los actores secundarios son casi siempre una presencia subsidiaria dentro del encuadre y, a pesar de esto, provocan a veces destellos de luz que iluminan la secuencia, que inyectan un hálito de vida dentro de un plano, que facilitan la transición del drama a la comedia, y viceversa...
Carlos F.Heredero

Norma Desmond ya sospechaba que el primer plano era el reino de las rutilantes estrellas del star-system del Hollywood dorado: All right, Mr. DeMille, I'm ready for my close up, pero eran las actrices de reparto quienes dominaban durante el plano general. No tenían que ser guapas ni glamourosas según los rígidos cánones de la época, estaban allí para dar la réplica a Margo Channing (Celeste Holm, como la amiga), Scarlett O'Hara (Hattie McDaniel, como la Mummy), o a Vienna (Mercedes McCambridge, su enemiga más encarnizada). En inglés, Supporting Players: es decir, quienes apoyan, colaboran o refuerzan las acciones de l@s protagonistas; o por el contrario, quienes tenían una función antagónica respecto a la estrella; o en otras ocasiones, la mera representación de un arquetipo.
Estas son en mi modesta opinión algunas de las que fueron las más grandes en los papeles más pequeños. Personajes inmortales. A todas ellas se las conocía como las roba-escenas. Secundarias de lujo en la época dorada de Hollywood.


Thelma Ritter, la cómplice perfecta en Rear Window

Thelma Ritter. Ella sí que fue la auténtica ladrona de escenas. Una película con ella dentro siempre me gusta mucho más. Mi preferida: la entrometida asistenta de James Stewart en La ventana indiscreta. Nunca consiguió un Oscar, aunque fue nominada hasta seis veces, entre ellas por El hombre de Alcatraz, Confidencias de medianoche o la inolvidable criada de Bette Davis en Eva al desnudo. Además, fue la amiga y confidente de Marilyn Monroe en Vidas Rebeldes.

Airport, 1970

Tan sólo nueve personas han logrado los cuatro grandes premios del american showbusiness, con lo que puede resultar irónico incluir a Helen Hayes en este grupo: ganó dos Oscars, dos Tonys (conocida como la primera dama del teatro norteamericano), un Emmy, y hasta un Grammy... Fue pareja de Gary Cooper en Adiós a las armas, el año que recibía su primer premio de la Academia como mejor actriz por El pecado de Madelon Claudet. Desde 1935, centrada en el teatro, no regresa al cine hasta 1956, como la abuela de Anastasia, la emperatriz rusa Maria Feodorovna. Y otra larga ausencia de la pantalla hasta Aeropuerto. Seguro que la recordáis como la dulce viejecita que viaja de polizón de avión en avión por puro aburrimiento. Por esta interpretación obtuvo su segundo Oscar, y una mención especial en esta entrada.
Además, le debemos también el haber introducido en el mundo del cine a su amiga Agnes Moorehead, quien se inició de la mano de otro debutante, Orson Welles, en Ciudadano Kane. Gracias a su siguiente película, El cuarto mandamiento, obtiene la primera de sus cuatro candidaturas al Oscar. También fue nominada, sin éxito, por La Señora Parkington, Belinda y Canción de cuna para un cadáver. A pesar de su extensa filmografía, será recordada sobre todo como la bruja más pop de la Historia de la TV, la bruja Endora que interpretó desde 1964 a 1972 en la serie Embrujada. Otros títulos emblemáticos son: Jane Eyre, la amiga de Jane Wyman en Obsesión y Sólo el cielo lo sabe, ambas de Douglas Sirk, la directora de una cárcel de mujeres en Sin remisión, o la película considerada como maldita, El conquistador, debido a que gran parte del equipo
de rodaje fue muriendo de cáncer durante los años posteriores.
Una sorprendente historia que tiene todo un post.

Agnes Moorehead como Endora

Caged, John Cromwell, 1950

En Sin remisión también estaba Hope Emerson, otro rostro muy familiar, actriz de carácter nominada al Oscar por esta "inolvidable" sádica funcionaria de prisiones, rodeada de tías todo el santo día, que hacía la vida insoportable a Eleanor Parker y el resto de reclusas. A la Emerson también la recordaréis como la mujer forzuda que hacía volar por los aires a Spencer Tracy en La costilla de Adán, y como una de las novias más activas de la Caravana de mujeres.








Jo Van Fleet, otra gran dama del teatro que se estrena en la pantalla grande como madre de James Dean en Al este del edén, un personaje que le dio el Oscar como mejor actriz de reparto. Tardamos en ver su cara, siempre oculta, y lo haremos al mismo tiempo que su propio hijo. El gran momentazo: cuando jimmy le pide que se quite los guantes y le enseñe las manos.

Mildred Natwick es un rostro familiar en el cine de John Ford y Alfred Hitchcock. El director irlandés, que le dio su primera oportunidad en Hombres intrépidos, contó con ella en varios de sus films: 3 Godfathers, El hombre tranquilo. Consiguió su única nominación al Oscar por Descalzos en el parque, donde interpretaba a la madre de Jane Fonda. Su última aparición en la pantalla fue en Las amistades peligrosas, como la entrañable Madame de Rosemonde, la tía favorita del Vizconde de Valmont.

Elsa Lanchester
y Una O'Connor: coincidieron
al menos hasta tres veces en el mismo film: en La novia de Frankenstein, de su amigo James Whale, David Copperfield de George Cukor, y Testigo de Cargo, de Billy Wilder, que fue la última película de Una, y con la que Elsa lograba su segunda nominación al Oscar, junto a su marido (de conveniencia), el "excesivo" Charles Laughton.












¿y nadie echó de menos a Judith Anderson,
el ama de llaves de Rebecca, y la pesadilla de Joan Fontaine?
A Mrs. Danvers la dejaremos para un futuro post sobre los personajes más armarizados del cine clásico, ...o los que inspiran más terror. Un personaje tan potente que nos hace olvidar que también aparecía en Laura, Los Diez Mandamientos, o Un hombre llamado caballo, era una de los Diez negritos, la reina Herodias en Salomé, o la madre de Paul Newman en La gata sobre el tejado de zinc, e incluso participa en uno de los films de la serie Star Treck.



Hay otros personajes secundarios inolvidables en la Historia del Cine, pero en ningún caso puede decirse que fueran exactamente interpretados por actrices de reparto:

Lilian Gish como el hada madrina de los niños de La noche del cazador. En Duelo al Sol fue la sufrida esposa de Lionel Barrymore y madre del clan. Pura Historia del Cine: desde Griffith y el Nacimiento de una nación hasta Las ballenas de agosto, su último trabajo junto a Bette Davis.

Gloria Grahame en Los Sobornados. Consiguió el Oscar por la esposa del guionista de Cautivos del mal, pero ningún personaje tan emblemático como Debbie, la chica del gángster a quien le desfiguran la cara con café hirviendo. Ya era
una chica "mala" en ¡Qué bello es vivir!.

Shelley Winters también estaba en La noche del cazador, y en tantas... dos Oscars: Un retazo azul, El diario de Ana Frank; pero si tengo que elegir sólo una interpretación, ninguna tan emocionante como la ex-nadadora de La aventura del Poseidón. Fue la abuela de Roseanne.

Vanessa Redgrave en Julia, la mejor amiga de la escritora Lilian Hellman, como una intelectual judía
y comunista comprometida con la Resistencia y la lucha en contra los Nazis. Una actriz todoterreno que, en el otro extremo, también fue la matriarca conservadora de Regreso a Howards End.



Próximamente.- Ellos.