Bibiana

“una mujer es más auténtica
cuanto más se parece
a lo que ha soñado de sí misma”

La Agrado

Esta frase de Todo sobre mi madre había sido utilizada muchos años antes por Pedro Almodóvar para referirse a Bibi Andersen, la primera artista transexual en España, un personaje fundamental de la historia de la transición española y uno de los primeros referentes positivos para los homosexuales y transexuales de este país.
Me parece una putada la reciente biografía televisada sobre Bibiana Fernández, cuando hoy nadie pone en duda de que es una de las mujeres más imponentes de la farándula patria. En una época gris y sepia, Bibi hizo su propia revolución personal, cuando los movimientos de liberación gay y trans aún estaban en paños menores.
Se hizo famosa en 1977 cuando apareció en Cambio de Sexo de Vicente Aranda, un pequeño papel donde se interpretaba a sí misma y hacía una striptease que descubría el enigma que escondía. Dejó el cine porque sólo le ofrecían papeles de transexuales e intentó cantar, hasta que le tocó la varita mágica de Pedro Almodóvar. Relación personal y profesional que culmina en 1993 en Kika con un pequeño papel donde quiere mostrar la mujer que es con un desnudo integral cantando un bolero de Chavela Vargas a la Luz de luna.
El final de un largo trayecto que no ha sido fácil, en el que ha tenido que superar muchas barreras sociales, intolerancia, falta de respeto, y que ella ha recorrido con inteligencia, elegancia, y un discurso coherente del que me declaro fan absolutamente. El último episodio fue el cambio de nombre por el de Bibiana Fernández, recuperando así su apellido paterno, y dando fin a un ciclo que ahora han querido resucitar después de 14 años que ella misma quiso dar carpetazo. En fin... es un pequeño homenaje a alguien que me cae muy bien, muy bien.

Bibi Andersen -Trailer para amantes de los prohibido, 1984 (1ªp)
2ª parte.

Todo sobre mi madre.-



Me llaman la Agrado porque toda mi vida sólo he prentendido hacerle la vida agradable a los demás.
Además de agradable soy ...muy auténtica.
¡Miren qué cuerpo! ¡Todo hecho a medida!
Rasgado de ojos, ochenta mil. Nariz, doscientas, tiradas a la basura porque un año después me la pusieron así de otro palizón. Ya sé que me da mucha personalidad, pero si llego a saberlo no me la toco... Continúo:
Tetas, dos, porque no soy ningún monstruo. Setenta cada una, pero éstas las tengo ya superamortizadas. Silicona en... labio, frente, pómulo, cadera y culo. El litro cuesta unas cien mil, así que echad la cuenta porque yo ya la he perdido.
Limadura de mandíbula, setenta y cinco mil. Depilación definitiva láser, porque la mujer ‘también’ viene del mono, tanto o más que el hombre, sesenta mil por sesión. Depende de lo barbuda que uno sea, lo normal es de dos a cuatro sesiones, pero si eres folclórica necesitas más, claro.
Bueno lo que les estaba diciendo, ¡que cuesta mucho ser auténtica, señora!, y en estas cosas no hay que ser rácana. Porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma...

Monólogo de La Agrado