Thursday, May 24, 2007

La piel dura - François Truffaut


Por una especie de extraño equilibrio, aquellos que llevaron una juventud difícil, están con frecuencia mejor equipados para afrontar la vida adulta que
los que fueron protegidos y mimados...
Es una especie de compensación.

La vida es dura, pero también es hermosa,
pues tanto nos va en ella...
Profesor François Richet

...La vida está hecha de tal suerte que
uno no se la puede pasar sin amar o ser amado...
La piel dura de François Truffaut

Tenía ganas de acercarme y acercaros a mi adorado François Truffaut. El amante del amor, de las mujeres, pero también el director del miedo, de la fugacidad de la felicidad, de la soledad. El cinéfilo empedernido, (a los 15 años fundó un cine-club), uno de los responsables del concepto "cine de autor", que afirmaba que un cineasta se expresaba en toda su plenitud en sus tres primeras películas, después todo es una repetición de los mismos temas hasta el infinito.
Y es que todo el cine de Truffaut está recorrido por tintes autobiográficos, sobre todo en la trilogía sobre la infancia. Sus protagonistas son tímidos y nerviosos como él. En su primera película Los 400 golpes(1959) cuenta la historia de Antoine Doinel, un chico maltratado e incomprendido por la familia, los profesores y la policía, que funcionaría como su alter-ego (y que retomaría constantemente en su filmografía). Según sabemos por él nunca conoció a su padre. Vivió hasta los ocho años con su abuela, y después, se fue a vivir con su madre y su padrastro que le aceptaron a regañadientes. Su adolescencia la pasó entre escapadas del colegio para ir al cine y fuga de reformatorios. A Truffaut siempre le interesó la infancia y siempre denunció que a los niños se les tratara como que no existen (no votan, no importan...). Después de su ópera prima volvió al tema de la infancia en la magnífica El pequeño salvaje(1969), y ésta que nos ocupa, La piel dura(1976).




La secuencia central del film es el accidente de Gregory, una caída al abismo desde el noveno piso de un rascacielos de un niño de dos años que apenas sabe caminar, y del que sale totalmente ileso. La escena es sorprendente: a pesar de que traspasa los límites de la verosimilitud, la siguiente conversación entre el profesor Richet y su embarazadísima esposa convierte al film en algo mágico, y a esta escena en la metáfora fundamental de la película.

-Es pavoroso pensar en cómo los niños están en peligro constantemente.
-Eso no es verdad del todo. Un adulto hubiera muerto por el impacto, pero un niño no; los niños son como una roca. Tropiezan por la vida sin quedar lastimados. Ellos se encuentran en estado de gracia y eso les permite tener la piel dura. Son mucho más resistentes que nosotros.

En otras palabras, al haber perdido la inocencia y espontaneidad de los primeros años de vida, el adulto, a medida que endurece su corazón, hace blanda su piel; por el contrario, los niños tienen el corazón blando y la piel dura.
François Truffaut denuncia en esta película la actitud de los adultos que no son capaces de percibir a los niños como personas: o son autoritarios o les ignoran; les inculcan el miedo y también la culpabilidad. En la versión literaria del film, Truffaut escribe: "La piel dura quisiera plantear esta pregunta: ¿Por qué se olvida tan frecuentemente a los niños en las luchas que emprenden los hombres?".

15 comments:

Leo said...

Como siempre... muy interesante. No sé chico, tienes algo que dota de una atmósfera distinta a ti blog. Tal vez es ese contraste entre el fondo negro y las letras tan minúsculas y frágiles que hacen que todo lo que expresan transmitan también esa delicadeza y pequeñez. No sé, pero algo tiene este blog. Tiene esa sencillez que da calidad a las cosas. Ojalá tuviera yo ese don...

CRISTINA said...

No he visto esa película. Imperdonable.
Si a ti te gusta seguro que es buenísima. En cuanto pueda, la veo.
Besos, Sens. Y, una vez más, gracias por lo que nos acercas: música, poemas, pelis...

Mariluz Barrera González said...

Creo que los adultos se olvidan de los niños por que son los únicos que pueden percibir de forma bastante clara la realidad, la infancia cuenta con una capacidad increíble de poder percibir las cosas tal como son, con la edad esta capacidad desaparece por que nos llenamos de miedos, complejos, racionalizaciones, etc, y entonces empezamos a negar muchas cosas, a distorcionarlas a la medida de nuestra conveniencia.

Esta teoría la tengo como resultado de mi trabajo con los niños, coincido con esto de la piel dura, me encantó, los niños necesitan de ella para protegerse de los adultos, que insiten en no mirar la realidad, ellos la ven por su propia naturaleza, te sorprenderías de todo lo que ellos son capaces de mirar en sus familias y de como los adultos los tratan como tontos o creen que los pueden engañar y que no se dan cuenta de nada.

Los niños se encargan de ponernos los pies en la tierra, nos confrontan, nos cuestionan, y nos miran tal como realmente somos, nos observan detenidamente y aprenden a conocernos cosa que nosotros difícilmente podemos hacer.

UN BESO.

Anonymous said...

Soy un ignorante de Truffaut...

y de Hitchcock...

y de Buñuel...


Merezco morir?..

Cuando el arte ataque

Prince solo Prince

Caronte said...

me encanta!!

una vez más logras captar la esencia del tema del que hablas con pocas palabras y sabiendo llegar al fondo...genial...

1 abrazo

PD:jlo, que va, hombre! pero pon remedio y trágate sus pelis! ;)

un hombre virtuoso said...

Llevaba tiempo sin pasar a visitarte, pero he tenido un rato interesante leyendo lo atrasado...el post de Patti Smith, alucinante.Y de hoy me quedo con esa maravillosa frase de que la vida está hecha de tal forma que uno no puede pasar sin amar o ser amado... Precioso.
Un abrazo, amigo.

Javier said...

Y peor aún, Por qué son utilizados como armas arrojadizas en sus desavenencias, esos locos bajitos a los que herimos constantemente, sin tener en cuenta que son nuestro futuro y nuestro reflejo, es qué los adultos nos creemos tan importantes que olvidamos que un día también fuimos niños dolidos.

Anonymous said...

Hace algún tiempo tuve que hacer una especie de trabajo de investigacion sobre Truffaut y desde entonces le he admirado... Algún día deberías recopilar en un libro todos estos "especiales" que escribes en el blog... ¡enhorabuena!

www.dramaticopractico.com

Silencio said...

Pues si, alguna vez trabaje con niños ( no como proxeneta claro ) y los padres me decian, no le expliques que de todos modos no te entiende. Wow que tus padres te anulen totalmente? pues que poca paternidad.

Lo bueno es que los niños aprenden cada vez más desde más pequeños, declararán independencia de ideas a los 5 años, lo que no está nada mal.

Saludos

el juntacadáveres said...

ups... pues tratemos de no endurecer el corazón tanto... quizá sólo eso podamos hacer ahora...

Óscar Ávila said...

Yo he de confesar que no termino de entender a la niñez, ni siquiera la entendía cuando era niño.

Por supuesto me parecen aberrantes las actitudes que mencionas hacia la infancia, sin embargo mi cabeza, limitada para muchas cosas pero en especial para comprender a los niños, no me permite imaginar cómo solucionarlas. Un abrazo.

@ELBLOGDERIPLEY said...

Hola, al igual que a ti me enloquece, me apasiona el cine de Truffaut. Mis favoritas son "El pequeño Salvaje", "los Cuatrocientos Golpes", "Fahrenheit 451", y otra que descubrí hace no mucho (unos tres-cuatro años), que era bastante difícil de encontrar. Tengo mis serias dudas sobre si no es la mejor, me dejó alucinado: se trata de "Tirez sur le pianiste", protagonizada por Charles Aznavour.

Anonymous said...

No conozco ese título en concreto pero después de leer tu post voy a ver si la consigo y ya te comento.Un abrazo

David Cotos said...

Esta película es soberbia.

visita mi web en homenaje a Truffaut.
http://homenajetruffaut.blogspot.com/

artista plastico said...

tengo un bebé de un año e inevitablemente evoco esta gran pelicula. Muy bueno el blog.