Thursday, October 23, 2008

Jorge Oteiza en su centenario

Jorge Oteiza
(21.octubre.1908 - 9.abr.2003)


Ciertamente, ¡He sabido vivir!
Hasta los seis años soy un niño que vivo introvertido, temeroso, asustado, incomunicado. De niños, todos sentimos como una pequeña nada nuestra existencia, que se nos define como un círculo negativo de cosas, emociones, limitaciones, en cuyo centro, en el corazón, advertimos el miedo —como negación suprema— de la muerte. Acaso el arte encuentra en los sentimientos de inseguridad y temor sus raíces más genuinas...
Quosque tandem...!


Friso de los 14 apóstoles del Monasterio de Aránzazu


Jorge Oteiza, el escultor del vacío y el silencio, revolucionó la escultura a mediados del siglo pasado. Además de escultor, fue arquitecto, ensayista y poeta, pero le gustaba definirse sobre todo como un «obrero metafísico». Como todos los genios, era un hombre de fuerte personalidad, excesivo y polémico, un artista polifacético, un agitador cultural infatigable, cuya enorme influencia va más allá de su labor como escultor. Siempre procuró, por un lado, contribuir a la creación de un arte vasco, como son sus intentos por fundar la Escuela Vasca; por otro lado, en su obra escultórica se aprecia el desarrollo de las principales vanguardias de su época y una concepción trascendental del arte. En este sentido, su obra más simbólica y más conocida son las estatuas del Santuario de Aránzazu. Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1988.


Oteiza y Chillida con el Grupo GAUR

La obra de uno es para curarse de la muerte,
pero la muerte es la que te cura de la vida.


Se puede hablar de tres etapas diferentes en la obra de Oteiza: entre 1930 y 1950 se dedicó a buscar las herramientas conceptuales que definieran un propósito experimental (de este período es su trabajo en el Laboratorio de tizas); entre 1950 y 1957 desarrolló este propósito experimental (como la estatuaria de la Basílica de Aránzazu); y entre 1957 y 1959 se dedicó a extraer conclusiones de todo el trabajo anterior: abandonó el expresionismo y la figuración para encaminarse hacia la abstracción, que le lleva al vacío y la ocupación-desocupación del espacio. Para Oteiza, “el espacio es el sitio que se desaloja, el vacío que se hace a sí mismo estatua”. El verdadero protagonista de la escultura es el vacío, el hueco que crea.
Así llegaría a la culminación de su trabajo con las series Desocupación de la esfera (1957-1958) y Cajas vacías o Cajas Metafísicas (1958), en las que el objeto queda desmaterializado casi por completo en favor de un espacio que él entendía metafísico y espiritual. En esta tensión entre volumen y espacio la escultura no se limitaba a cuestiones formales, sino que implicaba una forma de entender el mundo y el papel que juega el arte en éste.
En 1959, después de sus Cajas Metafísicas y Esferas Vacías, Oteiza da por concluida su labor como escultor para ejercer activamente como intelectual, palpable en sus textos de antropología, filosofía y el conjunto de su obra poética: Quosque tandem, Dios existe al noroeste, Ley de cambios....
Pero la muerte artística de Oteiza no es tal, el silencio en él debe ser interpretado también como un método de trabajo. En Oteiza obra y persona son inseparables: pretende desnudar al yo creador de las características o atributos personales que le impiden afirmar su ser. Es la eliminación de todo lo superfluo, tanto en la obra como en el propio artista.

Jorge Oteiza se consideraba un poeta que había sido escultor durante un tiempo: «Es lo que me cura, lo que me quita la angustia y me devuelve el equilibrio. La poesía es mi marcapasos».
La muerte no existe es un cambio de sitio
Vivo mi vida y mi muerte en preindoeuropeo
Vivo mi origen cazador en murovisual
de Itziar Elegía y otros poemas

¡A mí qué me importa que me pregunten de Arte!
¡Yo no quiero saber nada de Arte!
¡No me interesa absolutamente nada!
Me interesa solamente esta cuartilla.



Fundación Jorge de Oteiza
, su proyecto más deseado.
La pasión de Jorge Oteiza.
Jorge Oteiza: silencio y misticismo.

20 comments:

pon said...

Guácala, primer.

Oteiza me gusta. No me hace tener un Stendhal como Chillida, pero me gusta. Quizás me guste más él mismo que su obra. Su cara y su mirada.

Javier said...

Tal vez yo me quedaría con esta definición debida a Julio Caro Baroja: "Este hombre no es sólo un artista: es una memoria"

The Nuclear Messiah said...

no solo revoluciono la escultura, sino la arquitectura propia... cuantas obras organicas se conocian en su tiempo en el mundo hispano-americano?

PD. ese friso es una shulada!

Vulcano Lover said...

A mí no me termina de comunicar mucho, no sé... Pero supongo que como renovador del arte, tiene su lugar.
En fin, será quizá porque lo conozco poco.

Unknown said...

pese a todo este hobre sigue siendo un gran desconocido... como escultor y como artista completo... y es una pena porque este hobre transmite una fuerza y una intensidad inusual en toda su obra que no te deja indiferente... cuando vi su retrospectiva en el Gugenheim me emocioné...
besos.

Silencio said...

Me gusta la esfera, me gusta eso de curarse de la vida... que insalubre es la vida, merece uno curarse, pero igual la comida, las borracheras... igual de insalubres y bueno me gusta la frase, pero por ahora no me quiero curar de la vida.

Saludos

Justo said...

Yo sé muy poco de él, pero lo que has contado me interesa mucho.

Para empezar, el párrafo sobre la infancia: quizá sea exagerado decir que el mundo se divide entre las personas que han leído el Ulises y las que no; pero yo sí haría la división entre quienes piensan que la infancia es un lugar de resplandeciente felicidad, y quienes tienen -tenemos- más la visión de Oteiza.

La abstracción geométrica me apasiona; una pintora de esta corriente me dijo un día: "No me interesa saber el tiempo que hace, si quiero conocerlo abro la ventana", refiriéndose a las pintura supuestamente realistas.

Y ese discurso sobre la muerte.. que es algo sobre lo que se tiende a reflexionar poco.

Un abrazo (o más de uno)

CRISTINA said...

No sé casi nada de Oteiza. Ahora, gracias a tí, un poquito más.

Besos,SEnses.

guillo said...

Demasiado interesante la obra de este artista que no morira nunca, yo desconocia su obra y me ha impactado por todos los rincones. gracias un fuerte abrazo guillermo

pon said...

Senses, si me permites quiero comentarle algo a Justo, que me ha recordado una frase de Gauguin; cuando le reprochaban que sus figuras no estaban perfectamente pintadas contestaba: si quiero contarle los pelos al caballo voy a la cuadra y le saco una foto.

Me ha recordado la frase de tu pintora.

JP said...

No sabía nada .
Leí el post y ví el video.
Me gustas esas personalidades y sus explicaciones.
Abrazo

Justo said...

¡Me encantó la frase, Pon!

La apunto.

El Deme said...

Cascarrabias maravilloso, gente así se necesitan, artistas llenos de furia y felices de vivir en soledad.

Renton said...

I´M BACK!!!

SALUDOS!

senses and nonsenses said...

no soy tpc un especialista en Oteiza, sólo es -espero- un correcto homenaje por las horas de "agradable" paliza que me han dado: un ex, algún noviete más, una amiga, y hasta algún enemigo...
me interesa mucho más su pensamiento que como escultor, más como filósofo y su discurso sobre el arte y el sujeto (ser) estético, que su obra en sí misma, que -he de confesar- stendhal-stendhal no me provoca.
Chillida tampoco, aunque sí sentí algo parecido a un stendhal en el Peine de los Vientos con este novio oteizano, jeje

besos.

Caronte said...

Tampoco me dice mucho (a Chillida directamente no lo soporto), o quizás sea que no lo tomo en serio desde que dijo que jamás expondría en el guggenheim...y poco después se comió sus palabras.

1 abrazo.

Adrián Mariscal said...

No conocìa absolutamente nada de este genio...pero vaya que tiene encanto, me gustaron las frases, es un personaje autèntico sin duda.

Que la muerte te cura de la vida, caray, hasta me hace ver la muerte como una salvaciòn.

JLO said...

si son lindas palabras las q dice...

tampoco sabia nada de este ser...

hay q desaznarse con arte...


salu2

cuitláhuac said...

A decir por el video, Oteiza es un gran lector de la estética moderna. Pero aún mejor un lector destacado del desarrollo artístico de Occidente, es más que evidente que conoce y trae sobre sí una lectura apropiada de las filosofías de Hegel, Nietzsche y a Heidegger,(y no dudo que a Zambrano).

Y bueno, Senses, si te interesa una breve y pequeña opinión filosófica sobre Oteiza, te diré lo siguiente, aunque quizá sea anticipado y demasiado aventurado, ya que hasta este momento no sabía nada de él. Todo pinta a que es un gran pensador, quizá también un gran artista, por lo menos es evidente que no es uno malo.

En el video resuenan muchos filósofos en su pensamiento, particularmente Heidegger "El hombre es el pastor del ser" - (Como posiblemente sabrás, en esa frase, Heidegger resume su pensamiento artístico-metafísico heredado en su reinterpretación -extraña y peculiar- que engloba tanto a Aristóteles, a San Agustín, a Hegel y a Nietzsche).

Sobre el exceso de reflexión en Oteiiza, te cuento que me parece muy interesante todo lo que a este respecto se dice, pero me causa cierta desconfianza, no su obra, sino su postura.

Un artista que sabe de filosofía, y particularmente de estética y metafísica, o mejor dicho, de estética en sentido metafísico, merece ser tratado con recelo.

Digo esto porque los artistas modernos no gozan ya de la ingenuidad epocal que gozaban los "buscadores del ser" en otras épocas, en los tiempos previos a los artistas "concientes", antes de la Modernidad. En cierto sentido hay ya en ellos un grado de manipulación del discurso.

(A este respecto, por cierto, María Zambrano lo estudia -y critica en la figura de Paul Valery- en su libro "Filosofía y poesía"; donde el meollo del asunto es cuál es el lugar del arte(la poesía) en este mundo en que los poetas son todos hijos de Baudelaire, hijos del hombre-poeta racional moderno, y que por tanto se encuentran lejos del divino entusiasmo de los artistas poseídos por la embriaguez y la irracionalidad del espíritu de las musas; es decir, dicho a grandes razgos, Zambrano analiza la disputa entre la filosofía y la poesía por dar cuenta del modo de ser del ser, y curiosamente la malagueña apuesta porque la poesía, el arte, regrese a su condición de delirio y dependencia de lo divino. Yo no estoy tan de acuerdo con ella en ese punto, pero sobre eso profundizo en otro momento.)

Pero regresemos a Oteiza, justo porque es evidente que sabe de filosofía, hay que tratarlo con la desconfianza y el cuidado, sobre todo, con la que se debe tratar a quienes saben articular discursos plásticos, o hacer plástica discursiva, más bien. Sobre sus teorías del vacío y el arte, es un tema más o menos asentado en la tradición estética moderna a raíz del Romanticismo francés y alemán, pero cabe decir que en la plástica no se nota esta inquietud de mostrar la carencia, la falta absoluta del ser, sino hasta Rodin, y con mucha más fuerza todavía hasta Giacometti. Curiosamente, el friso de Oteiza a quien me ha recordado es a Giacometti: con sus quimeras del hombre como alambres quemados, con la reducción del hombre a su condición nula, reducción del hombre a la nada, eso es Giacometti, con sus figuras mínimas de lo humano, donde lo humano apenas se asoma y se muestra en su absoluto vacío y menester de ayuda.

Tal vez por ahí también vaya la línea de Oteiza, en mostrar el vacío, la nada, desde el arte.

En fin. Se agradece la recomendación, sin duda iniciaré alguna investigación más profunda sobre él. Sin duda lo merece.

PD: Abrazos.

Cuitláhuac

cuitláhuac said...

Por cierto, te dejo un link que quizá te ayude a aclarar, o a oscurecer, este tema bizarro entre el arte y el pensamiento:

http://paginasprodigy.com/magonzalezvalerio/compartidos/pensarelarte.pdf

Esta chica es mi maestra, y mi asesora de tesis. Ella es gadameriana, pero sabe mares de filosofía y de arte. En ese ensayo que te linkeo discute precisamente la posibilidad de pensar el arte en nuestros días.

No dejes de leerla, es una maravilla.