Somos los libros que hemos leído,
las películas que hemos visto,
las canciones que amamos...
Somos nuestros amigos, nuestros maestros.
Los viajes que hicimos y los amores que tuvimos.
Somos en un espacio y en un tiempo.
Somos AQUI y AHORA...
SEnses.
Les contaré mi vida a los hombres
para que ellos me digan quién soy
Cada cierto tiempo -algunos más íntimos, otros desconocidos- alguien me pregunta por correo de quién es esta cita, si se trata de algo mío o de otro: algo que me sorprendía y me halaga. Descubría asombrado hace poco que alguien, por segunda vez, lo googleaba completito, y hace unos días, gracias al ángel de Patti Smith, mientras buscaba vídeos suyos, encuentro por sorpresa mi poema –si me permitís el atrevimiento- en una página dedicada a la rockera norteamericana.
Merlina74Me he sentido como cuando te hacen una fotografía sin tu permiso, o como si alguien intentara suplantar tu identidad, o como Laura P., si te amputan la pierna que más quieres: …como si hubieran intentado robarme el alma.
Así que, estoy a vuestra entera disposición, como siempre, e intentaré su deconstrucción, aunque pierda toda su gracia…
Así que, estoy a vuestra entera disposición, como siempre, e intentaré su deconstrucción, aunque pierda toda su gracia…
Si alguna vez escribí algo parecido a un poema, así empezaba. No puedo decir que sea totalmente original, ni salido de la Nada, porque sería contradecirme. Supongo que el germen de este pensamiento me acompañó siempre, en algunas cosas que leí, en el Cine que me lo contó de mil maneras distintas, y una constante de la Filosofía. Pero sí que puedo explicar un punto de partida, un por qué, una historia que nunca me quitarán.
Si tengo que remontarme al origen tendría que hablar de mi primer profe de literatura, que nos decía algo muy similar a la primera parte, en una versión más infantil. M. era el ‘paulino’ más joven y más progre de los paules de San Vicente de Paúl, barbas largas y caóticas, un hippie post-conciliar al que recuerdo con muchísimo cariño, y que nos llevaba a ver tanto 7novias para 7hermanos o Espartaco y los diez gladiadores, un peplum que no he logrado olvidar, con un hercúleo Espartaco y la injustamente olvidada Helga Liné, como Mandingo (…que eran super progres los paules). Me quitó de las manos Ashanti, de Vázquez-Figueroa, en clase de lectura, y me dijo: quieres aventuras, toma, La perla de John Steinbeck; y en otra ocasión, con Sexta Galería, de Martín-Vigil, y me dijo: más tarde, y me dio La guerra de los botones. A él también debería agradecerle mi primera representación teatral. Hay profesores que nunca se olvidan. Con él aprendí cosas importantísimas, las más esenciales.
Pero si alguna vez la idea fue tornándose pensamiento, tomando forma y cuerpo, convirtiéndose en algo parecido a un poema, sin duda alguna, es gracias a Manuel Delgado, profesor de antropología en la Universidad de Barcelona, al que también considero un maestro. Aunque jamás me haya dado una clase, he podido disfrutar de su magisterio a través de la Radio, siempre muy enriquecedor, y es para mí todo un referente, el único que hasta podría reclamar derechos de autoría. Su libro El animal público, Premio Nacional de Ensayo, que juraría que no es la primera vez que recomiendo en el blog, ha sido durante mucho tiempo mi libro de cabecera. Y reconozco su gran influencia en algunos posts. Aunque me contaban que sus clases solían ser muy populares, fuera de Barcelona, el profesor Delgado es más conocido por poseer uno de los discursos más lúcidos y radicales de los mass-media.
Y la tercera gran influencia es El hombre y la gente, de Ortega y Gasset. Creo que era Umbral quien decía que en este país todos somos orteguianos, incluso sin tan siquiera saberlo; y creo que es clara la referencia a la máxima orteguiana del “ yo soy yo y mis circunstancias”. Es decir, yo soy yo, con otros, en un espacio y en un tiempo. Es decir, AQUI y AHORA. Yo y vosotros, vosotros y yo, aquí, en el blog, y AHORA...
Si tengo que remontarme al origen tendría que hablar de mi primer profe de literatura, que nos decía algo muy similar a la primera parte, en una versión más infantil. M. era el ‘paulino’ más joven y más progre de los paules de San Vicente de Paúl, barbas largas y caóticas, un hippie post-conciliar al que recuerdo con muchísimo cariño, y que nos llevaba a ver tanto 7novias para 7hermanos o Espartaco y los diez gladiadores, un peplum que no he logrado olvidar, con un hercúleo Espartaco y la injustamente olvidada Helga Liné, como Mandingo (…que eran super progres los paules). Me quitó de las manos Ashanti, de Vázquez-Figueroa, en clase de lectura, y me dijo: quieres aventuras, toma, La perla de John Steinbeck; y en otra ocasión, con Sexta Galería, de Martín-Vigil, y me dijo: más tarde, y me dio La guerra de los botones. A él también debería agradecerle mi primera representación teatral. Hay profesores que nunca se olvidan. Con él aprendí cosas importantísimas, las más esenciales.
Pero si alguna vez la idea fue tornándose pensamiento, tomando forma y cuerpo, convirtiéndose en algo parecido a un poema, sin duda alguna, es gracias a Manuel Delgado, profesor de antropología en la Universidad de Barcelona, al que también considero un maestro. Aunque jamás me haya dado una clase, he podido disfrutar de su magisterio a través de la Radio, siempre muy enriquecedor, y es para mí todo un referente, el único que hasta podría reclamar derechos de autoría. Su libro El animal público, Premio Nacional de Ensayo, que juraría que no es la primera vez que recomiendo en el blog, ha sido durante mucho tiempo mi libro de cabecera. Y reconozco su gran influencia en algunos posts. Aunque me contaban que sus clases solían ser muy populares, fuera de Barcelona, el profesor Delgado es más conocido por poseer uno de los discursos más lúcidos y radicales de los mass-media.
Y la tercera gran influencia es El hombre y la gente, de Ortega y Gasset. Creo que era Umbral quien decía que en este país todos somos orteguianos, incluso sin tan siquiera saberlo; y creo que es clara la referencia a la máxima orteguiana del “ yo soy yo y mis circunstancias”. Es decir, yo soy yo, con otros, en un espacio y en un tiempo. Es decir, AQUI y AHORA. Yo y vosotros, vosotros y yo, aquí, en el blog, y AHORA...
...y para tod@s l@s bruj@s, hechiceras y vampir@s de la blogosfera:
Un animal huye a través del laberinto
dejando sólo un rastro de baba
en que habita el poema
dejando sólo un rastro de baba
en que habita el poema
Learning To Think
Antony Gormley
http://www.antonygormley.com/