Thursday, June 21, 2007

Carta de una desconocida



Me cogiste entre tus brazos. Me quedé otra maravillosa noche junto a ti, pero no reconociste ni mi cuerpo desnudo. Experimenté la dulzura de tu experta ternura y comprobé que tu pasión no distingue entre una a la que compras y otra a la que quieres, que te entregas completamente a tu deseo con la plenitud irreflexiva y derrochadora de tu ser. Fuiste tan tierno y delicado conmigo, con aquella mujer a la que habías encontrado en un local nocturno. Fuiste elegantísimo y sinceramente respetuoso, a la vez que apasionado, con el gozo de esa mujer. Cómo sentí de nuevo, tambaleando por la felicidad del pasado, aquella dualidad tuya, única, aquella pasión intelectual sabiamente mezclada con la sensual que había hecho esclava a aquella adolescente.
Nunca he conocido a ningún hombre que se entregue en esos momentos con tanta ternura, que ofrezca su profunda intimidad con tanto altruismo y que después lo diluya todo en un olvido infinito, casi inhumano. Pero también yo me olvidé de mí misma: ¿quién era yo, a tu lado y a oscuras? ¿Era la niña apasionada de años atrás, era la madre de tu hijo, era la desconocida? Ah, ¡qué familiar me parecía todo, tan conocido, y, por otro lado, tan estrepitosamente nuevo en aquella noche apasionada! Rezaba para que no se acabara nunca.
Pero llegó la mañana nos despertamos tarde; aún me invitaste a desayunar contigo. Tomamos juntos el té, que una mano invisible había servido discretamente en el comedor, y estuvimos conversando. Una vez más supiste hablarme con toda la confianza propia de tu temperamento abierto y cordial y, como siempre, sin hacer ninguna pregunta indiscreta, sin mostrar ningún interés por mi persona. No me preguntaste mi nombre ni dónde vivía; para ti volvía a ser una aventura, alguien anónimo, el momento apasionado que se apaga sin dejar rastro en el humo del olvido.
Stefan Zweig, Carta de una desconocida


Carta de una desconocida es de esos textos que siempre me resulta difícil decir si es mejor el libro o la película. Amo la película desde que la ví por primera vez, el cine elegante de Max Ophüls (especialmente ésta y Lola Montes) y a la delicada Joan Fontaine (que ya amaba desde Rebecca) . Pero al releer el relato breve de Stefan Zweig para preparar este post he vuelto a rendirme ante esta historia de un amor secreto y obsesivo, generoso y desinteresado hasta el límite, sin pedir nada a cambio. Sólo el poder contarlo antes de que todo termine.

13 comments:

Vulcano Lover said...

Ambos intensos y desgarradores... Hace poco me la compré en dvd, para que la viera antinoo, que no la conocía. La película me conmovió en su momento, pero ahora creo que prefiero el relato original (sin desmerecer la película, que es una gran película)
Hacía mucho que no traías cine clásico por aquí... gracias guapo, ya sabes cuánto me gusta.
besos

@ELBLOGDERIPLEY said...

El relato no lo había leído, con lo cual me han dado ganas de leerlo y buscarlo, y la peli la ví hace mucho, mucho, por lo que me has dado una idea, que nunca vienen mal. Desdeluego tienen los dos una pinta fantástica. No sé si tiene que ver (igual nada), porque la peli de Ophüls de la que hablas es un clásico, pero me recuerda en algo a Intimacy (Intimidad) de Patrice Cheréau. Esta la tengo más reciente, e igual no tiene nada que ver: es la historia de un hombre y una mujer, que son dos desconocidos el uno para el otro, excepto que quedan para hacer el amor (sólo y exclusivamente para eso) una vez por semana.

Gwynette said...

Ay, que sensación más contradictoria me produce este texto.
Se entrega él con tanta ternura y sensualidad "ofreciendo su profunda intimidad con altruismo" a todas por igual?. O es ella que le despierta, sin él reconocerla, toda esta generosidad? Ays...

Saludos de alcachofa

Darío Zetune said...

Zweig!!! Oye, después de leer este texto, definitivamente algún día tenemos que conocernos.

A mi el libro que más me gustó de él fue la biografía de Fouché.

Todo un "genio tenebroso" el tal Zweig.

Abrazos.

Sergio.

Anonymous said...

¿Conoces la versión china que se hizo hace poco de esta película y que se titula igual? Yo aún no la he visto pero la tengo por ahí esperando el momento. Ya te contaré...Besos

Javier said...

Elegantísima puesta en escena de un amor no correspondido, una historia de historias, tantos amores que no llegaron a ser porque ni tan siquiera empezaron, al final sólo queda esa extraña sensación de vacío y de haber vivido lo que no podía ser.

Arkturo said...

que elegante fragmento me resulta dificil imaginarme que algún día no veré esa película

me la apunto ;D

Caronte said...

me encanta zweig! refleja como pocos la europa que le tocó vivir (no he visto esa peli, pero el relato me encanta, aunque prefiero "novela de ajedrez" y "momentos estelares de la humanidad")

1 abrazo

NaT said...

Ayyy la Fontaine con esa cara de no haber roto un plato en su vida. Tan sosa ella, tan amoldada a las circustancias que le toca vivir en cada escena y en cada película.
Lo siento, siempre me ha parecido un poco pelele de los directores, será por esa mirada láguida que posee, esa ceja depilada hasta el extremo, ese labio que quiere y no puede...

Auqnue luego hay que reconocer que las películas son fantásticas :D

¿Habría hecho bien el papel de Blanche, de Baby Jane, de Escarlata?

Siempre nos quedaremos con la duda de si su piel de porcelana podía llegar a ser agresiva

Un besote!!

senses and nonsenses said...

me alegro de la unanimidad resepcto al texto y la obra de Zweig, y tomo nota de vuestras recomendaciones.

es cierto que no la recuerdo de mala, pero joan fontaine era estupenda.

un abrazo.

Antinoo Libre said...

Pues sí, agradezco a Vulcano que me diera a conocer esta maravilla de peli, como tantos otros clásicos imprescindible a los que me ha acercado. Aunque no he leído el relato, tanto la película como el fragmento que nos has regalado tienen la peculiaridad de envolverte, como sólo los grandes escritores y cineastas pueden lograr, de manera que en una primera aproximación uno no sabe bien porqué le ha gustado, dónde exactamente está la genialidad en la obra, simplemente uno se ha sentido arrastrado hacia otro lugar distinto del presente, ha palpado la belleza unos instantes, y ha caído de golpe a la realidad aunque después del contacto con la obra, uno sabe que ya no es el mismo.
Besos!

Anonymous said...

¡Qué locura! me has transportado a mi primera adolescencia y me has hecho sentir cosas que hace tiempo no sentía. El presente relato y una novela que en México titularon "Se necesita un muchacho" (del mismo autor)fueron parte importante de mi devenir amoroso...

Abrazos, muchos.

Natalia Book said...

Yo personalmente me quedo con el relato. Creo que profundiza mucho más en el mundo interior de la protagonista y me gusta que mantenga su anonimato, que no sepamos su nombre.
También hay una película china del 2004 sobre el libro, pero todavía no la he visto,
Saludos