Saturday, April 29, 2006

Una canción


Me abrí paso a empujones, muchas madres suspiraban
Las noticias llegaron, nos quedaban cinco años
El chico de la prensa dijo que la tierra moriría
Cuando ví su rostro humedo supe que no mentía

Oí teléfonos, ópera, melodías favoritas
Ví niños, juguetes, planchas y teles
El cerebro me dolía, ya no había espacio, apreté mis ideas
Todos los gordos flacos, todos los altos bajos
Y todos los don nadie y los que fueron alguien
No creí que amara a tanta gente

Una chica se volvió loca, maltrataba a unos niños
Si no la hubieran parado los habría matado
Un soldado malherido observaba un cadillac
Un poli besó a un cura y un marica vomitaba

Y te ví en la heladería bebiendo batidos fríos
Sonríes, saludas, y tan preciosa
Y no sabes que te ecribo
Y hacía frío y llovía y me sentí un actor
Pensé en mi madre y quise volver
Tu rostro, tu raza, tu manera de hablar
Tus besos, cariño, quiero irme contigo

Five years, nos quedaban cinco años
Five years, pegados en mi rostro
Five years, como una gran sorpresa

Tahures Zurdos - David Bowie

Friday, April 28, 2006


No ibamos buscando nada, pero nos encontramos.
Mientras duró la magia fuimos invencibles: nuestras miradas cómplices, nuestro lenguaje secreto, las noches que no acababan. Nos parecía imposible que no fueran eternas. Arrancaste de mí mis mejores sentimientos hasta vaciarme. Fuimos unos irracionales, ¿pero es que se puede ser de otro modo?

Ahora que todo ya pasó estoy desnudo hasta los huesos esperando resugir de entre mis escombros. Aún quedan deseos por cumplir, historias por vivir, palabras por pronunciar.
Cuando has vivido el amor quieres que regrese ese sentimiento y no sabes cómo hacerlo.

¿Por qué algo tan irreal como el amor tiene tanto de verdad?

Thursday, April 27, 2006


¿Fue posible que yo no te supiera
cerca de mí, perdido en las miradas?

Los ojos me dolían de esperar.
Pasaste.

Si apareciendo entonces
me hubieras revelado
el país verdadero en que habitabas.

Pero pasaste
como un Dios destruido.

Sola, después de lo negro surgía
tu mirada.

Jaime Gil de Biedma

Monday, April 24, 2006

Walden 7

Siempre imaginé que una orgía tenía que ser algo planificado, que había que organizarla, ponerse de acuerdo, quedar de antemano. Jamás hubiera pensado que aquella noche en Barcelona iba a terminar de esta manera. Marc, un hombre de apenas cuarenta años, a pesar de de que tenía el pelo casi blanco, fue el responsable, el maestro de ceremonias. Marc no era muy alto, pero era bien parecido, moreno de piel, con una mirada penetrante y una gran seguridad en sí mismo. "¿Os venís a mi casa?" Organizó todo rapidísimamente: "Vosotros dos os venís en mi coche y vosotros dos con Alex" (un amigo de Marc que llevó a otros dos chicos que hoy ya no puedo recordar su nombre).
Mientras abandonábamos Barcelona por la Diagonal me invadió una repentina sensación de miedo, pero el alcohol y mi afán aventurero hacían que continuara con esta imprudencia. No podía perderme una oportunidad así. No todos los días te invitan a una orgía. Y si es un sádico asesino... Y si nos dan una paliza... Ir con Ángel me tranquilizaba aunque también le había conocido aquella noche. E iba pensando en estas cosas cuando llegamos al Walden 7.


Mi primera impresión al llegar fue la de un castillo de cuento de hadas, y claro, Marc era su príncipe. ¿O era el castillo de Drácula? Casi adoptando el papel de un guía turístico nos contó con mucha emoción la historia del edificio. El Walden 7 nació como un espacio para vivir en comunidad de un modo autosuficiente tomando como referente la utopía Walden Dos de Frederic Skinner; una idea surgida en los talleres del arquitecto catalán Ricardo Bofill en los años 70, símbolo de una época, y donde intervinieron disciplinas como la filosofía, la psicología, la antropología, y muchas otras. Se construyó en un antiguo solar de una fábrica de cemento de la periferia de Barcelona para una comunidad de unas mil personas. Las viviendas -todas distintas- son el resultante de la unión de módulos cuadrados de 30 metros: desde el estudio de un solo módulo hasta viviendas de cuatro. El apartamento de Marc era de los grandes, un duplex de dos plantas, bastante desordenado, aunque se notaba que estaba decorado con muy buen gusto.


Esta Ciudad en el Espacio -como se le denominó- es como un gran laberinto vertical formado por siete patios interiores comunicados a todos los niveles mediante circulaciones horizontales y verticales. Los callejones y pasadizos, bautizados por Agustín Goytisolo, tienen nombres de gente como Chaplin, Marx, Kafka. Hay una placita central que en otra época fue punto de reunión como en las antiguas plazas públicas, se potencia la actividad social y cultural, la solidaridad: es algo más que una comunidad de vecinos. Es un proyecto de vida, un intento de volver a inventar la utopía aunque sea en una pequeña comunidad. En aquella época las losetas que cubrían el edificio se estaban cayendo y una inmensa red rodeaba el edificio. Metáfora fatal del fracaso de la materialización de una utopía. Os aseguro que ese era el tipo de cosas que estaba pensando.


Subimos los seis a una de las azoteas del edificio, estaba amaneciendo; un jardín de flores se abrió ante nuestros ojos y una piscina ocupaba el centro de la terraza. Aunque fuimos a ver las vistas desde el tejado nos desnudamos rápidamente y nos dimos un chapuzón para rebajar el colocón y el deseo. Marc y yo empezamos a toquetearnos por debajo del agua, mientras Ángel y los otros jugaban a lanzarse agua. Por un momento pensé que aquello era la felicidad. Me ví como en aquel cuadro donde el paraíso es representado por un grupo de personas danzando alrededor de un árbol y otras parejas dedican su tiempo al amor. De repente, imaginé que la gente tras las puertas salía de sus apartamentos y se unían a nuestra fiesta. Mi carácter epicúreo hizo que me dejara arrastrar fácilmente por la pasión: la vida es un regalo que debemos disfrutar y aprovechar al máximo, la vida siempre trae sorpresas y pocas veces tan fascinantes como ésta. Si hay un paraíso debería ser algo así. No olvidaré sus caras aunque haya olvidado algunos nombres, pero la generosidad, el placer, el amor -aunque fuera efímero- de todos esos hombres jamás lo olvidaré.
Apuntes desordenados sobre sexo y utopía

Sunday, April 23, 2006

Spencer Tunick


Ayer Spencer Tunick cubrió de una marea humana la playa de San Sebastián y el palacio del Kursaal para crear un pasiaje urbano distinto. ¿Provocación? ¿modernidad banal? ¿una crítica al sistema?
De esta manera San Sebastián se une a ciudades como Nueva York, Santiago, Barcelona, Melbourne o recientemente Caracas, donde Tunick prosigue su experimento fotográfico de esculturas de masas en espacios públicos. Arte reflexivo y propaganda gratuíta para las ciudades que se van incorporando.
Tunick usa el cuerpo desnudo como materia prima: "Un cuerpo desnudo en la calle crea cierta tensión y un sentimiento de libertad". El artista busca el contraste que forma el cuerpo humano con un escenario urbano para poner en cuestión valores tradicionales sobre lo público y lo privado, y poner en tela de juicio cuestiones sociales, ideas políticas y el concepto mismo de arte. La igualdad, la libertad, la desaparición de máscaras sociales.


Siempre ha dicho que sus fotografías no son sexuales, que sólo le interesa mostrar a través de las formas del cuerpo "la vulnerabilidad de éste, y los desafíos y contradicciones del mundo".
Aunque ayer también quiso explorar en este sentido.





















Saturday, April 22, 2006


Todos los seres,
todos los acontecimientos
de tu vida, están ahí
porque tú los has convocado.
De ti depende
lo que resuelvas hacer
con ellos.

Richard Bach

Friday, April 21, 2006


Al entrar en Martin's todo el mundo se volvió a mirar. Hacía tiempo que no me sentía tan seductor como aquella noche. Podía sentir miradas de curiosidad y deseo. Atravesé el bar hasta la barra del fondo y me pedí una copa. Cuando tropecé con tu mirada tú ya me estabas sonriendo. Subí al piso de arriba donde estaba el cuarto oscuro y tú me seguiste. Me paré en un lugar donde aún había algo de luz. Tú venías lanzado hacia mí y me besaste. Luego dijiste 'hola' y seguimos besándonos. 'Me llamo Angel' dijiste al rato. Yo estaba nervioso y solo era capaz de besarte. '¿De dónde eres?' seguiste preguntando.
Un círculo de caras sin rostro empezó a rodearnos observándonos atónitos mientras nos besábamos y magreabamos como locos. Hasta que de repente, alguien se acerca y se une a nosotros. Siento el tacto de otras manos, nuevas voces se incorporan, y me dejo llevar. '¿Quereis venir a mi casa?' dijo otro.

Y aquí estoy en un coche rojo de no sé qué marca con Angel y un desconocido dirigiéndome a San Just Desvern, a las afueras de Barcelona, para hacer una Orgía.
Continuará...

Thursday, April 20, 2006

No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueños
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne;
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe.

de "Los placeres prohibidos" de Luis Cernuda

Wednesday, April 19, 2006


Si las puertas de la percepción quedaran depuradas,
todo se habría de mostrar al hombre tal cual es: infinito
William Blake

El acoso de los símbolos

Encendí el interruptor esta mañana y una luz nueva, distinta, entró en la habitación. Al encender la radio lo oí: "Despierta. No tienes más tiempo". Aunque me alarmé, pronto descubrí que se trataba de una campaña publicitaria de unos grandes almacenes.
Sin embargo, podía sentir que todas las cosas del mundo hoy estaban confabuladas para avisarme de que algo iba a ocurrir: todo lo que leía, todo lo que veía en la TV parecía que hablaba de mí; por la calle los carteles publicitarios me lanzaban mensajes subliminales entre seductores y metafísicos lemas; los objetos parecían tener vida propia. Los cruces, los puentes, un semáforo en rojo: todo parecía cobrar otro sentido, un significado diferente al de todos los días, como un puzzle que se construye sin fin.
He entrado en un bar y una vieja con una mirada penetrante se ha acercado a decirme "-Deja de ser un voyeur, ha llegado el momento de pasar a la acción". Mientras una máquina tragaperras me advertía con un intermitente neón rojo "danger... danger..."
Salgo a la calle asustado, confundido, mirando a todos lados, buscando de donde va a surgir la próxima señal. Llego a la plaza, la gente aquí parece más amable que esa borrachera de rostros que atraviesa de modo caótico la Gran Vía. Unos niños juegan, una pareja se besa, un músico callejero toca la guitarra y canta una canción: "...el miedo es una raya que separa el mundo, el miedo es una fuerza que me impide andar...miedo que da miedo del miedo que da".
Un temblor recorre mi cuerpo. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué me está ocurriendo? Algo quiere decirme algo. ¿Será Dios? Quizás quiera anunciarme el fin del mundo. O quizás venga a salvarme. O quizás se sienta solo como yo y quiera llevarme con él al jardín de las delicias o al país de las hadas.

Tuesday, April 18, 2006

La voz a ti debida


¡Qué paseo de noche
con tu ausencia a mi lado!
Me acompaña el sentir
que no vienes conmigo.
Los espejos, el agua
se creen que voy solo;
se lo creen los ojos.
Sirenas de los cielos
aún chorreando estrellas,
tiernas muchachas lánguidas,
que salen de automóviles,
me llaman. No las oigo.
Aún tengo en el oído
tu voz, cuando me dijo:
"No te vayas." Y ellas,
tus tres palabras últimas,
van hablando conmigo
sin cesar, me contestan
a lo que preguntó
mi vida el primer día.
Espectros, sombras, sueños,
amores de otra vez,
de mí compadecidos,
quieren venir conmigo,
van a darme la mano.
Pero notan de pronto
que yo llevo estrechada,
cálida, viva, tierna,
la forma de una mano
palpitando en la mía.
La que tú me tendiste
al decir: "No te vayas."


fragmento de "La voz a ti debida" de Pedro Salinas

Friday, April 14, 2006


Libérame de tus hechizos
y devuélveme la resolución para ofrecerte mi corazón liberado
Rabindranath Tagore

Thursday, April 13, 2006

Sólo tengo tiempo para pensar en ti


La mañana se presentaba incómoda, charcos, cristales y asfalto bajo mis pies. El cielo era gris, el tráfico ensordecedor. Los transeúntes caminaban con prisa como siempre empujándose unos a otros siguiendo el itinerario marcado. La tensión era palpable: caras graves, miradas esquivas, mareas humanas eran absorbidas por el metro y se apelotonaban como moscas en las marquesinas de autobuses para luego desaparecer en un instante como por arte de magia. Todo el mundo tenía prisa. El tiempo es la nueva religión. Ya no quedan momentos para grandes hazañas ni sueños utópicos. La gente ya no se detiene a hablar, no mira a la cara de frente, se dirige a toda velocidad hacia su punto de destino. Todos a toda velocidad buscando el goce instantáneo en los objetos y en cuerpos que consumimos como objetos.

Pero la ciudad nunca pierde la esperanza, de repente se ilumina y te sorprende. Te descubrí rápidamente entre el gentío que recorría las calles en todas direcciones. Sobresalías entre todos ellos por tu gran altura, tu elegancia natural, tu mirada era reservada pero también te percataste. Giraste hacia el parque y yo te seguí sin dudarlo. Nos sentamos en un banco y sin hablar me ofreciste un poco de tu sandwich. Tan solo unas palabras y unas gotas de lluvia nos empaparon de ganas y te invité a subir a mi casa.

Y besarnos, y arrancarnos la ropa, y mordernos la lengua, y devorarnos: fue todo uno. Pasamos una tarde inolvidable dejando pasar lentamente las horas por nuestros cuerpos desnudos hablando tonterías y riéndonos de nada. El tiempo se había suspendido.

Tuesday, April 11, 2006

?


...haciendo equilibrios
al borde del abismo...

Sunday, April 09, 2006

La muñeca en el laberinto


No hay certezas, esa es la única certeza.
Se acaba la tarde y sigo perdido en el laberinto del deseo.
Tengo un secreto guardado muy dentro de mí. Ssssh!
Relatos inacabados por la fragilidad de la memoria, recuerdos coloreados por el sabor agridulce del paso del tiempo, viajes imposibles, sueños rotos, deseos...
Veo tu mirada de complicidad, tu sonrisa, tus caricias furtivas. Pero no encuentro el lugar donde se comparten los secretos. El lugar de la pérdida del yo en .
¡Ven a buscarme y llévame contigo!


Me acordé de nuevo de las muñecas rusas que esconden otras muñecas que esconden otras. Mi madre tenía unas que no eran rusas sino francesas; cuando era un niño casi todos los días como un ritual abría una muñeca y otra y otra hasta la última, esperando encontrar al final algo distinto de una muñeca. La vida debería ser algo así: una sucesión de lo mismo, una repetición eterna, conteniendo cada vez sólo lo más esencial.
Las muñecas rusas se consideran también un amuleto de buena suerte: cada una representa un deseo. A veces, de niño, encerraba en la muñeca más pequeña algún tesoro, algo valioso que sorprendiera al encontrarlo, que premiara el esfuerzo de llegar hasta la última muñeca. La misma sensación se repite ahora, como si hubiera encontrado un tesoro dentro de un laberinto, pero aún he de llegar al final donde se oculta lo más preciado .




En
el laberinto
perdida
y sin mapa,
la muñeca
ni es reina
ni es muñeca
ni nada,
la pobre.
¡Ni siquiera
un día!

Estíbaliz San Sebastián

Friday, April 07, 2006

Dudas


No estabas en la plaza redonda como de costumbre. Y ahora no sé qué hacer. Siempre te sientas en la fuente circular con dos gárgolas de la que manan sendos chorros de agua. Te colocas al lado del kiosko de revistas y dibujas retratos y paisajes imposibles de la vida cotidiana del barrio.
Yo te suelo observar desde la cafetería de enfrente, con un café templado, humo entre los labios, intentando dibujar yo también palabras, garabatos que ahoguen el vacío que siento. Tú hablas con los viejos que van a echar pan a las palomas, o juegas con los chicos de la plaza, o hablas con la vendedora de castañas. Un día me sonreíste. Yo te dije hola.

La primera vez que te vi fue en el laberinto que forman las callejuelas del barrio, te seguí. Siempre te encontraba a las cinco de la tarde 'por casualidad' al salir de clase. Ya no te encuentro, voy al café, escribo, espero y tú llegas finalmente, y te pones a dibujar. Sin embargo hoy, ya se han ido los niños, los viejos, también la vendedora de castañas, el último autobús me espera y no te vi.
Hace mucho tiempo que no te veo pintar, yo sigo yendo por la cafetería enfrente de la fuente circular de la plaza redonda. Recuerdo tú sonrisa, recuerdo cuando te dije hola. Sigo rezando, sigo esperando el milagro de nuestro próximo encuentro.

Wednesday, April 05, 2006

De-construcción



Bajar de los hombros el peso que ahoga
y voltearlo todo, en el hueco profundo
en el que se ha convertido mi cuerpo,
repleto de sendas que tiemblan la tarde
y sin ninguna estrella.

La luz, puro ronroneo,
acaricia mi espalda desde la calle
y me hace temblar.
Todas la notas del mundo
repican en mi cuerpo a cada paso.
a cada susurro del viento en mi ventana.

Miles de plumas
vuelan por los espejos curvos de mis ojos
como si me nevara por dentro.
Ruge el placer entre mis uñas,
duele la cuchilla del deseo,
imagino tus ojos
y te adentras en mi carne como una herida abierta.


Te persigo
y, en lo oscuro,
me levanta una marea de manos,
agua en mi pecho
y un río caliente donde me ahogo
y me recoges.



Gracias Estíbaliz por regalarme este poema
cuando jugábamos a buscar los mapas del tesoro
y las brújulas eternas estaban agotadas.

Monday, April 03, 2006

Al otro lado del espejo

Soy, otra vez,
una hoja en blanco
a punto de ser emborronada.
Soy un gato
quiero un ovillo de lana.
Soy una muñeca (quizás rusa),
pero aún no estoy rota.
Soy un pobre artista.
Soy azul.
Quiero volar porque soy una cometa.
Soy una pelota, que bota y bota.
Soy un grifo, atascado de ideas.
Necesito un fontanero.
Soy gilipollas.
¿Qué busco? ¿El otro que no soy yo?
¿Un espejo donde poder reflejar-me?
...porque la vida es una historia, un relato,
un espejo entre un TU y un YO.

Orpheus de Jean Cocteau

La felicidad es un juego de espejos:
¿un espejismo?

Sunday, April 02, 2006

En construcción


Escribir es aprender de uno mismo.
Somos lenguaje, pero lenguaje censurado.


Soy, a menudo lo pienso, lo que los otros quieren que sea, lo que los otros piensan de mí. Para Pessoa los otros no existen, para Sartre los otros son el infierno.
No ser nada es la posibilidad de ser cualquier cosa, la posibilidad de representar muchos mundos al mismo tiempo. No importa tanto lo que haya dentro de uno como los distintos trajes sociales que te puedes poner. ¿Identidad frente a Máscara?
Saramago dijo "Dentro de nosotros hay algo que no tiene nombre. Eso es lo que somos".