«El maestro, que es hoy la palanca más fuerte para el desarrollo de la civilización, es también el camino más fácil y seguro para llevar la ciudad a los campos. Yo, señores, confieso que tengo una fe inquebrantable en el maestro. Dadme un buen maestro, y él improvisará el local de la escuela si faltase, él inventará el material de enseñanza, él hará que la asistencia sea perfecta.»
Manuel Bartolomé Cossío
Las Misiones Pedagógicas de la Segunda República fueron creadas por Decreto el 29 de mayo de 1931. Según se recoge en el preámbulo, tenían como objetivo difundir la cultura en general, y llevar a la gente, “con preferencia a las que habitan en localidades rurales, el aliento del progreso y los medios de participar en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance universal, de modo que los pueblos todos de España, aun los apartados”, participen en “las ventajas y goces nobles reservados hoy a los centros urbanos”.
Según palabras de su fundador, Manuel B. Cossío: “somos una escuela ambulante que quiere ir de pueblo en pueblo, pero una escuela donde no hay libros de matrícula, donde no hay que aprender con lágrimas, donde no se pondrá a nadie de rodillas como en otro tiempo, donde no se necesitará hacer novillos. Porque el gobierno de la República que nos envía, nos ha dicho que vengamos ante todo, a las aldeas, a las más pobres, a las más escondidas, a las más abandonadas, y que vengamos a enseñaros algo, algo que no sabéis por estar siempre tan solos y tan lejos de donde otros lo aprenden, y porque nadie hasta ahora ha venido a enseñároslo(…)”.
Según palabras de su fundador, Manuel B. Cossío: “somos una escuela ambulante que quiere ir de pueblo en pueblo, pero una escuela donde no hay libros de matrícula, donde no hay que aprender con lágrimas, donde no se pondrá a nadie de rodillas como en otro tiempo, donde no se necesitará hacer novillos. Porque el gobierno de la República que nos envía, nos ha dicho que vengamos ante todo, a las aldeas, a las más pobres, a las más escondidas, a las más abandonadas, y que vengamos a enseñaros algo, algo que no sabéis por estar siempre tan solos y tan lejos de donde otros lo aprenden, y porque nadie hasta ahora ha venido a enseñároslo(…)”.
“A estos pueblos, a estas gentes, se dirige la Misión. Lleva proyectores, gramófonos, libros. Su camioneta corre a campo traviesa y cruza ríos. Donde las ruedas no pueden seguir aguardan los mulos”
Estampas, 1932
Se creó un Servicio de Bibliotecas: se destinó hasta el 60% de los fondos a la creación de bibliotecas en lugares donde nunca había llegado un libro, una cuidada selección de cien libros elegidos por María Moliner y Luis Cernuda, entre otros; un Servicio de Música que prestaba discos y gramófonos; un Teatro del Pueblo dirigido por Alejandro Casona: Federico García Lorca adaptaba obras del teatro clásico español con su grupo universitario La Barraca, o, el Retablo de Fantoches de Rafael Dieste; un Coro del Pueblo y un Museo Circulante. Además, se celebraban conferencias y reuniones públicas para explicar conceptos nuevos para ellos, y para todos, como Democracia, el sufragio universal, la estructura del Estado... en definitiva, ser ciudadano.
«Se naufraga siempre,
dice una voz razonable…»
Del Servicio de Cinematografía se encarga José Val del Omar. A pesar de ser un gran desconocido, es una de las figuras más originales de nuestro cine, un caso aislado en la Historia del cine español. Según Román Gubern, “profeta y visionario, inclasificable inventor, poeta de la cámara y místico granadino”. Con sólo 16 años se fue a estudiar a París —era el momento de las vanguardias artísticas— y allí descubre que su pasión y su auténtica vocación es el Cine. En 1925 invierte todo su dinero en su primera película, En un rincón de Andalucía, que destruyó él mismo al verla acabada. Ya en Madrid se relaciona con los grandes nombres de la cultura del momento: fue su amigo Lorca quien le presenta a Cossío que estaba preparando las Misiones Pedagógicas.
Se involucra de inmediato en ellas porque ve la posibilidad de desarrollar sus pioneras ideas respecto al cinematógrafo, la alfabetización audiovisual y su aplicación en la Educación. Fue uno de los misioneros más entusiastas: participó como técnico, como proyeccionista, en el Museo Circulante, tomó miles de fotografías que son fiel reflejo de la españa rural de los años 30. Propuso la creación de un circuito de películas didácticas gestionado por las Misiones. Rodó unos 40 documentales, casi todos perdidos durante la Guerra Civil (excepto Estampas, 1932). Durante esos años colaboró con el cartelista Josep Renau, y participó también en la puesta a salvo de las grandes obras del Museo del Prado y la Biblioteca Nacional. Sus fotografías son el mejor testimonio gráfico de lo que significó esta experiencia.
Una vez acabada la Guerra, se encierra en su laboratorio. Condenado al ostracismo, dedica el resto de su vida a la investigación cinematográfica. El padre de nuestro cine experimental, que se definía a sí mismo como Cinemista (Cineasta+Alquimista), habría que incluirlo junto a pioneros como los Lumiére o Edison —más preocupados por la técnica— antes que con otros contemporáneos suyos adscritos a los movimientos de vanguardia. El estuvo siempre a la vanguardia, pero de la tecnología. La Academia de Cine ha reconocido su trabajo y su legado con el Premio Segundo de Chomón 2011, que se otorga a empresas o personas cuyas aportaciones técnicas contribuyen al desarrollo de la industria cinematográfica.
Se involucra de inmediato en ellas porque ve la posibilidad de desarrollar sus pioneras ideas respecto al cinematógrafo, la alfabetización audiovisual y su aplicación en la Educación. Fue uno de los misioneros más entusiastas: participó como técnico, como proyeccionista, en el Museo Circulante, tomó miles de fotografías que son fiel reflejo de la españa rural de los años 30. Propuso la creación de un circuito de películas didácticas gestionado por las Misiones. Rodó unos 40 documentales, casi todos perdidos durante la Guerra Civil (excepto Estampas, 1932). Durante esos años colaboró con el cartelista Josep Renau, y participó también en la puesta a salvo de las grandes obras del Museo del Prado y la Biblioteca Nacional. Sus fotografías son el mejor testimonio gráfico de lo que significó esta experiencia.
Una vez acabada la Guerra, se encierra en su laboratorio. Condenado al ostracismo, dedica el resto de su vida a la investigación cinematográfica. El padre de nuestro cine experimental, que se definía a sí mismo como Cinemista (Cineasta+Alquimista), habría que incluirlo junto a pioneros como los Lumiére o Edison —más preocupados por la técnica— antes que con otros contemporáneos suyos adscritos a los movimientos de vanguardia. El estuvo siempre a la vanguardia, pero de la tecnología. La Academia de Cine ha reconocido su trabajo y su legado con el Premio Segundo de Chomón 2011, que se otorga a empresas o personas cuyas aportaciones técnicas contribuyen al desarrollo de la industria cinematográfica.
José Val del Omar explica a los habitantes de Pedraza Los fusilamientos del 3 de mayo de Goya, una de las reproducciones del Museo Circulante de las Misiones.
«Desconocían en absoluto el cine y el gramófono; tanto que ni siquiera sentían la curiosidad de conocerlos. Fue para ellos una revelación; lo aceptaron, sin tiempo para interesarse por su mecanismo, con el deslumbramiento de un milagro; reían de todo con una sorpresa alegre de que se movieran las figuras, de que el gramófono cantara; comentaban y aplaudían continuamente. En el fondo sentían una misma emoción, una gran alegría.»
Patronato de Misiones Pedagógicas, 1932
«El Público es un niño
enamorado de lo extraordinario»
El Servicio de Cinematografía tenía el objetivo de llevar el Cine a los pueblos, a gente que nunca antes había contemplado imágenes en movimiento, en muchos casos ni tan siquiera una fotografía. Las películas de Charlot y aquellas en las que se veía el mar eran las más celebradas, alucinaban cuando se veían a ellos mismos o sus vecinos. Rodaba durante el día imágenes de los mismos campesinos que asistirían por la noche a las proyecciones.
Muchas de estas fotografías recogen las reacciones de un público asombrado ante lo que estaba viendo, porque lo que más le fascinaba a Val del Omar era la mirada virgen de “los lugareños mayores y pequeños en su primer día de cine, rostros iluminados y trascendidos ante el milagro del cinematógrafo”, un tema que Víctor Erice retoma en El espíritu de la colmena.
Muchas de estas fotografías recogen las reacciones de un público asombrado ante lo que estaba viendo, porque lo que más le fascinaba a Val del Omar era la mirada virgen de “los lugareños mayores y pequeños en su primer día de cine, rostros iluminados y trascendidos ante el milagro del cinematógrafo”, un tema que Víctor Erice retoma en El espíritu de la colmena.
Un público virgen absorto, como espectadores de una revelación: estas imágenes le confirman lo que siempre había pensado: que el cine era una experiencia trascendental para el individuo, que se puede educar el instinto del público “sin aprisionar sus impulsos entre símbolos y normas, sin matar su conciencia creadora”. En 1935 escribe su Manifiesto de la Asociación Creyentes del Cinema. Creía en el Cine como el medio ideal para mostrar el conocimiento oculto. Su deseo de trascender los límites del cine le llevaron a experimentar nuevas técnicas de filmación que tenían el objetivo de sacudir la somnolencia de la conciencia para abrirle las puertas de una nueva dimensión espiritual. (*)
«Vinimos por el agua —nos hicieron barro.
El fuego de la vida nos va secando»
El trabajo de José Val Del Omar es una obra de intentos y propuestas, aúna la innovación técnica con el espectáculo cinematográfico como experiencia física y trascendente a la vez. Su obra Tríptico Elemental de España (rodado entre 1953 y 1961), son tres documentales poéticos (o, 'elementales' como prefería llamarles, “anhelos de comunicar lo inefable”) que siguen caminos inéditos, originalísimos: su propósito no es epatar con efectos especiales, sino el de la transformación de la sociedad. Dicen que la realización de cada uno de ellos suponía la demostración de una técnica en particular, inventó distintos aparatos según se le iban planteando retos. El tecno-artista granadino —en su breve pero radical filmografía— buscaba la obra de arte total que puediera ser vista, oída y sentida por el espectador, que definió con el concepto PLAT (Picto-Luminica-Audio-Táctil).
Aguaespejo Granadino (Val Del Omar, 1955, 23 min)
Aguaespejo granadino (La gran seguiriya), 1953-55, es un poema visual dedicado a su ciudad natal. El agua como eje fundamental. Sus influencias: Lorca, el Buñuel de Tierra sin pan, Manuel de Falla y Miguel de Unamuno. Con el montaje, la música, los ruidos y el silencio crea una especie de sinfonía sobre la vida en Granada y sus gentes; como en Berlín, sinfonía de una gran ciudad, buscando constantemente nuevas maneras de contar. En esta pieza presenta el sonido diafónico envolvente (antecesor del estéreo). También inventa un objetivo de ángulo variable, un primitivo zoom con el que pretendía acercar el Albaicín a la Alhambra.
De 1956 a 1959 estuvo trabajando en Fuego en Castilla (Tactilvisión del páramo del espanto). Introduce su teoría de la TactilVisión (o iluminación pulsatoria táctil), en la que con una serie de luces intermitentes sobre las esculturas de Juan de Juni y Alonso Berruguete se lograba un efecto tridimensional, precursora del 3D. San Juan de la Cruz, Cocteau, Gregorio Marañón, Lorca siempre... Como banda sonora: la Semana Santa en Castilla y la música que sale del bailarín Vicente Escudero rascando las uñas contra la madera de un retablo. Le otorgaron el Premio a la Técnica en Cannes, el mismo año que Buñuel obtiene la Palma de Oro con Viridiana, donde él mismo proyecta la película desde la cabina, para mostrar la técnica del desbordamiento apanorámico de la imagen: «un conjunto de imágenes abstractas se encabritaban en el escenario, techos y paredes de la gran sala del Festival. Como un músico, interpretaba su obra intentando, en último extremo, pulverizar la pantalla como frontera de la imagen». Además se llevó premios en los Festivales de Bilbao 1961 y Melbourne 1962.
—desbordamiento apanorámico de la imagen—
Entre 1961 y 1962 rueda mucho material en Galicia, pero pospone el montaje hasta 1981 cuando decide clausurar su Tríptico Elemental de España. Un tercer “elemental”, en un principio sobre el aire de Galicia, que se convierte en Acariño Galaico (De barro), cuando conoce las esculturas de barro del gallego Arturo Baltar, que aparece embarrado convertido en su propia escultura. Pero en 1982 muere en un accidente de tráfico sin poder terminarlo. En 1995 la Filmoteca de Andalucía presenta una copia restaurada a partir de las notas que Val del Omar dejó escritas.
Val del Omar pretendía que se proyectaran en orden inverso a su realización: “un tríptico concebido como una diagonal que cruza España, de occidente hacia oriente, tomando como motivo la correspondencia simbólica de los elementos de la tierra, el fuego y el agua...” Tenía intención de añadir una cuarta pieza —un prólogo o epílogo a partir de materiales rodados— que hiciera las veces de “vórtice” de las demás, una especie de recapitulación de los tres films, convirtiendo así el tríptico en tetralogía elemental.
Fuego en Castilla (Val Del Omar, 1961, 17')
from ▒█▀█▀█ █░░ on Vimeo.
http://www.valdelomar.com/
Las Misiones Pedagógicas 1931-1936. Residencia de Estudiantes.
Las Misiones Pedagógicas de José Val del Omar.— Laura Reinón en Blogs & Docs.
http://cinemista.blogspot.com/ .— Blog dedicado a la obra de Val del Omar.
http://osomosonosomos.blogspot.com/
Días de Cine (tve): Val del Omar.
13 comments:
Esto no es un post, esto es una auténtica maravilla de documentación y de recuperación de una persona emblemática que fue condenada al ostracismo.
Impresionante el Aguaespejo Granadino, más bien soberbio !!
En Madrid hubo una exposición extraordinaria hace años sobre las misiones pedagógicas, creo que hice algún post en mi blog al respecto.
En cuanto a Val del Omar... me matarías si supieras que no fui a la expo del año pasado en el Reina Sofía :S
Gran trabajo senses, algo había oido de Lorca pero no conocía a Val del Omar.
Nunca había visto la danza del agua de esta manera, es espectacular.
Mis más sinceras felicitaciones Sense. Me ha encantado tanto en estilo como fondo. Qué bien haces en rescatar a este visionario y artesano que ha pasado muy desapercibido (para mí, entre otros, yo confieso).
Al leer su(tu)trabajo me han entrado unas ganas enormes de ver su trabajo sobre Galicia (precioso título).Uno que es gallego, ya sabes!!
He visto atentamente el de Granada y simplemente me ha parecido genial, siedo genial, el calificativo que define a la obra de un genio.
Muy muy interesante!!
Saludos
Su punto de vista es interesante
http://enfugayremolino.blogspot.com/
Acompañaré como N 136
Estupendo trabajo de investigación sobre las Misiones y Val Del Omar, a partir de aquí, me mueve la curiosidad sobr este tiempo y esta persona.
Me ha parecido una entrada estupenda. Histórico/pedagógica y de una gran calidad. Enhorabuena.
me hubiera gustado mucho ver la expo de Val del Omar en el Reina Sofía, pero sí que hubiera matado por ver sus fotos sobre las misiones pedagógicas. me encantan.
Aguaespejo Granadino, el más Lorquiano, tb es mi favorito.
qué rabia que gente tan valiosa fuera condenada al ostracismo (...en el mejor de los casos, para los que se quedaron).
deWitt, tienes el link de Acariño Galaicoen el post.
pero aquí tienes, por si te interesa echarle un vistazo.
http://youtube/WqDB1_bbIBU
gracias por vuestros halagos, chicos. ha sido un placer.
Se va uno un momento y la que montas. Suscribo lo dicho por todos los demás respecto a esta maravilla de entrada. Sabía de Val del Omar pero no había visto ningún documental suyo. Impresiona lo que consigue con los medios que se contaba. Volveré con mas tranquilidad. Un abrazo.
Es muy oportuna esta retrospectiva en este momento en que tanta falta nos hace el aliento: me emociona ese espíritu que retratas a través de Val del Omar, y que yo creo que pervive hoy en algunos docentes, lo veo a diario en mi trabajo, sobre todo en aquellos que se dedican a las tareas más ingratas -en teoría- como la educación compensatoria, que es precisamente lo que el gobierno de la Comunidad de Madrid se quiere cargar.
¡Pero no van a poder con nosotros!
Perfecto apunte de Val de Omar. Además puedo añadir que fue, junto a José Calandín, el autor de las fotografías que sirvieron a Mauricio Amster para la publicación de su famosa Cartilla Escolar Antifascista.
Te paso el enlace:
http://piscolabislibrorum.blogspot.com/2010/09/cartilla-escolar-antifascista-de.html
Fantástico... y sé por qué lo digo... Conozco la mágica metafísica de Don José Val del Omar desde muy dentro...
Gracias por éste post!
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