Hay películas pésimas, mediocres, espléndidas, y otras como
Gilda, que no se sabe bien el secreto que guardan en su interior para convertirse en un film mítico, ...es un misterio, la magia del Cine. No va a ser cosa del guión: en
El sueño eterno sobraban cadáveres, y en
Casablanca, con la que se suele comparar frecuentemente, la interpretación de la Bergman es tan especial porque ni ella misma sabía con cuál de los galanes iba a quedarse al final de la película.
La Columbia necesitaba un vehículo para el lucimiento de su mayor estrella, Rita Hayworth: los carteles de la época anunciaban
¡No ha habido nunca una mujer como Gilda!, pero cuando empezaron a rodar aún no tenían una idea clara del guión. Según se iba rodando se iban incluyendo nuevas escenas, los dos inolvidables números musicales se pensaron cuando la película estaba ya acabada, e incluso algunos de sus memorables diálogos fueron reescritos durante el doblaje. Aun así, se produjo el milagro.
"Si fuera un rancho, me llamarían Tierra de Nadie"
En primer lugar, sin duda, se debe a la asombrosa presencia de Rita Hayworth. Desde su primera aparición no podemos apartar la mirada de ella. Gilda representa como ninguna
La mujer fatal, explosiva, con un pasado oscuro, y capaz de tener a sus pies a cualquiera con un movimiento de melena o quitándose lentamente un guante negro, a todos excepto al único hombre que ella desea.
Esta película convirtió a Gilda en uno de los personajes más fascinantes de la Historia del Cine, aunque Rita siempre se quejó de que el personaje le persiguiera durante toda su vida, tanto en lo profesional como en su vida privada: cinéfilos de todo el mundo relacionamos aún hoy a la actriz con este personaje. Aunque el impacto del film fue mundial, en la España franquista causó un gran escándalo la famosa escena del guante y la bofetada. Algunos espectadores juraban y perjuraban que habían visto un desnudo integral. El follón fue tal, que grupos falangistas se reunían para lanzar cubos de pintura roja sobre los carteles de la película.
-His name is Johnny, Gilda.
-Oh, I'm sorry.
Johnny is such a hard name to remember and so easy to forget.Pero en esta película nada es lo que parece, es otra cosa, característica fundamental del cine negro al que se adscribe con todo derecho. Nunca estamos seguros de por qué los personajes actúan como actúan. A Glenn Ford no le entendemos: ¿odia o ama a Gilda?, ¿se trata de un amor pasional y tormentoso o es una historia de celos en la que ambos rivalizan por tener la confianza del siniestro propietario del casino más lujoso de Buenos Aires?
Es este aspecto el que quisiera destacar, por el que esta película me parece hoy más importante aún: es la primera vez que vemos en el cine americano una relación entre dos hombres, no como un subtexto gay exactamente, sino de una manera bastante explícita, todo lo explícito que se podía ser en la conservadora USA de la posguerra. En 1946 un homosexual tenía que fingir necesariamente su sexualidad.
El propio Glenn Ford declaró que cuando interpretaban sus personajes, ellos sabían que su relación era homosexual. A partir de la primera escena del film, en el oscuro callejón sin salida donde Macready le salva la vida con su bastón fálico -"su mejor amiga"-, su historia no puede ser leída de otro modo.
Richard Dyer decía al escribir sobre los films de este período y la visibilidad gay (para la que aún habría que esperar muchos años): "Sólo podíamos expresarnos indirectamente, del mismo modo que las figuras de la pantalla se expresaban indirectamente... los personajes estaban en el armario, la película estaba en el armario, y nosotros estábamos en el armario".
- Un bastón así resulta muy útil.
- Es un amigo fiel y obediente. Guarda silencio cuando quiero que esté callado y habla cuando quiero que hable.
- ¿Es esa su idea de la amistad?
- Esa es mi idea de la amistad.
- Muy 'alegre' su vida.
- Llevo la vida que me gusta. - ¿Qué está haciendo en un barrio como este?
- Vine para salvarle la vida.
You see, this way you'll have two friends.
You have no idea how faithful and obedient I can be,
for a nice salary.
Glenn Ford tocándole el palito a George Macready.
Hay tanta tensión sexual entre las miradas de los dos hombres como en los duelos dialécticos entre ambos:
- Tengo que saber una cosa. Que no hay una mujer en su vida.
- No hay mujeres en mi vida.
- El juego y las mujeres no van bien.
- Eso es lo que yo digo siempre. ... ¿Cambiamos de conversación?
- Así es que la ha habido.
- Oiga señor Mundson. Yo nací anoche cuando le encontré en ese callejón. No tengo pasado, sólo futuro, y así quiero que sea.
Johnny Farrell acaba de llegar a Argentina, sobrevive como puede en los muelles de la ciudad jugando a los dados. Una noche se encuentra con Ballin Mundson, que vete a saber qué buscaba en los muelles, un hombre sin escrúpulos que le salva la vida con un extraño bastón terminado en un afilado cuchillo cuando pretendían robarle. Mundson le contrata para trabajar en su casino: se convierten así en la pareja perfecta.
Johnny Farrell se convertirá en poco tiempo en la mano derecha de Mundson, le nombra mánager de su casino mientras él hace negocio vendiendo tungsteno a los nazis. Pero poco tiempo después, en otro de sus paseos por los bajos fondos, Ballin regresa feliz con Gilda. Cuando se la presenta a Johnny como su nueva esposa, se da cuenta de que ambos se conocen. Surgen chispas, pero... ¿de qué clase?
What a surprise to hear a woman singing in my house, eh, Johnny?
Cuando reaparece Gilda la relación entre ambos hombres se tambalea. Los celos que siente Farrell son más ambiguos de lo que pudiera parecer: ¿son celos o misoginia?, es una historia de amor a tres bandas, una tela de araña en la que nadie esta seguro del papel que juega. Dos personajes que no se quieren acordar de su pasado: nacieron ambos el día en que Ballin Mundson les sacó del arroyo. Gilda pretende darle celos a Farrell, pero él sólo quiere que Ballin no se entere de las infidelidades de su esposa, que hace que éste crea que Gida y Johnny tienen una aventura. Mundson desaparece y se le da por muerto. Johnny se casa con Gilda, pero cuando parece que empieza una segunda oportunidad para ellos, la relación entre ambos se vuelve extraña: Farrell se ha casado con ella sólo para obligarla a seguir siendo fiel a Ballin.
Farrell.- Que estoy confuso.
Ballin.- ¿Confuso? ¿Por qué?
Farrell.- Porque hace unas semanas también brindamos por nosotros tres.
Gilda.- ¿Quién era el tercero entonces? ¿Debo sentir celos?
Ballin.- No, mi amor, era un amigo mío.
Gilda.- ¿Amigo o amiga?
Ballin.- Una pregunta muy interesante ¿Tú qué dirías Johnny?
Farrell.- Una amiga.
Ballin.- ¿Por qué esa conclusión?
Farrell.- Porque parece una cosa y ante nuestros propios ojos se convierte en otra."I hate you so much
I would destroy myself to take you down with me"
Gilda: Fear and Loathing of the Exquisite Object of Relentless Desire.