Jean Genet es abandonado tras su nacimiento, fue huérfano de la Asistencia pública, y sus pequeños robos y fugas le llevaron al reformatorio. A los 18 años se alistó en el ejército. Fue encarcelado por desertor, ladrón y chapero.
En la cárcel comienza a escribir sus primeras obras: su primer poema El condenado a muerte y comienza dos de sus obras más conocidas, Nuestra Señora de las Flores y la autobiográfica Diario de un ladrón. Gracias a Sartre, Cocteau y Picasso, que intercedieron por él, su condena fue revocada en 1948.
El condenado a muerte es un poema de 260 versos del que he escogido los fragmentos más fuertes. Hay que tener en cuenta que es un poema de 1942.
En la cárcel comienza a escribir sus primeras obras: su primer poema El condenado a muerte y comienza dos de sus obras más conocidas, Nuestra Señora de las Flores y la autobiográfica Diario de un ladrón. Gracias a Sartre, Cocteau y Picasso, que intercedieron por él, su condena fue revocada en 1948.
El condenado a muerte es un poema de 260 versos del que he escogido los fragmentos más fuertes. Hay que tener en cuenta que es un poema de 1942.
Y a la tarde desciende y canta sobre el puente
entre los marineros, destocados y humildes,
el "Ave María Stella". Cada marinero blande
su verga palpitante en la pícara mano.
Y para atravesarte, grumete del azar,
bajo el calzón se empalman los fuertes marineros.
Amor mío, amor mío, ¿podrás robar las llaves
que me abrirán el cielo donde tiemblan los mástiles?
(...)
Evoquemos, Amor, a cierto duro amante,
enorme como el mundo y de cuerpo sombrío.
Nos fundirá desnudos en sus oscuros antros,
entre sus muslos de oro, en su cálido vientre.
Un muchacho deslumbrante tallado en un arcángel
se excita al ver los ramos de clavel y jazmín
que llevarán temblando tus manos luminosas,
sobre su augusto flanco que tu abrazo estremece.
¡Oh tristeza en mi boca! ¡amargura inflamando
mi pobre corazón! ¡Mis fragantes amores,
ya os alejáis de mi! ¡Adiós, huevos amados!
sobre mi voz quebrada, ¡adiós minga insolente!
(...)
¡Mi bellísimo paje coronado de lilas!
inclínate en mi lecho, deja a mi pija dura
golpear tu mejilla. Tu amante el asesino
te relata su gesta entre mil explosiones.
Canta que un día tuvo tu cuerpo y tu semblante,
tu corazón que nunca herirán las espuelas
de un tosco caballero. ¡Poseer tus rodillas,
tus manos, tu garganta, tener tu edad, pequeño!
Robar, robar tu cielo salpicado de sangre,
lograr una obra maestra con muertos cosechados
por doquier en los prados, los asombrados muertos
de preparar su muerte, su cielo adolescente...
Las solemnes mañanas, el ron, el cigarrillo...
las sombras de tabaco, de prisión, de marinos
acuden a mi celda, y me tumba y me abraza
con grávida bragueta un espectro asesino.
La canción que atraviesa un mundo tenebroso
es el grito de un chulo traído por tu música,
el canto de un ahorcado tieso como una estaca,
la mágica llamada de un randa enamorado.
(...)
Del tan temido cielo de los crímenes
del amor viene este espectro. Niño de las honduras
nacerán de sus cuerpos extraños esplendores
y perfumado semen de su verga adorable.
(...)
Cada grito de sangre delega en un muchacho
para que inicie al niño en su primera prueba.
Sosiega tu temor y tu reciente angustia,
chupa mi duro miembro cuál si fuese un helado.
Mordisquea con ternura su roce en tu mejilla,
besa mi pija tiesa, entierra en tu garganta
el bulto de mi polla tragado de una vez,
¡Ahógate de amor, vomita y haz tu mueca!
Adora de rodillas como un tótem sagrado
mi tatuado torso, adora hasta las lágrimas
mi sexo que se rompe, te azota como un arma,
adora mi bastón que te va a penetrar.
(...)
¡Amor, ven a mi boca! ¡Amor, abre tus puertas!
recorre los pasillos, baja, rápido cruza,
vuela por la escalera más ágil que un pastor,
más supenso en el aire que un vuelo de hojas muertas.
(...)
Elévate en el aire de la luna, mi vida.
En mi boca derrama el consistente semen
que pasa de tus labios a mis dientes, mi Amor,
a fin de fecundar nuestras nupcias dichosas.
Junto tu hermoso cuerpo contra el mío que muere
por darle por el culo a la golfa más tierna.
Sopesando extasiado tus rotundas pelotas
mi pija de obsidiana te enfila el corazón.
(.....)
Jean Genet escribe cuando concluye el poema:
He dedicado este poema a la memoria de mi amigo Maurice Pilorge, cuyo cuerpo y rostro radiante arroban mis noches sin sueño. En espíritu, vuelvo a vivir con él los cuarenta últimos días que pasó, las cadenas en los tobillos y, a veces, en las muñecas, en la celda de condenados a muerte de la prisión de Saint-Brieuc. Los diarios ofenden a sabiendas. Concibieron artículos imbéciles para ilustrar su muerte, que coincidió con la entrada en funciones del verdugo Desfourneaux. Comentando la actitud de Maurice ante la muerte, el diario L'Oeuvre dijo: "Este muchacho hubiera debido tener otro destino".
En pocas palabras, se le envilece. En cuanto a mí, que le conocí y amé, quiero aquí, lo más suavemente posible, con ternura, afirmar que fue digno, por el doble y único esplendor de su alma y su cuerpo, de tener la suerte de una muerte pareja. Cada mañana cuando pasaba de mi celda a la suya para llevarle cigarrillos, gracias a la complicidad de un carcelero, embrujado por su belleza, su juventud y su agonía de Apolo, ya levantado, canturreaba, saludándome así mientras sonreía: "Salud, Jeannot de la mañana".
Originario de Puy-de Dome, conservaba un leve acento de la Auvernia. Los jueces, ofendidos por tanta gracia, estúpidos y a la vez prestigiosos en su papel de parcas, le condenaron a veinte años de trabajos forzados por robos de villas en la costa y, a continuación, porque había matado a su amante Escudero para robarle menos de mil francos, este mismo tribunal condenó a mi amigo Maurice Pilorge a que le cortaran el cuello. Fue ejecutado el 17 de marzo de 1939 en Saint-Brieuc.
En pocas palabras, se le envilece. En cuanto a mí, que le conocí y amé, quiero aquí, lo más suavemente posible, con ternura, afirmar que fue digno, por el doble y único esplendor de su alma y su cuerpo, de tener la suerte de una muerte pareja. Cada mañana cuando pasaba de mi celda a la suya para llevarle cigarrillos, gracias a la complicidad de un carcelero, embrujado por su belleza, su juventud y su agonía de Apolo, ya levantado, canturreaba, saludándome así mientras sonreía: "Salud, Jeannot de la mañana".
Originario de Puy-de Dome, conservaba un leve acento de la Auvernia. Los jueces, ofendidos por tanta gracia, estúpidos y a la vez prestigiosos en su papel de parcas, le condenaron a veinte años de trabajos forzados por robos de villas en la costa y, a continuación, porque había matado a su amante Escudero para robarle menos de mil francos, este mismo tribunal condenó a mi amigo Maurice Pilorge a que le cortaran el cuello. Fue ejecutado el 17 de marzo de 1939 en Saint-Brieuc.
12 comments:
Me ha encantado nen, pero hay un fragmento que has escogido que ya lo había leído en alguna parte, quizá de ti, de todos modos desconocía los versos, me ha hecho recordar. ;-)
Soberbio post sobre mi adorado Genet, indómito,salvaje, sensual y sexual, poderoso, resaltador de la falsedad de los valores sociales, amigo de los desheredados y marginados.
Real como la vida misma
Y me hace recordar este post tuyo que realmente todos somos unos condenados a muerte, sólo que algunos se apsan media vida esperando que les llegue y a otros les pilla desprevenidos.
Yo espero ser de esas últimas.
Besos y buen fin de semana!!!1
bueno... la muerte es la unica certeza...
sabes, aprendo algo cada que visito tu blog, me encanta con todo y el sentido casi trágico del mismo... me encanta pasarme por aquí, me das mi dosis de melancolía para el día...
saludos...
y sí, él es español...
tu blog tiene algo especial! y no sé que es.
Joder, que fuerte, esto remueve conciencias y pone los pelos de punta... y sobre todo, como tu precisas, teniendo en cuenta la fecha en la que está escrito, alucinante de verdad... tus lecturas nunca me dejan indeferente, querido amigo...
Un abrazo grande...
...ejem, y reincidiendo en este monotema que acabará creándome una fama que no se yo si será aconsejable... oye, ¿el chulazo del torso desnudo, gorrito de marinero y pantalones blancos que marcan ligeramente paquetorro es Jean Genet?... curiosidad informativa, nada más, jaja... Otro abrazo.
para copiar y guardar como dices, jaja
que soberbio y en puntos crudo, no conocia a este poeta, pero capto mi interes.
brother saludos y gracias por los post interesantes que pones, yo he estado un poko lejano del mundo, del digital y del real..
espero regresar
.
Muy valiente este Jean Genet. Sí, señor. Y una historia carcelera que me ha conmovido.
“Pija de obsidiana...” Qué daño...
Un beso.
Estupendo poema de Genet. A mí el año en que ha sido compuesto no me sorprende en absoluto, pues tocar estos límites entre lo poético y lo gráfico de la sexualidad y en general de la existencia humana -digamos, hablar de mierda, semen, vergas, vellos púbicos y olores hormonales resguardados en la seguridad de la ropa interior-, tienen ya un lugar en la literatura francesa del XIX y un poco más atrás -en pleno iluminismo moralista dieciochesco- con S.M. Imperial el Marqués de Sade.
Qué mejor que indagar más allá, en las vertientes medievales, la poesía de los Goliardos, las sexosidades de Juan Ruiz Arcipreste de Hita, o las referencias traviesas pero divertidas -aunque nunca tan bellamente toscas como las de Genet- de Ovidio y su Ars amatoria.
Bueno, basta de referencias que a nadie le importan.
Saludos :D
h. B.
herr boigen; muy bueno ese comentario tuyo con las referencias que a mí si me importan y supongo que a otros muchos lectores. Gracias por ampliar nuestra perspectiva literaria y recordarnos algunas lecturas que de repente parecen olvidadas.
Un saludo.
G.
Hola!! Mi comentario llega quizá un poco tarde jeje.. pero queria pedirte que por fa postees más poemas de él.. Gracias =)
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